El Foro de Ambientalistas de Junín cuestionó severamente la decisión del Municipio de mudar el playón de ómnibus a Ruta Nacional N° 7 y avenida de Circunvalación.
En un nuevo capítulo por la polémica de la construcción de la terminal de ómnibus en avenida Circunvalación y la Ruta Nacional N° 7, el Foro de Ambientalistas de Junín (Fodaj) cuestionó la violación del Código de Ordenamiento Urbano con el proyecto.
“Según explican los sociólogos, cuando existe un funcionamiento social en ‘ausencia de toda ley’ lo que se impone es ‘la tiranía de los más fuertes’. ¿Cómo sería eso en concreto? El caso de la nueva terminal de ómnibus plantea un buen ejemplo de este asunto”, reza un comunicado difundido por Fodaj.
“La política podría ser una herramienta para ir más allá, para ser mejores y para salir de esa anomia que plantea la ley del más fuerte. Pero Junín no va por la vía política, va por otro camino, la senda en la que las disputas se resuelven a los golpes, un municipio en el que a la salida de la escuela muere el más débil. Aunque también suceden cosas menos palpables a simple vista, como cuando se aplica la regla del más poderoso sin escuchar otras razones y violando incluso la legalidad. La política antojadiza no sólo es enemiga de la convivencia: tampoco es política”, afirmaron.
El Fodaj apuntó a las leyes y normativas vigentes con respecto al área donde se pretende instalar la terminal: “¿Acaso a alguien se le escapa que lo de la terminal de ómnibus viola el Código de Ordenamiento Urbano, la ley de ordenamiento territorial y uso del suelo y otras “normativas”? ¿A alguien se le ocurre negar que se generará un grave perjuicio y riesgo ambiental de daños posteriores irreparables? Y sin embargo se mueven…”
Los denunciantes, aseguraron que “según la provincia de Buenos Aires ‘el predio comprendido dentro del Área de Protección Ambiental (zona A.P.A.) veda de modo absoluto la construcción del proyecto edilicio previsto como así también la actividad que en el futuro se planea llevar allí’. Toda la investigación legal y los amparos presentados fueron aportados por el abogado Jerónimo Torres”, sostuvieron.
El comunicado, dice que “Rowing S.A. (la empresa que tendrá ingentes beneficios luego de concretarse este proyecto) admite, en una suerte de informe de impacto ambiental denominado ‘fichas de mitigación’, que se podrán observar daños en la zona (protegida) debido a las obras a desarrollarse. ¿Qué son daños? Detallan impacto en el suelo, en la calidad del aire, en los niveles de ruido, en la contaminación por efluentes líquidos hidrocarburos (no olvidar que están sobre el río), en que se modificarán los hábitos de la avifauna, parte de la cubierta vegetal y también el paisaje”.
“En síntesis, ¿para qué votar un código de ordenamiento urbano y declarar un área protegida si luego, a los pocos meses, le tiran toneladas de cemento y gasoil arriba? De alguna manera las estrofas de esa canción de Gustavo Cordera vuelven a retumbar: ‘El paraíso se hizo peste. Todo lo que tirás al río, vuelve’, concluyó el comunicado.
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