La intendenta justicialista Rossana Olmos, logró mantenerse en su cargo con el 55,53 por ciento de los sufragios contra el 44,47 por ciento que obtuvo el “Sí”, según el juez de paz y electoral Carlos Pelliza. «La gente afianzó la democracia y desairó el uso de la Justicia para hacer política», sostuvo la intendenta.
Los vecinos de Capilla del Monte fueron al referéndum como parte del juicio político llevado adelante por el Concejo Deliberante donde se aprobó el mismo seis votos a favor y una abstención.
Los electores estaban habilitados para sufragar por el “Sí” o por el “No” que la jefa municipal termine su mandato en diciembre del año próximo.
Por el “No” votaron 2.285 vecinos, manteniendo en el cargo a la jefa comunal, mientras por el “Sí” 1.830; en blanco fueron 49 votos y nulos 53.
Por tercera vez
El edil César Imbellone impulsó por tercera vez el juicio político a Olmos. La acusó de “corrupción administrativa”, endilgándole supuestas irregularidades como contratos de obras públicas superiores a los autorizados, pago de viáticos a agentes municipales que figuran como monotributistas y gastos no autorizados en una muestra cultural, entre otros.
Imbellone logró la aprobación de sus pares, con una abstención. La intendenta Olmos fue notificada de la decisión del referéndum revocatorio, pero no fue apartada de su cargo. Este hecho fue calificado como “ingenuidad política, le dejaron el manejo municipal en una instancia crucial” por parte de un alto funcionario provincial de primer nivel.
Desde que asumió el cargo en 2007, la intendenta debió afrontar tanto problemas financieros, como ríspidas relaciones con diferentes sectores de la ciudad, incluso reproches públicos a su antecesor Gustavo De Figueredo (PJ).
La jefa municipal aseguró que la gente la apoya. “Nadie quiere interrumpir el proceso democrático, esto es un real golpe de Estado y no les saldrá bien”, había dicho.
En tanto, la concejal Gabriela Castellá (PJ), a cargo de la presidencia del Concejo dijo que tuvieron que apelar al juicio político representando al pueblo disconforme de esta gestión municipal, más allá de las irregularidades denunciadas: la intendenta jamás instó al diálogo y al consenso”, disparó la concejal.
Por su parte, Imbellone anticipó que «denunció penalmente a la intendenta que pese a ganar la revocatoria deberá responder a la justicia”.
Olmos llamó al diálogo
La intendente de Capilla del Monte, Rossana Olmos, apenas conoció el resultado del pebliscito, liberó las tensiones, aunque siempre estuvo confiada en que su pueblo la iba a respaldar. En diálogo con El Diario dijo que la gente afianzó la democracia y desairó el uso de la Justicia para hacer política.
-¿Qué significó este resultado para usted?
-En lo personal es una satisfacción porque ves resignado mucho por la gestión, y pese a que los votantes apenas alcanzaron el 50%, porque fue un día muy especial, -el día de la madre-, yo creo que la ciudadanía de Capilla del Monte puso las cosas en su lugar. Quiere que su intendenta, elegida legítimamente por los votos, termine su mandato. Ahora, yo llamo al diálogo, para trabajar por el pueblo, por nuestra ciudad.
-¿Se sintió apoyada por el PJ, por la Provincia?
Hasta ahora sólo tuve el acompañamiento del intendente de La Falda, Marcos Sestopal y del Gobierno Nacional, a través de la gente del Ministro de Planificación, Julio De Vido.
-¿Podemos pensar en su reelección?
-Creo que no es el momento de hablar de eso. Ahora habrá que dialogar, gobernar, trabajar como veníamos haciendo ya que la gente se expresó en favor de eso y no de las denuncias, de los entorpecimientos sin sentido, de la pérdida de tiempo y dinero en actividades que se podrían evitar. Yo tuve tres pedidos de juicio políticos y éstge último prosperó por un artilugio. Se podía haber evitado la movilización de un pueblo, los vtrastornos de un plebiscito con una interpelación a la intendenta. Resulta con por unas chapas molestamos en el día de la madre a la ciudadanía casi sentido.
-¿Qué le diría a la oposición?
-Dios quiera que recapacite. Que dialoguemos, y que no se usen denuncias y denuncias como práctica política. La gente reprobó ese mecanismo. Yo tomé un municipio que tuve que regularizar y encaminarlo administrativa y financieramente, y ahora que la ciudad empezaba a ver los frutos de nuestro trabajo, tuvimos que afrontar este juicio político. Pero siempre confié en la gente, yo sabía que trabajé mucho y bien.
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