Fue electo presidente con el respaldo de Unión por la Patria. Moreau negoció con Yacobitti y se quedó con la vicepresidencia. Fondos reservados, en la mira.
Por Mauricio Cantando
El senador Martín Lousteau negoció la presidencia de la bicameral de fiscalización de organismos de inteligencia con Unión por la Patria, en un acuerdo que terminó relegando a La Libertad Avanza y al PRO. La gestiones estuvieron a cargo del vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, cercano al economista, y el diputado kirchnerista Leopoldo Moreau, quien se quedó con la vicepresidencia.
Como anticipó Letra P, la votación exhibió el pacto entre Lousteau y UP. Reunieron ocho votos sobre 14, lo necesario para elegir las autoridades. El senador kirchnerista Oscar Parrilli fue nombrado secretario. La vicepresidencia segunda quedó vacante, porque la debe definir el resto de las fuerzas que integran la comisión y no lo hablaron entre ellas.
La dupla Lousteau-Moreau tendrá de esta manera el control de la agenda de fiscalización de los organismos de inteligencia del país, que incluye a la Secretaría de Inteligencia (SIDE) y dependencias similares que funcionan en el Ministerio de Defensa y la Policía Federal.
Luego de ser nombrado, el economista anunció que ayudará a sus aliados para rechazar los fondos reservados de la SIDE en la sesión convocada para este miércoles en Diputados. "Como presidente del radicalismo, me gustaría ver un bloque radical que baje y que dé el debate y que vote en contra de este DNU. Es parte de los principios con los que nos criamos", desafió. Al cierre de esta nota, en el radicalismo creen que con su declaración, el cuórum está garantizado.
Las autoridades de la bicameral siempre fueron requeridas por el líder radical Enrique Nosiglia, padrino político de Lousteau, con intereses en la Justicia y en el submundo de la inteligencia, ámbitos que suelen cruzar intereses. Yacobitti es otro de sus ahijados. Hasta 2019, presidía la comisión el entonces senador radical Juan Carlos Marino, también cercano al exministro alfonisinista.
Los últimos dos años como presidente de la bicameral, Marino ejerció con Moreau de vice y mantuvo un fuerte enfrentamiento con el PRO, al que acusó de propiciar una falsa denuncia de abuso en su contra, de la que finalmente fue absuelto. El diputado kirchnerista lo relevó en la presidencia en 2019 e impulsó una investigación sobre espionaje ilegal del macrismo, que derivó en procesos judiciales.
La rosca de Martín Lousteau
La definición de las autoridades de la bicameral dejó afuera al Gobierno, que proponía para la presidencia al senador entrerriano Edgardo Kueider. Era promovido por Santiago Caputo y Karina Miliei, quienes no querían darle el lugar al PRO.
Mauricio Macri tenía un acuerdo con Victoria Villarruel para nombrar en la presidencia al senador Martín Goerling Lara. La interna del Gobierno se quebró, porque ningún bando logró mayoría para ser elegido al no contar con apoyo de UP y la UCR.
Las negociaciones entre Lousteau y el kirchnerismo se aceleraron el miércoles de la semana pasada, cuando un grupo de Diputados cercanos al economista aceptó el pedido de los gobernadores radicales para demorar la sesión que debía debatir los fondos reservados de la SIDE.
Casi en simultáneo, el gobernador mendocino Alfredo Cornejo obligó a renunciar a la bicameral a la senadora Mariana Juri, para darle ese lugar a Lousteau. El espacio Evolución, que el economista lidera con Yacobitti, ya se había asegurado la otra representación de la UCR en la comisión, con la diputada Mariela Coletta.
La bicameral se reúne a puertas cerradas, tiene 14 miembros y la mayoría que eligió autoridades este martes se armó con dos votos de la UCR (Lousteau y Coletta) y los seis de Unión por la Patria: por Diputados suscribieron Moreau, Germán Martínez y Paula Penacca; y por el Senado, Parrilli, Wado de Pedro y la riojana Florencia López.
Quedaron con la manos vacías los diputados libertarios Gabriel Bornoroni y César Treffinger, el senador Kueider y su colega Edith Terenzi, que es radical de origen, pero responde al gobernador de Chubut, Ignacio Torres, cercano a Macri. Entre este grupo se elegirá la vicepresidencia segunda. De esta manera, la alianza LLA-PRO deberá seguir la agenda de sus rivales en el recinto.
Además del control sobre la SIDE
Lousteau controlará la agenda de la comisión aliado al kirchnerismo, que pondrá a todos sus alfiles. En la próxima reunión asumirán por Unión por la Patria el diputado Rodolfo Tahilade, un kirchnerista con pasado en la SIDE; y su colega Blanca Osuna. Sustituirán a Martínez y a Penacca.
El economista y el kirchnerismo podrán así revisar peso a peso los fondos reservados de la SIDE, cuyo control la oposición le atribuye a Caputo. La bicameral es el único órgano con facultad de controlar esos gastos, como también todos los operativos de inteligencia que se realicen en cualquier rincón del país.
Otro tema de investigación de la comisión será la actuación de la inteligencia de la policía federal durante las manifestaciones en la Ciudad de Buenos Aires. Moreau, hace un mes, recibió a dos denunciantes de la ministra Patricia Bullrich por los operativos realizados en las marchas que hubo en las afueras del Congreso, durante el tratamiento de la ley ómnibus. Ahora el diputado podrá negociar con Lousteau hacer una reunión con ambas personas.
El ministro de Defensa, Luis Petri, también deberá rendir cuentas por la inteligencia de las Fuerzas Armadas. Pero la SIDE y sus fondos reservados estarán en la mira de Lousteau y UP, que todavía teme que existan hilos entre la nueva estructura y los viejos agentes que se enfrentaron a Cristina Fernández de Kirchner.
Al economista le interesa investigar si los fondos reservados sirven para financiar cuentas en redes sociales de activistas libertarios, que lo tienen como blanco predilecto. En las próximas horas podrá pedir información y llamar a la comisión. Sólo él puede hacerlo.
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