Durante la ceremonia estuvieron presentes el decano de Ingeniería Marcos Actis; el director ejecutivo del Departamento Alejandro Patanella; y la vicepresidenta académica de la Universidad Nacional de La Plata, Ana Barletta.

También asistieron docentes, no docentes, alumnos y egresados de la carrera. Asimismo, participaron autoridades del Consejo Profesional de Ingeniería Aeronáutica y Espacial; integrantes de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y autoridades de la unidad académica, entre otros.

“Durante las últimas décadas, Aeronáutica pasó a ser un Departamento pujante, lleno de energía y con ganas de crecer. Esta transformación comenzó a fines de los años ‘90, cuando empezamos a reemplazar lo que era el edificio de madera, donde cursábamos, y se empezaron a hacer las primeras aulas de cemento y ladrillo. Se construyó con mucho esfuerzo y después, en ese proceso, lamentablemente hubo un incendio que no nos amedrentó, sino que nos sirvió para poner mucho más esfuerzo en poder seguir creciendo”, expresó Patanella.

El ingeniero aeronáutico destacó que, con el paso del tiempo, el Departamento siguió creciendo en cantidad de alumnos, docentes, becarios, integrantes de grupos de investigación y desarrollo. “La carrera pasó de tener 357 alumnos allá por 2006 a 459 en 2016. Los docentes pasaron de 42 en esa época a 87 en el día de hoy”.

El director del Departamento indicó que el crecimiento en el número de alumnos y docentes viene acompañado de la adecuación de los lugares y del incremento de los grupos de trabajo. “Al generar más espacios para los grupos de trabajo se generan también más proyectos, y es todo un círculo virtuoso donde todo es para crecer”.

Un “rancho” con historia

Tanto Patanella, como el decano Marcos Actis, que también es ingeniero aeronáutico, recordaron las viejas instalaciones del Departamento, una construcción de madera a la que tradicionalmente se conocía como “el rancho”.

“El 6 de enero de 2016 empezamos a remover el último sector del edificio original. Muchos de los que cursamos ahí vimos con tristeza como desaparecía el viejo rancho, nuestro querido rancho, pero también veíamos emocionados como de a poco surgía este nuevo edificio”, expresó el director.

Por su parte, Actis decidió hablar ante los presentes como “ex alumno, ex jefe del Departamento, ex director de la carrera Ingeniería Aeronáutica y como docente de la misma. Recordó sus inicios en la carrera, a compañeros y egresados, muchos de los cuales hoy ocupan cargos en grandes empresas o son docentes reconocidos o investigadores prestigiosos en el país y en el exterior. “Sería un viejo rancho pero salieron personas brillantes”, afirmó.

“Cómo no recordar los inviernos, los veranos, las lluvias y el agua que nos pasaba por abajo cuando se inundaba. Una estructura que debería haber sido provisoria y funcionó durante 50 años. Por eso, llegar adonde estamos hoy y haberlo hecho desde adentro realmente es todo un logro”, destacó el decano.

Actis mencionó los desarrollos espaciales en los que participó el Departamento, como el satélite SAC-D y el proyecto Tronador II, entre otros. Rememoró anécdotas y a profesores.

En ese sentido, la vicepresidenta de la UNLP Ana Barletta, como profesora de Historia, también tomó la historia del “rancho” para incluirla en su discurso. “El sentido que se le da al “rancho” es el de una referencia nostálgica de un pasado que queda atrás y se resignifica, que se recrea, que crece como un orgullo para la Facultad y para la Universidad”, reflexionó.

Ampliación y refacción

El Departamento de Aeronáutica se amplió en 3 niveles, continuando con la lógica arquitectónica que tiene el edificio existente. Se buscó la integridad de imagen, la funcionalidad, la vinculación de las tres plantas con las construidas inicialmente y la optimización de los espacios.

La construcción contempla una planta baja con un hall permeable con el acceso principal sobre calle 116, en conexión con el hall existente como una prolongación del mismo y una expansión hacia el jardín que envuelve, un grupo sanitario completo y dos aulas; un 1° piso con tres aulas: 1 aula para 60 personas, 1 para 100 personas y 1 aula taller para 60 personas (todas con sistemas de iluminación LED, proyectores y pantallas motorizadas, paneles acústicos y aires acondicionados de última generación), sala de profesores y consulta; y un 2° piso con un Salón de Usos Múltiples (con capacidad para 100 personas), cocina y sanitarios.

Todas las plantas se vinculan a través de un ascensor y un núcleo de escalera que se suma a la escalera existente. Además, se ampliaron y modernizaron los sanitarios. También se mejoró el acceso a personas con problemas de movilidad realizando una rampa, un sanitario dedicado y un ascensor hidráulico.

La ampliación consistió en la construcción de 764 m², y la refacción de 168 m². Esta obra fue íntegramente realizada con fondos propios provenientes de los trabajos de transferencia realizados por los integrantes del Departamento. Demandó una inversión de 11.704.000 pesos.

Durante el acto, también se inauguró el primer Centro de Certificación Académica de Dassault Systemes del país.