Ayer el Intendente conformó la mesa del Frente para la Victoria. Supone toda una definición de cara a las elecciones del octubre. Pelea por la jefatura de Gabinete.
En las circunstancias de indefinición a las que se había llegado, hoy el intendente Gustavo Barrera conformó la mesa del Frente para la Victoria.
Hace algunos meses todo hacía pensar que el jefe comunal daría el salto hacia el espacio oficialista de "Cambiemos", luego -y después de una reunión que mantuviera con Malena Galmarini (esposa de Sergio Massa)- se habló de su posible salto al massismo. Sus ausencias a las convocatorias del denominado "Grupo Esmeralda" confirmaban su alejamiento del espacio menos ortodoxo del PJ, pero ya a fines de 2016 comenzó a definir posturas a partir de la visita del Presidente del Partido Justicialista bonaerense, Fernando Espinoza, quien lo condujo a la mesa del grupo "Fenix" conformado por varios jefes comunales.
Se fue notando un cambio de postura también en la comunicación que mantenía con ministros de la gobernadora María Eugenia Vidal luego de que el mismo Barrera, en la pelea por el presupuesto municipal, declarara que la mandataria "jamás lo había recibido desde su asunción".
Luego de ello se hizo evidente una tirantez en las relaciones con la provincia que se reflejó en la falta de apoyo para la temporada a la vez que quedó al desnudo en la comparación con el partido vecino de Pinamar, gobernado por el intendente macrista Martin Yeza.
La política no para de dar sorpresas y en ella todo es posible, a tal punto que en octubre de 2016 Gustavo Barrera declaraba al diario Platense Diagonales.com que "El Frente Para la Victoria estalló en diez mil pedazos y estamos buscando el espacio".
Con este contexto planteado, la convocatoria que se dio ayer, luego de que se viviera en Villa Gesell la peor tormenta en dos décadas (y que la provincia solo hiciera llegar casi como un gesto de desprecio, apenas unas motosierras) en un local de La Carmencita, dejando entrever un cambio de mano con respecto al suntuoso local partidario de la avenida 3 y paseo 107 que se pudo ver durante la campaña.
A la cita no faltó nadie y, durante la reunión, Barrera recibió críticas por parte de los militantes que giraron entorno a su apatía con algunos sectores del peronismo. Al mismo tiempo el referente local de la agrupación kirchnerista, Fernando Araujo, conducida a nivel nacional por Martín Sabatella, dejó entrever una dura interna que se avecina con otra agrupación del mismo espacio político.
Al parecer, Araujo criticó duramente al actual jefe de Gabinete, Nicolás Valdez, quien está relacionado desde hace años con "La Campora". Es un secreto a voces que desde hace meses la agrupación "Los Históricos" viene impulsando a Nahuel D'aquila para que ocupe el sillón en la Jefatura de Gabinete, pero ahora se ha sumado Fernando Araujo en la misma pelea, a quien se lo ha visto confirmando funcionarios en los pasillos y cafés de la ciudad.
Al parecer la agrupación Nuevo Encuentro habría conseguido hacerse de cargos en lugares estratégicos mediante un acuerdo con el mismo Barrera, quien además habría accedido a entregar la Jefatura de Gabinete y designaría en ese lugar, en marzo, a Fernando Araujo.
Todo hace pensar que la disputa por el cargo entre la agrupación Los Históricos y Nuevo Encuentro podría generar un ruptura en el barrerismo, sin tomar en cuenta que como producto del alejamiento de Valdez del cargo la agrupación La Campora quiera conformar lista aparte en estas elecciones legislativas. Aunque aún el panorama electoral no es muy claro y en este espacio las cosas se definen orgánicamente.
Lo que si queda claro es un escenario complejo para Barrera luego de esta reunión que dejó en muchos más dudas que certezas y generó malestar entre sus filas por la falta de invitación a funcionario y concejales. Al mismo tiempo reforzó finalmente su espacio de pertenencia (FPV) aún conducido por la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner.
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