El gobernador Daniel Scioli no solamente despliega algunos pequeños actos, sino que además mostró su alineamiento con todos los intendentes del Conurbano que aun conforman el conglomerado del FpV.

Designar al intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, al frente de la Policía Bonaerense, conlleva el mensaje subliminal -según deslizan en gobernación- de que los intendentes no sólo son escuchados por el gobernador, sino que son parte de proyecto político que expresa. Así lo entendió también la mayoría de los alcaldes, al margen de lo que se pueda decir en la sede provincial.

Con la inauguración de la nueva sede del Registro Civil en la localidad de Benavídez, partido de Tigre, la Provincia -es decir la administración Scioli- conectó la primera delegación a un sistema de alarmas que enlaza con la Policía, y por sobre todas las cosas chicaneó al jefe político del lugar.

Según se informó oficialmente, las autoridades esperan implementar el sistema de modo progresivo en las 135 delegaciones cabeceras de toda la Provincia. Pero muy intencionadamente empezaron por Tigre.

Sin "cascabeles"

La incorporación del intendente de Ezeiza al gabinete bonaerense no sería la única modificación que realizaría el gobernador Daniel Scioli antes de que finalice el año, con la intención de recuperar el terreno perdido frente a Sergio Massa, y encaminar su carrera hacia el 2015.

Una danza de nombres de dirigentes leales o que quedaron al margen de los armados electorales ya circulan por los corrillos de La Plata como posibles aspirantes al Ejecutivo. Entre ellos, figura el candidato a primer concejal del FpV de Almirante Brown y titular del IPS bonaerense, Mariano Cascallares, para hacerse cargo del Ministerio de Desarrollo Social bonaerense.

Cerca del candidato intentan "silenciar" estos rumores y aseguran que asumirá su banca en el cuerpo deliberativo browniano. Lo cierto es que ya se habla de la salida de Martín Ferré, que dejaría de manejar la cartera social para volver a recuperar su banca de diputados y reforzar la presencia del sciolismo en la Legislatura.

Libro de pases abierto

Las luces de alarma se encendieron en la gobernación cuando desde el massismo se azuzó la posibilidad de que el subsecretario de Reforma Política, Isidoro Laso, un funcionario clave en el entorno del gobernador, armaba sus petates para irse al Frente Renovador. Pero rápidamente se corroboró que Laso no se mueve.

Al mismo tiempo, se conoció la noticia de que las mudanzas también podían ser al revés. El Frente para la Victoria le "sopló" un candidato al massismo en Hurlingham. Se trata de Clara Eva Castro, integrante de la nómina del Frente Renovador que lleva al hijo del intendente Luis Acuña, Emiliano, como primer candidato. Castro renunció a su postulación y se incorporó al FpV.

Los motivos de Castro son, según se informó a través de un comunicado, 'el rumbo político que tomó tras las PASO el espacio que lidera en Hurlingham Acuña', debido a lo cual optó por dar 'un portazo' y pasar al FpV local que encabeza Juan Zabaleta.

Por los distritos donde gobierna el Frente para la Victoria hay una línea trazada que todos parecen compartir. Nadie lo va a salir a decir, pero todos entienden que para ayudar a "la conductora" hay que hacer campaña enfocando en "lo local", lo que en la jerga se entiende por "despegarse" de la boleta nacional.

"En el actual escenario esa es la mejor táctica", argumentan encogiéndose de hombros.

Contactos que incomodan

También aparecen intendentes que siendo del FpV comenzaron a tender puentes con el massismo, si es que no los tenían antes. La gran disposición del jefe del FR para atender a los intendentes del FpV molestó a la tropa propia, que en algunos casos habían salido triunfadores en las PASO.

El caso que todos mencionan es el de Ituzaingó. El intendente Alberto Descalzo, enojado con el frente interno porque no levantó la lista de Nuevo Encuentro que entiende que le quita votos a la lista del FpV, decidió establecer comunicación con Sergio Massa, donde encontró algo de calma.

Pero el ex secretario privado de Descalzo y actual cabeza de lista del FR, Roberto Rocha, montó en cólera por la actitud de su jefe político. En el entorno de Rocha entienden que así no se defiende a la gente que se jugó por el Frente Renovador. Y nadie adivina qué puede llegar a pasar en octubre.

Pero no es la única forma que toma la interna en el FR. En Pilar, en tanto, si bien no hubo interna, la "colectora" de Unión Popular elevó la temperatura de la elección. Allí, el senador Jorge D'Onofrio se propuso menguar los votos de la lista del intendente Humberto Zúccaro, la oficial, que se impuso por más de 20 puntos en las PASO. Pero la historia prosigue: D'Onofrio llamó a construir un Frente Renovador "sin Zúccaro".

Similar es el caso de San Isidro, el acercamiento de Gustavo Posse al FR quedó marcado como un pacto de supervivencia del ex radical que llegó vestido de macrista, pero Massa habilitó la lista de su suegra, Marcela Durrieu para competirle. "Un gran porcentaje votó en contra de Posse y vamos a trabajar pensando en eso, porque la ciudad necesita cambios", dijo la candidata, que no se había animado a tanto en las PASO.

En La Plata las cosas llegaron a un punto más tenso. Es así que esta semana la concejal platense Jacinta Tritten conformó su propio unibloque "Frente Renovador-Concertación Plural" y así se produjo la fractura oficial del bloque massista en el Concejo Deliberante de la capital bonaerense.

Vaivenes en el Sur

Las corrientes que responden a Sergio "Tigre" Massa en Avellaneda y Lanús, presentan vaivenes cada semana, peleas en el segundo caso y hasta inesperadas sorpresas.

En Avellaneda, más precisamente en el local de avenida Mitre y Suárez -que responde a la diputada Mónica López, y antes sirvió de bunker de los seguidores de Francisco de Narváez- se reunieron el diputado nacional Alberto Roberti, los diputados provinciales Mónica López y Jorge Scipioni y el senador bonaerense Baldomero Alvarez de Olivera -dijo que quiere volver a la intendencia en 2015-, para asegurar que trabajarán por el triunfo del Frente Renovador en las elecciones del 27 de octubre. El que no estaba fue Armando Bertolotto, titular del HCD avellanedense, hoy por hoy sin buenas migas con los miembros de La Juan Domingo, sumados de hecho y mediante conferencia al massismo.

"Sabemos que en nuestra ciudad hay distintos sectores y partidos que presentan candidatos y habrá una sana competencia. Entre compañeros peronistas aceptamos las diferencias y vamos a trabajar juntos. No somos como el gobierno, para quien la sociedad se divide en amigos o enemigos", sostuvo "Cacho" Alvarez -presidente del Justicialismo local-, que reconoció apuntar a jugar por la intendencia en el 2015. Mientras tanto, el PJ del distrito hace 18 meses que no se reúne y octubre será el mes de "poner la casa en orden", teniendo en cuenta que el intendente Jorge Ferraresi -Frente para la Victoria puro- es el vice pejotista.

Broncas en Lanús

Las peleas y reconciliaciones están a la orden del día en Lanús entre políticos, ediles y dirigentes que responden a Sergio Massa. Según cuentan, una reunión de comando electoral casi termina a las piñas entre los que apoyan al actual senador bonaerense José Luis Pallares y los partidarios de Nicolás Russo -amplio ganador de las PASO hace un mes-, quienes de acá en adelante se separarían para el proselitismo. Con ese episodio, los que saben "la cocina del problema" indicaron que el sector quedaría dividido en tres partes, entre los 4 primeros candidatos: Nicolás Russo, el primero, va por la suya; Noelia Quindimil -sobrina nieta de Manolo- y Alberto Torres -2º y 3º de la lista 504- con el pallarismo; y el cuarto, Gabriel Di Masi, siempre hizo rancho aparte, y lo haría tras ganarse la minoría.

La "sangre llegó al río" por un informe de la Universidad de Lanús, que reflejó que la boleta de Russo registraba un mejor desempeño en la zona Oeste del distrito que fiscalizó la gente de Pallares -se decía que no contaba con todos los fiscales, pero...-, que en el Este controlado por el ex presidente "Grana".