Tanto la iniciativa para convertir en un parte público los terrenos del Costa Salguero como otra para que se reconozca a los enfermeros y enfermeras como personal de salud avanzan.
por Werner Pertot
Acostumbrado a gobernar con una mayoría holgada en la Legislatura, los tiempos de Horacio Rodríguez Larreta no han sido de sobresaltos en la discusión parlamentaria. Pero, en medio de un escenario donde gana elecciones que le permiten sostener (o al menos no disminuir mucho) esas mayorías, una herramienta de la Constitución porteña que no había tenido nunca un uso efectivo comenzó a aparecer cada vez más presente: se trata de las iniciativas populares. Son un mecanismo por el cual la población puede presentar proyectos de ley y, si reúnen una cantidad de firmas equivalente al 1,5 por ciento de la población, deben ser tratados por la Legislatura. Está claro que el “ser tratados” no garantiza que se los aprueben, pero no hay mayor muestra de despreciar la voluntad popular que rechazar una iniciativa que lleva el mismo nombre. Y se vienen varias.
La primera que consiguió pasar todos los pasos para llegar a la Legislatura es la que propone que los terrenos de Costa Salguero se conviertan en un gran parque público gratuito y con vista al rio. Larreta ya dijo varias veces que no comparte ese proyecto y el mismo día que entró a la Legislatura la iniciativa popular hizo una curiosa presentación en la que anunció que la Ciudad iba a recuperar 25 kilómetros de espacios con vista al río. Visto de cerca, es un compilado de otros proyectos que ya habían presentado, pero sirvió para no mostrar las intenciones reales de privatizar toda la costa.
Las iniciativas populares tienen que reunir una cantidad de firmas (aproximadamente, más de 40 mil) y luego pasan por un período de validación a cargo del Tribunal Superior de Justicia porteño (que toma una muestra de las firmas y la valida). La convalidación por parte del TSJ marcó la entrada de la primera iniciativa popular en la historia de la Ciudad, que es nada menos que la que busca frenar la oleada privatista de los terrenos del río. A partir de ahora, la legislatura tiene un año para tratar el proyecto.
El único antecedente similar es la iniciativa popular que dio lugar a la creación del Parque de Flora Nativa "Benito Quinquela Martín", en La Boca. Pero, en ese momento, cuando las organizaciones barriales iban por las 17 mil firmas, el proyecto fue tomado por los legisladores y lo convirtieron en ley antes de que fuera necesario llegar a las 40 mil adhesiones. Acá, por supuesto, no ocurrió nada por el estilo.
"Esto es un hito, es la primera vez en la historia de la Legislatura que se va a tratar un proyecto que presenta el pueblo mediante este mecanismo", destacaron las organizaciones sociales, políticas y ambientalistas que estuvieron un año juntando firmas y militando el proyecto.
Mientras tanto, Larreta sigue intentando que el TSJ le de la razón y le deje vender los terrenos, que hoy tienen su venta frenada por fallos de primera y segunda instancia. Nunca está de más recordar que los fallos advierten que el jefe de Gobierno forzó la venta de los terrenos violando las reglas constitucionales. Es una cuestión que normalmente se pasar por alto, mientras Larreta se escandaliza por las jugadas del kirchnerismo en el Senado y habla de las “trampas a la democracia”. Esa ley la sacó sin doble lectura (dos votaciones y una audiencia pública), porque necesitaba las mayorías de 2019. De la misma forma, tres bloques que integran Juntos por el Cambio se quedaron con todas las autoridades de la Legislatura, dejando con cero lugares a la oposición. Rara la distancia entre las palabras y las cosas.
La misma semana en que la iniciativa popular de Costa Salguero completó el proceso para llegar a ser tratada por la Legislatura, otra inició el mismo camino. Se trata de la iniciativa que impulsa el reconocimiento de la carrera de enfermería en el escalafón de profesionales de la salud de CABA. La Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE) de la Ciudad de Buenos Aires informó a mediados de la semana que alcanzó las 40 mil firmas necesarias. Ahora deberá pasar por el mismo mecanismo de convalidación del TSJ.
Desde que el oficialismo porteño aprobó en 2018 la Ley 6035, que relegó a los y las enfermeras al escalafón administrativo, la exigencia de reconocimiento como profesionales se transformó en el eje central de los reclamos del sector, que percibe salarios de menos de la mitad de lo que cobraría con la incorporación de la carrera a la ley.
Es un dato que, en tiempos en que la Legislatura viene hegemonizada por un único sector político, y sin las disputas que se solían dar en otras épocas, estén apareciendo las iniciativas populares como un mecanismo para mostrar la insatisfacción con el no tratamiento, el ninguneo o la no discusión de ciertas realidades. Habrá que ver qué hace Larreta con esas iniciativas y qué consecuencias tiene su rechazo.
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