El 2020 será recordado como un año desastroso. En todos los planos: sanitario, económico, social, psicológico. En el país, la caída de la actividad alcanza niveles récord. Y en Río Cuarto, el Estado tampoco estuvo a salvo de las consecuencias: los ingresos municipales tuvieron caídas que van desde el 1,64 al 42,6 por ciento.

Según el informe oficial, en los primeros 11 meses del año -diciembre todavía no está computado porque está en curso- los ingresos acumulados de la Municipalidad totalizaron 2.262,5 millones de pesos, lo que representa una suba del 22,27 por ciento en términos nominales con respecto al mismo período del año anterior.

Pero si se considera el efecto de la inflación, en términos reales hubo una caída en los ingresos municipales, lo que implica una pérdida en el poder del Estado para resolver los inconvenientes que tiene la ciudad.

Comercio

El impuesto más importante para la Municipalidad es Comercio e Industria, que representa un 37 por ciento del total.

Durante todo el 2020, el Comercio tributó un 29,3 por ciento más que durante el año anterior. Sin embargo, en términos reales la recaudación cayó un 10,04 por ciento. Como la contribución se define a partir de la facturación de los negocios, la baja está indicando cuál fue la magnitud de la baja de la actividad en el rubro más trascendente de la economía de la ciudad.

El Emos representa el 14 por ciento de la recaudación municipal. En términos reales, la caída del ente de agua y cloacas fue considerablemente más pronunciada que la de Comercio e Industria; sufrió en sus ingresos una baja del 20,03 por ciento.

El principal inconveniente del Emos pasa no sólo por el mantenimiento de la infraestructura y la necesidad de prestar el servicio, sino por el hecho de que en 2021 debe hacerse cargo de la nueva Planta Cloacal. Por eso, para reforzar los ingresos iniciará el año con un incremento del 44 al 45 por ciento que deberán afrontar los usuarios. Además, habrá una serie de incentivos para que la gente se ponga al día.

Otra contribución relevante es la que se aplica sobre los Inmuebles, que al igual que el Emos representa el 14 por ciento de los ingresos municipales.

En el caso del Inmobiliario, la baja en términos reales alcanzó el 6,59 por ciento, mientras que nominalmente creció el 37,4 por ciento entre enero y noviembre de este año.

El Fondo de Obras Públicas, con el que se financian los programas de infraestructura de la ciudad, registró una retracción del 13,07 por ciento, mientras que el Fodis, que tiene como destino gastos sociales, cayó todavía más: el 16,69 por ciento.

En cuanto al rubro “Otras Contribuciones”, en el que se agrupan los demás ingresos propios que tiene la Secretaría de Economía, la baja alcanzó el 42,63 por ciento.

Coparticipación

El informe también considera los fondos que llegaron a la ciudad en concepto de coparticipación. Hasta noviembre, habían llegado 1.548,7 millones de pesos, de los cuales el 85 por ciento está compuesto por la coparticipación propiamente dicha y el resto se compone por el Fofindes, que es el fondo para la descentralización de la salud, el impuesto al cheque, el bono del Consenso Fiscal y el Fasamu (Fondo de Saneamiento Municipal).

Entre 2019 y 2020, la coparticipación pasó de 935,3 millones a 1.322,6 millones de pesos. Esto marca un incremento interanual del 41,41 por ciento en términos nominales.

En términos reales, la coparticipación propiamente dicha registró una caída del 2,07 por ciento, mientras que el Fodindes también bajó aunque el 1,84 por ciento.

En comparación sólo creció el Fasamu (0,41% en términos reales), mientras que el impuesto al cheque tuvo una merma del 16,97 por ciento y el Bono de Consenso Fiscal se retrajo el 30,1 por ciento.