El búnker político de Cristina Fernández de Kirchner se activó con el texto sobre la deuda. Reuniones, apertura, autocrítica y proyección electoral 2027.
Por Gabriela Pepe
El Instituto Patria recuperó su actividad plena. Después del descanso de verano, la casona ubicada en Rodríguez Peña 80 que Cristina Fernández de Kirchner usa como búnker desde 2016, se transformó en un hervidero de reuniones políticas y, también, el think tank desde donde saldrán las propuestas del kirchnerismo para 2027.
La plataforma tendrá como base las discusiones que se darán en comisión una vez que terminen las clases del seminario “Argentina en su tercera crisis de deuda”. El curso comenzó este martes y tendrá una duración de ocho clases y usará como base el documento de 33 páginas que Cristina publicó el 14 de febrero, con críticas al plan económico de Javier Milei.
A tono con los tiempos que corren, la primera clase está dedicada al liberal Juan Bautista Alberdi. “Milei no es Alberdi. Las tres etapas en el pensamiento del gran jurista argentino”, se titula la primera conferencia. En el Instituto Patria lo proclaman que es una suerte de autocrítica. Dicen que el kirchnerismo se enfocó demasiado en la igualdad y se olvidó de la libertad, la bandera que levantó Milei.
El principio de autocrítica está en sintonía con el documento de Cristina, que abrió el debate en materias que el kirchnerismo había clausurado. Habló sobre “actualización laboral”, mencionó la necesidad de crear o transformar empresas “bajo la forma de una asociación pública y privada virtuosa” y de avanzar en una simplificación del sistema tributario. También habilitó la discusión sobre la calidad de la educación pública y sobre la lucha contra la inseguridad.
El documento será la base de las discusiones de los ocho encuentros, que tienen como destinatarios dirigentes y militantes políticos, gremiales y sociales, además de ciudadanos interesados en la situación política y económica del país. Entre los inscriptos célebres está, por ejemplo, el exministro Julián Domínguez.
Kirchnerismo, nueva generación
Una vez concluido el seminario, las diferentes comisiones de trabajo que funcionan en el Instituto Patria, se abocarán hasta fin de año al armado de propuestas que formarán parte de un eventual plan de gobierno del kirchnerismo para 2027.
La línea de trabajo que impulsa el Instituto Patria está atravesada por un mandato que baja desde la cúpula. “Reivindicamos lo que se hizo entre 2003 y 2015, pero no proponemos volver a lo mismo”, le dice a Letra P un hombre de la mesa chica cristinista.
Como escribió Cristina, las propuestas partirán de la idea de que “Argentina debe revisar la eficiencia del Estado, y que no basta con la consigna del “Estado presente” para resolver los problemas del país, que son demasiados. Se debe analizar y controlar la correcta asignación de recursos para poder corregirla, en caso de ser necesario.”
Actividades, financiamiento y un hervidero político
El Instituto Patria fue fundado por Cristina después del triunfo de Mauricio Macri. Desde entonces, funcionó como búnker político de la expresidenta, es sede de reuniones y debates, además de usina de pensamiento. Está ubicado en Rodríguez Peña, a una cuadra del Congreso. Cuando está en Buenos Aires, Cristina está en el Patria “casi todos los días”.
La asociación civil fue constituida el 7 de abril de 2016 y autorizada por la Inspección General de Justicia (IGJ) cuatro meses más tarde. Está presidida por el senador Oscar Parrilli, mano derecha de Cristina, que tiene a cargo su funcionamiento operativo. Se sostiene con aportes privados, entre los que se cuentan aportes de socios y cursos como el de crisis de deuda, que tuvo un costo total de siete mil pesos. En el Instituto aclaran que se trata de una “contribución voluntaria y no excluyente” que contribuye al sostenimiento de las actividades.
La vieja casona alberga cuatro salas de reuniones, un salón Eva Perón y pocas oficinas individuales. Solo Parrilli, Cristina, Máximo Kirchner y Teresa Parodi cuentan con un espacio propio en el edificio. La expresidenta se ubica en el primer piso. Su hijo, en el segundo. Parodi y Parrilli trabajan en la planta baja. Allí también funcionan los equipos de redes del kirchnerismo.
El Instituto tiene relación con otros organismos afines de la región, como el Instituto Lula (Brasil), el Instituto Nacional de Formación Política de Morena (México), el Instituto de Pensamiento Político y Económico Eloy Alfaro (Ecuador), y el Movimiento Semilla (Guatemala). En conjunto, preparan para abril un curso sobre la realidad política de América Latina.
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