Habló por primera vez con EL LIBERAL, contó su historia y las relaciones con quienes la acusan de apropiarse de viviendas.
M. C. -vestida de ropa oscura, portadora de un rostro muy particular y su cabellera rubia, con un Nuevo Testamento en la mano- se presentó en la Redacción y se mostró sorprendida por la actitud de su ex pareja ‘quien -dijo- no acepta’ que ésta rehizo su vida junto a otro hombre.
‘Llegué a la casa de E. M. en Bº Smata, como su pareja. Convivimos durante cuatro años y lo denuncié porque el día de Navidad cuando quise salir de la casa para saludar a mis familiares, él me agredió y me apuntó con un arma. Quería matarme. Me tenía encerrada y encadenada. No llegué y alquilé como él dice’, expresó indicando que pese al tiempo que vivió en el lugar no recuerda la dirección de la vivienda.
La sindicada por sus ex de ser una ‘inquilina hot’, expresó que reside actualmente en Ampliación Primero de Mayo, en la ciudad de La Banda, junto a sus tres hijos, su madre anciana y su esposo, con quien contrajo matrimonio en el mes de septiembre del año 2012. Según propias palabras, esta es su tercera pareja.
La vivienda -donde además funciona una iglesia evangélica- pertenece a una mujer, quien denunció ante este medio a M. C. de haber entrado a su propiedad alquilando y luego no le pagó más.
‘No soy una usurpadora’
Con respecto a esta acusación la ‘inquilina’ dijo: ‘No soy usurpadora. Ellos (por los dueños) me hicieron un papel donde decía que estaban al día con todos los impuestos. Con el tiempo me llegaron embargos por las deudas y tuve que pagar para que no me quiten las cosas’, sostuvo.
La mujer además de aclarar que pagó las deudas que tenía la casa, admitió que hizo todos los papeles para quedarse con el inmueble ya que la verdadera dueña la utiliza para lucrar. ‘Ella no necesita la casa. Yo no tengo a donde vivir’.
M. remarcó que la dueña de la casa donde vive ‘desapareció y no supe a donde ir a pagarle, No sé a dónde vive’.
Con respecto a la casa que tenía con su primera pareja en el barrio Mishqui Mayu, dijo que cuando se divorciaron ‘se hizo la división de bienes, nos repartimos la mitad. Esa casa fue quemada por mi marido y allí perdí todo. Yo perdí todo y nadie hizo nada’, explicó.
‘No soy hot. Ni viuda negra. Soy una mujer que quiere vivir tranquila. Que tuvo una vida muy dura’, finalizó.
Investigación
Cabe remarcar que por las denuncias realizadas por las supuestas víctimas de la mujer, los jueces Darío Alarcón y Miguel Moreno reactivarían las sendas denuncias contra la llamada ‘inquilina hot’.
El mismo se realiza en el palacio de Justicias de La Banda.
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