Por Daniel Lovano
Asì lo anunció ayer el diputado provincial César Valicenti. Los trabajos comenzaron durante la gestión de María Eugenia Vidal a mediados de 2017 y se paralizaron en abril de 2019. "Hay una comunicación directa de la Corte con el ministerio de obras públicas y están todas las voluntades coordinadas" dijo el político hinojense.
Rara paradoja podría resumir la gestión de la ex gobernadora María Eugenia Vidal al frente de la administración bonaerense.
Recibió centros de salud de alta complejidad en el conurbano bonaerense, llave en mano, y se negó a inaugurarlos.
"No voy a abrir hospitales nuevos porque es una estafa a la gente" argumentó a fines de 2017, sin imaginar la demanda inédita por venir con la pandemia que azotaría al planeta tan sólo dos años más tarde.
Como contrapartida anunció la construcción de un Polo Judicial en pleno centro de Olavarría.
La mega apuesta se puso en marcha a mediados de 2017 con un presupuesto inicial de casi 425 millones de pesos y la promesa de inaugurarla en unos 700 días.
En abril de 2019, último año de su mandato, la obra frente a la plaza que lleva el nombre del fundador de Olavarría (Alvaro Barros) fue paralizada.
La ingeniera de la empresa "Bricons Saicfi", Silvabel Díaz Maimone, aceptaba a fines de abril de 2019 que "los trabajos se paralizaron debido al aumento de dólar, donde los precios ya no son los mismos. La Provincia los frenó. No se actualizaron los precios y hay que frenar".
Al poco tiempo el intendente Ezequiel Galli manifestaba a EL POPULAR que esta obra "no la está haciendo ni la Gobernadora ni el Ministerio de Infraestructura de la Provincia. La está haciendo la Suprema Corte de Justicia de la Provincia".
Estas declaraciones fueron retrucadas por Eduardo de Lazzari, ex presidente del máximo tribunal provincial, quien le solicitaba al jefe comunal que "le brinde a la comunidad de Olavarría información veraz y adecuada que asegure la estricta comprensión sobre (...) el referido proyecto".
En el informe difundido se agregaba que "la obra Construcción Complejo Judicial Olavarría corresponde al Ministerio de Infraestructura de la Provincia de Buenos Aires".
Desde hace casi tres años los olavarrienses no han dejado de preguntarse si alguna vez se terminará ese "elefante blanco", de cuya presencia avisa a casi toda la ciudad la enorme grúa torre amarilla que se levanta decenas de metros por encima de la mole de hierro y cemento.
Tal interrogante tuvo ayer una respuesta alentadora por parte del diputado provincial olavarriense César Valicenti. "Es inminente" anticipó.
Luego de una reunión de bloque que se prolongó hasta pasadas las 19, en una charla con este medio el político hinojense ofreció detalles de la cuestión que desvela a una porción importante de la sociedad olavarriense, en especial a los vecinos.
"La obra se va a reanudar. Se estaba intentando destrabar una cuestión judicial. Recordemos que esta obra fue denunciada por los ministros de la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires al gobierno de María Eugenia Vidal por sobreprecios y al haber una denuncia penal estaba parada" comentó.
"El gobernador Kicillof desde un primer momento tuvo la voluntad política de reactivar la obra y destinó fondos para ello. Estamos hablando de muchísimos recursos, pero se necesitaba la habilitación de la Justicia" subrayó Valicenti.
Valicenti reveló que inició "gestiones personalmente frente a la Suprema Corte, con los diferentes colegios de magistrados, de abogados e inclusive de ingenieros, que estuvieron haciendo un trabajo muy importante en el Polo Judicial de Olavarría, y con la voluntad política del Gobernador, del ministro de justicia Julio Alak y del ministro de infraestructura Nardini se están articulando los pasos para reactivar la obra".
Ello sería posible con un permiso del fiscal general de La Plata. "Para que no se interrumpa la investigación judicial durante la reanudación de la obra, pero que se pueda avanzar, y esto es inminente. Yo volví a hablar hoy (por ayer) con el ministro de infraestructura".
Valicenti calificó al Polo como "una obra muy importante para el Poder Judicial; una obra pública que requiere mucha mano de obra, y la Ciudad se merece su finalización".
El presidente del bloque del Frente de Todos advirtió que "no fue el único Polo en la provincia de Buenos Aires que quedó abandonado. A nosotros nos interesa el de Olavarría, porque es el de nuestra querida ciudad y es una obra que está emplazada en el centro. Además, tiene muy preocupados a los vecinos".
En el recorrido de esta obra hay una rescisión de contrato y habrá un nuevo llamado a licitación pública.
"Ese procedimiento la va a llevar adelante el Ministerio de Obras Públicas para poder reanudar la obra lo más pronto posible" opinó.
Sobre plazos y fechas prefirió no arriesgar: "Me están diciendo que es inminente, porque hay una comunicación directa de la Corte con el Ministerio de Obras Públicas y porque en este momento están todas las voluntades coordinadas. Será cuestión de estar atentos en el transcurso de esta semana para ver qué respuestas tenemos".
Sobre el monto de la inversión para culminar el Polo, Valicenti informó que en el presupuesto provincial están contemplados en primera instancia unos 500 millones de pesos, pero "son valores, tanto el de la mano de obra como los materiales, que se están actualizando permanentemente. Es una inversión muy importante; diría que es una de las más importantes en nuestra región".
Los planos para la esquina de 25 de Mayo y Bolívar proyectan una obra de 12.700 metros cuadrados distribuidos en cuatro pisos.
Su culminación permitirá albergar en un mismo sitio la totalidad de las dependencias judiciales de la Ciudad, y habilitará a que comiencen a funcionar los juzgados de Familia 1 y 2 de manera paralela y se descomprima la grave situación edilicia en la que se encuentra este fuero en el edificio de la calle General Paz y el Ministerio Público Fiscal de Rufino Fal y Moreno.
Aquel informe del Centro de Ingenieros
El Centro de Ingenieros de Olavarría hizo un par de años atrás un crudo informe sobre el estado de la obra y exhortó "a los actores gubernamentales a acelerar soluciones en búsqueda de la continuidad y culminación del Polo Judicial de Olavarría".
Sobre el exterior del edificio identificaba, entre otras cosas, que "cuando se circula por las inmediaciones de la obra, puede observarse que la misma es delimitada parcialmente por un cerco precario".
"Esto constituye un claro riesgo para los transeúntes, ya que se encuentra en un estado de deterioro avanzado, con puntas y filos que pueden engancharse y cortar fácilmente ropa o causar daños físicos".
"Otro tema a resaltar es el riesgo eléctrico al que se expone quien transita por la zona, pues pueden observarse a simple vista chicotes de cables pelados o tomacorrientes que aún están electrificados" advertía.
Sobre la grúa torre apuntaba que "la fundación de la misma está en un sector inundado. Esta situación es de vital importancia, ya que las fundaciones del equipo son una de las zonas más sensibles, y al estar en agua se registra una situación ideal para el avance de la corrosión".
La inspección del interior de la obra revelaba que su estado de avance que no superaba el 40 por ciento.
Entre sus comentarios mencionaba "en algunos sectores (columnas, vigas y losas) eflorescencias, debido a que en su parte superior se genera una acumulación de agua".
El informe denunciaba "en algunas columnas y losas el inicio de corrosión interna de las armaduras, posiblemente que quedan expuestas a la intemperie y la acción de los agentes climáticos".
"Los sótanos de la obra se encuentran inundados en más de un 50 por ciento de su superficie" decía.
También que "en varios sectores de la obra se pudo observar la existencia de materiales que posiblemente ya estén certificados y pagos, pero que no están colocados (como por ejemplo aberturas)".
Sobre el sótano, también marcaba que "se verificaron diversos sectores con camas, colchones y diversidad de elementos que llevan a la conclusión de que la obra está siendo utilizada para vivir y/o pasar la noche por varias personas".
La totalidad de la obra tenía (y tiene) gran cantidad de huecos de ascensores, cuya altura de caída libre se estima en más de 10 metros; huecos de escalera sin cartelería indicativa de riesgo, sin baranda, ni las protecciones mínimas correspondientes de resguardo para las caídas al vacío.
En sus conclusiones afirmaba que "mientras la obra no se reanude, el deterioro no sólo continuará, sino que se irá acrecentando, lo que indefectiblemente generará mayores costos en ponerla nuevamente en marcha".
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