Aunque los ingenios están actuando dentro de los parámetros permitidos, la disposición del contaminante no es la óptima, y además, la sequía reinante en la cuenca Salí Dulce, hace que cualquier acumulación resulte peligrosa y crítica para el ambiente.

Extraoficialmente, se supo que los controles se hicieron en el ingenio Santa Rosa, con resultados “relativamente positivos”, porque si bien no hubo inconvenientes, se observó la acumulación de millones de litros de vinaza. Basta recordar, que esta firma fue sancionada con la suspensión provisoria de la producción de bioetanol, ya que uno de sus piletones rebalsó y se produjo un pequeño vuelco. La vinaza es el desecho que se produce durante la elaboración de alcohol de la melaza de caña y años atrás cuando fue volcado de manera cruda a los ríos y arroyos produjo mortandades de peces. Según trascendió de los controles, el ingenio Santa Rosa es el que más desecho tiene acumulado junto con el Santa Bárbara, quien también había sido observado por acumular al inicio de la zafra, una importante cantidad de desechos. Ante esta situación, desde Santiago del Estero se piensan redoblar los controles sobre estas dos firmas, mientras continúan las inspecciones a las demás industrias tucumanas. Como dato positivo, se rescata que el ingenio Leales está recirculando toda el agua (reutiliza el líquido), lo que es visto como un hecho auspicioso.

“Algunos industriales tienen interés en producir mejor y entendieron que también se puede, más allá de que puede haber algún problema. Toda el agua se usa para recircular la ceniza, se la usa para riego”, comentó un alto funcionario al respecto. La reutilización del agua, obedece también a un pedido de las autoridades de Tucumán, de optimizar el uso del agua en virtud de la sequía que se abate sobre la provincia.