Los "libertarios" rechazan a los asesores del expresidente y le piden que hable menos
Por Werner Pertot
Además de romper Juntos por el Cambio y de generar ruidos en La Libertad Avanza, la integración con equipos aportados por el ex presidente Mauricio Macri no viene demasiado armónica. El ex mandatario aportó sus dirigentes en dos áreas claves: la fiscalización de la elección y la comunicación de campaña. En la primera, avanza un trabajo conjunto, pero en la segunda hubo mucho rechazo de los equipos de Javier Milei. Según pudo saber este diario, el candidato a presidente no quiso saber nada con los consejos de los amigos del Cardenal Newman que trajo Macri. Es más: Milei está buscando que Macri deje de hablar, al menos unos días. "Le pidieron a Macri que se guarde. Prefieren que sea Patricia Bullrich la que aparezca", relatan a este diario. Como le ocurrió a Bullrich en la campaña postPASO, Macri por ahora no hace caso e intenta ocupar el centro de la escena.
Bozal felino
El pedido para que deje de aparecer en público se lo vienen haciendo a Macri desde hace ya días, pero el ex presidente parece hacer caso omiso por el momento y sigue con su raid de apariciones públicas, con las que busca parecer prácticamente el jefe de campaña de Milei. Solo que, en sus sucesivas apariciones, Macri ya dijo:
- Que Milei es como tirarse de un auto a 100 kilómetros por hora. "Por ahí sobrevivis", acotó.
- Que no se sabe qué hará Milei, "es una incógnita", pero hay que votarlo porque es peor Sergio Massa.
- Que en las listas de Milei sigue estando mucha gente de Massa, que seguro lo van a abandonar.
Con esta ayuda, no es dificil imaginar por qué los dirigentes del candidato de ultraderecha están pidiéndole a Macri que deje un poco de ayudar. Prefieren que sea Bullrich, que fue la candidata a presidenta, la que salga a apoyarlo (y eso que Bullrich también tiene sus gaffes, como cuando dijo "ojalá que explote antes del 19" la situación económica del país).
Bullrich también le aconsejó a Macri que modere sus apariciones públicas, pero tuvo el mismo éxito que en la campaña previa a la primera vuelta, cuando el expresidente también le metía ruido cada vez que salía. "Macri es un jodido y hace cagadas", resumen en la nueva coalición.
Difícil integración
Desde que se anunció el pacto, diversos dirigentes de Milei vienen cuestionando la posibilidad de que se sumen equipos económicos de Macri al espacio "libertario". A Victoria Villarruel tampoco le causa gracia que Bullrich pueda ocuparle el área de seguridad. Y hay un malestar general ante una eventual colonización de Macri de toda la campaña de La Libertad Avanza.
Quizás por eso la integración de lo que podrían ser equipos técnicos de ambos lados en cuestiones vinculadas a políticas de gobierno, según dicen en el entorno de Macri, está cerca de ser nula. Hay mucha resistencia alrededor de Milei a dejar entrar a nadie, aseguran.
Y lo cierto es que la integración de equipos de campaña, decidida hace días y con poco tiempo de cara al balotaje, viene siendo bien difícil. En primer lugar, Macri le acercó a su habitual círculo de consiglieri, que incluye a su amigo del alma Nicolás Caputo y a José Torello, ambos ex alumnos del colegio Cardenal Newman. "Milei no quiere saber nada con ellos. Les echó flit", comentan.
Luego intentaron sumarle equipos en las áreas de fiscalización y de comunicación. "Pero es difícil. Son gente complicada", advierten en el PRO. "En un punto, decidimos meternos solo donde nos pidan ayuda", se resignaron.
Quizás el área que más avanzó fue la de la fiscalización: ahí se metieron Torello (para las cuestiones legales) y la ex embajadora en la OEA Paula Bertol. Fueron a una reunión con el coordinador general de la fiscalización de La Libertad Avanza, Guillermo Ferraro. En ese encuentro estuvieron también Guillermo Francos y Sandra Pettovello. Allí se pusieron de acuerdo en cómo dividir tareas, y desde el PRO les prometieron aportarles miles de fiscales para la segunda vuelta. Es quizás el espacio donde más permitieron que intervengan los emisarios de Macri.
Menos suerte tuvieron los que quisieron participar en el área de comunicación. Allí Bullrich le aportó a Milei a su consultor Derek Hampton. Nacido en Salta, se trata de un ex alumno de la George Washington University, que viene de la escuela de Jaime Durán Barba. Tuvo dos participaciones en campañas del PRO: en 2015, con Gabriela Michetti, y este año con Bullrich. Cerca de Milei, no dejan de observar que fueron dos derrotas.
Por lo tanto, el área de comunicación es donde menos pudieron integrar equipos. A su vez, hubo un rediseño de la estrategia, la decisión de guardar a voceros que hicieron desastres antes de la primera vuelta y un esquema que intenta ser más ordenado. Para los macristas, sigue siendo un desastre.
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