El asesinato de la hija del custodio de Bullrich escaló políticamente en la Legislatura. Los jefes comunales buscan estrategias y Sergio Berni se asienta en el Senado con proyectos propios.
Por: Facundo Cottet.
La inseguridad en el conurbano bonaerense se mete de nuevo en la agenda política. El asesinato de Uma Aguilera, la hija de 9 años de un custodio de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que fue baleada en un intento de robo en la localidad de Villa Centenario, en el partido de Lomas de Zamora, fue el detonante de una serie de movimientos que pusieron a la política bonaerense con la guardia alta y cuya conflictividad se buscará resolver, también, en la Legislatura.
Desde que ocurrió el episodio en Villa Centenario -y la seguidilla de escenas de sangre que se acrecentó en los últimos días-, la oposición viene cuestionando el accionar del gobierno de la provincia de Buenos Aires. En el medio, los oficialismos locales buscan mostrarse proactivos. Tras el asesinato de Uma, el intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín, activó una serie de reuniones con el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, primero, y con el intendente de Lanús, Julián Álvarez, este lunes.
Alonso hace un mes y medio que es ministro. Sin embargo, el esquema de trabajo es el mismo que su antecesor, Sergio Berni. De hecho, Alonso era el Subsecretario de Formación y Desarrollo Profesional cuando Berni fue ministro en el primer mandato de Axel Kicillof. Con el caso de Uma y otros episodios violentos, la figura de Alonso empezó a ponerse sobre la lupa de la oposición.
El pedido de Justicia en Villa Centenario tras el crimen de Uma Aguilera (Gustavo Gavotti)
El senador bonaerense por el PRO Alex Campbell presentó un proyecto en el que requiere la presencia del funcionario de Seguridad en la Cámara alta para que “informe el estado de su cartera en lo que refiere al recrudecimiento de la violencia y los aberrantes hechos de inseguridad que se suscitan en la provincia de Buenos Aires”, e “informe qué medidas se adoptaron desde el Ministerio y cuál será el plan de acción a implementar en lo sucesivo para combatir este flagelo y evitar estos hechos delictivos que arrebatan la vida de personas inocentes todos los días”.
En diálogo con Infobae, el legislador aseguró: “Necesitamos ver a los responsables ponerse al frente del problema verdaderamente y avanzar rápidamente con medidas y recursos para ponerle un freno a los delitos y a la violencia”.
“El gobernador Kicillof y su ministro de Seguridad son los máximos responsables de la inseguridad que se vive en la Provincia de Buenos Aires. Este es un tema en el que no tienen a quien echarle la culpa. Los delincuentes tienen de rehén a todos los bonaerenses que viven con miedo de salir a la calle, de volver a sus casas de noche y de que a sus hijos los maten por un teléfono celular”, agregó Campbell.
El senador del PRO, Alex Campbell
La exposición e intervención que solía tener Berni como ministro es un agregado que le destacaban en la Gobernación. Ahora sin el ex funcionario en el sillón caliente del ministerio de Seguridad, la figura de Kicillof acapara las luces cuando se desencadena algún hecho trágico. Ese rol es algo incómodo para el mandatario provincial; que suele contestar con los datos de la Procuración referidos a los homicidios dolosos.
En los informes anuales que elabora el Ministerio Público Fiscal se evidencia una baja en lo que hace a los delitos del tipo homicidio doloso consumado. En el informe de 2022 sostienen que hubo -a través de un análisis sobre las Investigaciones Penal Preparatoria- 716 homicidios, contra 797 registrados en el año 2021. Los principales focos de conflicto son el conurbano, La Plata y Mar del Plata. La baja representa un 10% respecto al 2021. Los móviles de los homicidios son: conflictos interpersonales, violencia en el ámbito del grupo familiar, femicidios, otros homicidios en contexto de violencia de género, en contexto de robo, cometido en el contexto de otro delito (que no sea robo), ajuste de cuentas, cometido en contexto de comercialización de estupefacientes, legítima defensa, cometido por agente de fuerzas de seguridad en el contexto de sus funciones y/o alegando intervención ante un delito, que resiste/repele otro delito, conducción temeraria o motivación indeterminada.
El caso de Uma tuvo pronunciamiento de todo el arco político. Desde el presidente Javier Mieli hasta el intendente de Lomas de Zamora; con la vicepresidenta Victoria Villarruel y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich yendo al velorio. Kicillof planteó sobre ese tema un mensaje a la Justicia: “La Policía de la Provincia encuentra el responsable, lo apresa y después queda en manos de la Justicia. Así que estas cuestiones requieren que el Poder Judicial se ponga a la altura de las circunstancias. Si logramos capturar a algún responsable, lo llevamos a la comisaría y después queda a disposición de un juez. Si ahora está libre... Lo he dicho mil veces, es un hecho real, no es una discusión, es objetivo: no resuelve la Provincia cuándo dar libertades o cuándo dejar presa a una persona”.
La nueva composición del Senado bonaerense es un terreno fértil para convertirse en ámbito de disputa política y discursiva por la inseguridad. El proyecto que presentó Campbell es un agregado a figuras de peso en la materia como el ex ministro de Seguridad bonaerense -que ocupa una banca por el oficialismo representado Segunda sección electoral-; la senadora del PRO, Florencia Arietto; o el ex intendente de San Miguel y uno de los impulsores de la Policía Local, Joaquín de la Torre, entre otros. Es probable que el ex ministro de Seguridad pida la presidencia de la comisión de Seguridad en la Cámara alta provincial.
Cuando estalló el caso de Uma, Berni dijo que uno de los motivos por los que había decidido ser senador era para darle celeridad a las iniciativas legislativas referidas al combate contra la inseguridad. Habló del proyecto de reforma policial que presentó el Ejecutivo y apuntó a la vicegobernadora, Verónica Magario. “No voy a permitir que lo cajonee -al proyecto de ley- como lo hizo”. También elogió al ministro de Justicia de Milei, Mariano Cúneo Liberona. “Celebro que haya gente como el ministro actual que puso en el tapete la problemática que impide que delincuentes de esta calaña -los asesinos de Umma- estén en libertad”, afirmó.
Los intendentes Federico Otermín (Lomas de Zamora) y Julián Álvarez (Lanús)
La inseguridad también es uno de los temas con los que deben convivir -sobre todos- los intendentes del conurbano bonaerense. Del encuentro entre Otermín y Álvarez que se realizó ayer se acordó montar operativos en conjunto ya que ambos distritos (Lomas de Zamora y Lanús) son lindantes uno del otro. Villa Centenario, Villa Fiorito y Villa Caraza son los puntos calientes.
Hace algunos días, Lanús acordó el arribo de 240 policías, 10 móviles y 12 motos con sus respectivos conductores y la construcción de una base operativa de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI).
En Quilmes, la intendenta Mayra Mendoza, había exigido más presencia de fuerzas federales tras el asesinato de Damián Costa. Se trata del hombre que el mes pasado fue fusilado por dos motochorros que lo interceptaron en la esquina de la Avenida Calchaquí y Jujuy para robarle la motocicleta Honda Tornado en la que circulaba. Un homicidio a plena luz del día que incluso fue filmado por transeúntes que se trasladaban por la zona. “Nuestra tarea es trabajar para brindar mejores condiciones de vida a nuestra comunidad, exigiendo personal idóneo para el cuidado de nuestra población”, planteaba la jefa comunal.
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