El proyecto del presupuesto 2019 de María Eugenia Vidal comenzará a mostrar en los próximos días el rumbo de las primeras negociaciones. El martes, la bancada de legisladores que responden a Martín Insaurralde se unirá al bloque del kirchnerismo duro para analizar el impacto del presupuesto sobre los municipios.

A más de 10 días de haber ingresado el proyecto de gastos y recursos, los bloques opositores mantuvieron cautela sobre el presupuesto. Pero el martes arrancan las discusiones formales y la decisión de Insaurralde de unirse al kirchnerismo duro podría adelantar la postura de su bloque.

En el gobierno, apuestan a una negociación a tres bandas: Una con el bloque de los intendentes; otra con el Frente Renovador de Sergio Massa y una última -la más fácil- con un bloque de cuatro diputados que confluyen en el Frente Amplio Peronista.

Vidal transfiere a los intendentes un gasto extra de $2.500 millones por el Ceamse

En Cambiemos descuentan que la bancada que responde a los intendentes acompañará el presupuesto y las leyes que lo acompañan: endeudamiento y aumento de impuestos. ¿El motivo? En diciembre del año pasado, el bloque de Insaurralde se quedó con la vicepresidencia de la Cámara de Diputados. Un cargo que, lejos de ser una formalidad institucional, lleva consigo el poder de la doble firma.

La doble firma supone que cada expediente (desde el mas importante hasta el mas secundario) debe ser firmado por el presidente y el vice de la Cámara. Por eso, quien ocupa ese lugar tiene la responsabilidad de garantizar la gobernabilidad del gobierno.

"El acuerdo por la vicepresidencia incluyó el presupuesto", dicen en Cambiemos. En términos llanos esto implica que el bloque de diputados de Insaurralde debe aprobar el presupuesto (con endeudamiento y ley impositiva).

El problema para Insaurralde es que en julio definió que su estrategia electoral de cara al año próximo será jugar con Cristina Kirchner. Incluso asoma como posible candidato a gobernador, en una pulseada que incluye a los matanceros Verónica Magario y Fernando Espinoza.

Los intendentes aceptan afectar el 100% del Fondo Educativo a obras si Vidal hace lo mismo con los recursos de Provincia

El líder de Lomas se encuentra en una encrucijada: rechazar de plano el presupuesto en sintonía con Unidad Ciudadana o cumplir el acuerdo con Vidal y tensionar su relación con Máximo Kirchner. Por lo pronto se sabe que la presión del hijo de la ex presidenta es fuerte, pero si se encolumna con el kirchnerismo duro, podría complicar a la Gobernadora la sanción del presupuesto.

En cuanto a Massa, se sabe que delegó la negociación en un puñado de legisladores que se abocarán a resolver cuestiones técnicas del presupueto mientras él en persona mantiene un canal abierto con la Gobernadora.

Entre los pedidos del líder del Frente Renovador figura una ley para que los intendentes desdoblen la elección respecto de Nación y Provincia. Algo que por ahora Vidal se niega de plano.

El martes, llegarán a la Legislatura intendentes del Conurbano y el extenso interior bonaerense y serán recibidos por legisladores del kirchnerismo duro y de la bancada que lidera Insaurralde.

El principal desafío para los intendentes en esta negociación será morigerar el impacto del ajuste sobre las cuentas municipales. Es que en el presupuesto provincial, Vidal trasladó a los municipios buena parte del ajuste que la Rosada impuso sobre la provincia de Buenos Aires.

Según el presupuesto, del ajuste de unos 40.000 millones sobre la provincia, Vidal trasladó unos 15.000 sobre los municipios en el traspaso de los subsidios a las líneas locales de colectivos, la tarifa social eléctrica y una compensación que la Provincia le paga al Ceamse.

Vidal se niega a desdoblar la elección de Provincia pese a la presión de los intendentes

Pero además, a los intendentes les preocupa el bajo presupuesto para obras públicas. El jueves, el ministro de Infraestructura, Roberto Gigante, pasó por la Legislatura y dejó en claro que los fondos para obras "son pocos".

Otro punto caliente del presupuesto para los intendentes es el porcentaje del Fondo Educativo que los municipios deben afectar a obra pública. Se trata de una partida que el gobierno nacional gira a las provincias y que a su vez, una porción, éstas deben girar a los municipios para gastos educativos.

La pelea que se viene dando en los últimos años tiene que ver con el destino que finalmente los intendentes dan sobre esos fondos. Mientras desde el gobierno provincial insisten en que deben afectarlos a obras de infraestructura en las escuelas, los alcaldes prefieren gastarlos en salarios a docentes por fuera de la educación formal (por ejemplo, talleres en los barrios).

El proyecto del presupuesto obliga a los intendentes del Conurbano a afectar el 100% de ese fondo a obras en las escuelas. Como trasfondo asoma el drama del estado de las escuelas públicas que tuvo epicentro en lo sucedido con la explosión en la escuela de Moreno.

Como parte de la negociación que se profundizará en las próximas horas, los intendentes dicen que aceptan la imposición de afectar la totalidad del Fondo Educativo para obras siempre y cuando el gobierno provincial también afecte el 100% de lo que recibe de Nación para arreglar las escuelas.