El gobernador Gildo Insfrán presidió este lunes el acto central conmemorativo de los 165 años del fallecimiento del general José de San Martín en la plaza que lleva el nombre del máximo héroe nacional que incluyó la conmemoración de su gesta libertaria así como también un pasaje de desfile en el que participaron secciones de las fuerzas armadas, de seguridad y policiales.
Asistieron también el presidente del Superior Tribunal de Justicia, doctor Marcos Bruno Quinteros; el presidente provisional de la Legislatura, doctor Armando Felipe Cabrera; el jefe de gabinete de Ministros del PEP, doctor Antonio Emérito Ferreira; el intendente municipal Fernando de Vido; diputados nacionales y provinciales; concejales municipales; ministros del Poder Ejecutivo; delegaciones escolares y estudiantiles y efectivos de las distintas fuerzas armadas, de seguridad y policiales.
Tras su llegada al lugar, el mandatario saludó a los efectivos formados en torno a la plaza San Martín y que conformaron la agrupación 17 de Agosto y luego tomó ubicación en el palco oficial dándose inicio a la ceremonia con la entonación de los himnos Nacional Argentino y Marcha a Formosa.
Cumplido ello, hubo una ceremonia litúrgica presidida por el salesiano Adrián Botta quien en la introducción destacó la trayectoria de San Martín y su influencia para la independencia de diversos países del continente.
Enseguida se procedió al depósito de ofrendas florales al pie de la estatua ecuestre del Libertador haciéndolo en primer término Insfrán, Quinteros, Cabrera y De Vido y luego el jefe del Regimiento 29, coronel Luis Leopoldo Giunti; el segundo jefe de la Agrupación VI de Gendarmería Nacional comandante principal Alberto Seifart; el jefe de la Prefectura Formosa, prefecto principal Ricardo Oviedo; Sergio Gismondi de la delegación de la Policía Federal y el jefe de la Policía local, comisario general Juan Bernabé Escobar, entre otros, en representación de las fuerzas armadas de seguridad y policiales.
Luego Giunti y los profesores Braulio Sandoval, Abel Vera y Jorge Rodríguez hicieron lo propio en representación de la Asociación Cultural Sanmartiniana y Centro de Residentes Correntinos a los que siguieron Julio Santander y José Leonardo Gialluca por las defensorías del Pueblo de la delegación nacional en Formosa y la de la Provincia, respectivamente.
En un momento de alta emotividad, las bandas de música del Regimiento 29 y de la Policía provincial se unieron en un toque de silencio en homenaje al Padre de la Patria que falleciera el 17 de agosto de 1850 en la villa francesa de Boulogne Sur Mer.
Palabras alusivas
Al brindar un mensaje alusivo a la fecha que se conmemora, el asesor de la Jefatura de Gabinete, Jorge Santander, puntualizó: “Podríamos pasar horas hablando de su capacidad militar, de las estrategias de las batallas y las tácticas de los combates, pero creo firmemente que la verdad de su grandeza está en su concepción política y en su legado que fue creciendo como pensamiento nacional. Dentro de esta concepción y empeño sublimes por una patria como Belgrano y Güemes, por nombrar a dos de ellos, con quienes sostuvo la empresa, pese a las traiciones que a cada paso se conjuraban en la portuaria Buenos Aires, donde complotaban los agentes imperiales de varias potencias mundiales, no sólo españolas, también inglesas y francesas”.
Añadió que para “afirmar su campaña obligó a las provincias, a sus delegados, a firmar el acta de la independencia política en Tucumán y luego enfrentando al poder real, a los designios de la politiquería porteña y a los godos colonizadores. Trepó la cumbre de los Andes para proceder con su verdad hacia los pueblos hermanos de Chile y Perú, y derrotar al imperio en su propio corazón”.
“Pero aun después de sus heroicos desempeños, y de sus sublimes logros, el conjuro de los personeros de intereses foráneos que se bañaban en la sangre de sus hermanos, lo desterró al exilio y al ostracismo, dejando en muchos argentinos sembrada la semilla de la libertad, en una doctrina nacional que se propagaba de generación en generación”, agregó.
Posteriormente, destacó: “Imagínense que en aquellos tiempos la comunicación era muy lenta, los caminos eran muy malos, los pueblos eran distantes, y no se integraban tan fácilmente, pero los agentes de la dominación operaban en todos lados, especialmente en Buenos Aires. Poco ha cambiado la historia desde entonces, hombres y mujeres impregnados del pensamiento nacional liberador de San Martín han sostenido a la Argentina en el concierto de países libres, con anhelos soberanos, y muchos otros como en aquel entonces, se arrodillaron al imperio de los poderosos entregando dignidades, libertades, vida y sangre de muchos hermanos de esta Patria”.
Señaló que “el pensamiento sanmartiniano ha dado a nuestro pueblo el oxígeno que alimenta nuestra sangre liberada, y nos ha permitido generar siempre los anticuerpos para mantenernos en la cima de un pensamiento y acciones para la liberación” agregando que “la creación y fortalecimiento del UNASUR es un eco de la obra sanmartiniana, y la cumbre que gestó y ejecutó Néstor Kirchner en Mar del Plata con otros líderes sudamericanos como Chávez, Lula Da Silva, Evo Morales y otros, sólo se compara con aquel abrazo de San Martín y Bolívar en Guayaquil, sellando la hermandad de nuestros pueblos”.
Dijo que esto parece un signo de todos los tiempos, el pecado de la liberación, de los modelos propios y los proyectos nacionales, como hace dos siglos sigue preocupando a los poderes reales que dominan al mundo. Aquellos que otrora tenían banderas y que hoy sólo se rigen por el símbolo del dólar, y que se mimetizan en sinarquías empresariales que desde las sombras estampan los designios de los pueblos, sin importar el costo en dignidades, vida o muerte”.
Señaló que “hoy mismo esta lucha se plantea en la Argentina, y en gran parte de Sudamérica. En todos lados hay operaciones de debilitamiento de los idearios nacionales y populares”.
Expuso que “un ariete comunicacional de gran poder hegemónico como un eco del mal, martilla constantemente en la información intencionada y deformada para consolidar los intereses externos. Una vez más en la diatriba de nuestro horizonte, la premisa vuelve a ser liberación o dependencia, una vez más debemos dirimir entre ser patria o colonia”.
Dijo que “ninguna Nación que no tenga un proyecto propio se realizará en plenitud, aquellos que no tengan un proyecto de vida, con seguridad vivirán un proyecto de otros, con reglas de otros y resultados para otros. La esclavitud impuesta por los conquistadores hoy no se ejecutan por las armas convencionales, se la hace mediante la penetración comunicacional y a través de la educación que gracias a Dios y nuestras capacidades, la estamos transformando en una herramienta de liberación”.
Finalizó señalando que “el camino que nos lleva de la esclavitud del mercado hacia la liberación, es el proyecto, y su condición principal, como nos enseñó San Martín, es que sea nacional y respetuosamente popular”.
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