Son distinciones de Personalidad Destacada. Los proyectos son de casi todos los bloques y algunos diputados reconocen que se les “fue la mano”. Músicos y futbolistas, al frente.
Los legisladores porteños parecen haber tenido un año bastante dadivoso. En los nueve meses que van desde el inicio de las sesiones ordinarias en marzo a hoy, les dieron a 98 personas el título de “Personalidad Destacada” en la cultura, la ciencia, el deporte y otros ámbitos. Músicos y futbolistas fueron los preferidos, incluidos muchos que ni siquiera viven en Buenos Aires.
Del total, los cantantes, guitarristas y otros músicos fueron 27. En la bolsa cayeron desde folcloristas como Juan Falú o Liliana Herrero hasta Daniel “Pipi” Piazzolla, el nieto de Astor, quien se destaca en el jazz. Pero también entró, por ejemplo, Gerónimo Rauch, ex integrante del grupo Mambrú, quien tras esa experiencia pop se radicó en España, donde protagonizó varios musicales.
Acaso el fervor mundialista haya influido para que 21 futbolistas fueran agasajados por los diputados. Entre ellos, figuras muy populares como Carlos Tevez o Javier Mascherano, o viejas glorias como Angel Clemente Rojas, Daniel Bertoni o Jorge Burruchaga. Y esto sin contar que todo el plantel que fue al Mundial de Brasil, cuerpo técnico incluido, recibió el Diploma de Honor de la Legislatura por el subcampeonato.
En tercer lugar estuvieron los médicos, juristas y otros hombres y mujeres que se destacaron en el ámbito científico o académico.
Algunos nombramientos fueron muy polémicos. Por ejemplo, la distinción a Marcelo Tinelli como “Personalidad Destacada de la Cultura”, que fue rechazada por el kirchnerismo y otros legisladores, quienes entendieron que el conductor y productor de TV representa al espectáculo y no a la “Cultura”, y además tildaban a su programa de misógino. Otro caso fue el del fiscal José María Campagnoli, quien fue nombrado tanto Personalidad Destacada como Ciudadano Ilustre, lo que fue un claro mensaje político del macrismo junto con Graciela Ocaña y otros legisladores contra el kirchnerismo justo cuando el fiscal corría riesgo de ser destituido por haber investigado a Lázaro Báez.
También hubo un caso de “nombramiento exprés”, el del futbolista Jonás Gutiérrez. Por iniciativa del PRO, fue premiado en tiempo récord luego de que se conociera su lucha contra el cáncer de testículos que sufrió, pero con el tiempo justo antes de que volviera a jugar a Inglaterra.
La lista sigue con personalidades de todo tipo, desde bailarinas y humoristas gráficos hasta periodistas, actores, boxeadores y demás. Es que, básicamente, cualquier persona puede ser nombrada Personalidad Destacada, siempre que logre que un legislador presente el proyecto y se junte una mayoría simple. No existe ningún otro requisito, como sí sucede con los Ciudadanos Ilustres, que tienen que haber nacido en Buenos Aires o al menos haber vivido diez años, y que son elegidos con dos tercios de los votos. Además, sólo se puede nombrar a diez por año.
Esta flexibilidad permitió algunos casos muy llamativos. Por ejemplo el del futbolista Gabriel Heinze: más allá de sus méritos futbolísticos y de que representó a la Selección Argentina en dos mundiales y fue medallista olímpico, Heinze nació en Entre Ríos, hizo todas las inferiores en Newell’s de Rosario, luego jugó siempre en Europa y recién volvió a Newell’s en 2012 para retirarse en mayo último: es decir que no sólo no vivió en Buenos Aires sino que tampoco representó a algún club porteño. ¿No hubiera correspondido, en todo caso, que lo premiara Rosario, o el Congreso Nacional? Algo similar pasa con los casos de Sergio “Kun” Agüero y Miguel Angel “Pepé” Santoro, dos ídolos de Independiente que nunca jugaron en equipos de la Ciudad y sin embargo fueron distinguidos por la Legislatura porteña.
Los 98 sancionados fueron parte de los 143 proyectos presentados en el año. ¿Por qué tantos nombramientos, casi once por mes? Más allá de los merecimientos, está claro que muchos legisladores buscan la foto con los famosos. De hecho, históricamente los proyectos fueron presentados casi en igual proporción por el macrismo y por la oposición, porque no se trata de cuestiones que se definan desde los bloques sino que son iniciativas personales de cada diputado.
“Estos nombramientos a veces se usan como moneda de cambio en la negociación política, hasta como favores entre diputados. Pero es cierto que este año se nos fue un poco la mano”, reconoció una fuente del PRO en la Legislatura. En tanto, Alejandro Bodart, diputado del MST, aseguró que “esta Legislatura no debate los problemas de la gente y predominan este otro tipo de proyectos, más allá de que alguno merezca el nombramiento. Y cuando los principales bloques votan leyes, en general son para favorecer negocios privados y en contra de lo público”.
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