Las cuentas municipales están en llamas según refleja un reciente informe municipal publicado en la página web de la comuna: la deuda pública supera los 624 millones de pesos si se suman los saldos de los últimos cuatro años de la gestión López.
La última bomba, ahora en instancia judicial, son los casi 64 millones de pesos que reclama al municipio la empresa de recolección de basura Relisa, que a mediados de mes amenazó con ejecutar un embargo sobre las cuentas municipales en el Banco Provincia si no se hacía efectivo el cobro de la deuda. En la amenaza, Relisa recordaba que había recibido de la Comuna cheques diferidos a noviembre de este año.
El informe está disponible en la web oficial y sus cifras fueron oportunamente reflejadas en el portal Nova Neocchea, que en las últimas semanas ha sido blanco de ataques de la militancia lopista por publicaciones que han hecho blanco en la gestión del intendente Facundo López:
"Que el último apague la luz" es el lema que circula por la Municipalidad. Los magros resultados obtenidos en las PASO, precipitaron la crisis que se mantuvo en stand by en los últimos meses.
El intendente Facundo López se fue de vacaciones sin avisar al Concejo Deliberante para evitar pasarle el mando a Carolina Robert, edil que él mismo expulsó de su espacio; Sebastián Serrano está de licencia, aunque la explicación oficial dice que visita a su padre enfermo en La Plata, la extraoficial indica que son cuestiones ligadas a la gestión y al menos tres funcionarios andan con muchas ganas de abandonar el barco, pero dos de ellos pretenden recuperar un dinero prestado a la campaña electoral y el tercero busca la creación de "un carguito" en planta permanente por los servicios prestados.
En plena campaña rumbo a las PASO, el funcionario licenciado Sebastián Serrano blanqueó ante los medios que "los servicios los pudimos seguir dando, obviamente a través del endeudamiento con los proveedores", dejando en claro que la deuda municipal se sigue incrementando de manera alarmante.
La deuda pública de la gestión de López creció exponencialmente. Durante el 2016 acumuló 116 millones de pesos, un déficit de 196.181.213,56 pesos en el 2017 y casi 400 millones durante el 2018, es decir que en tres años el jefe comunal generó 712 millones de pesos en deuda, algo así como 650 mil pesos por día.
Pero durante el corriente año la deuda municipal se disparó a niveles impensados. Según el informe publicado por la Municipalidad de Necochea, en el primer semestre del año la comuna acumuló un pasivo que ronda los 233 millones de pesos y un saldo negativo en sus cuentas bancarias de 79.389.601. Aunque se indica que el patrimonio público del distrito tiene un saldo en rojo de 624.668.387,62.
Como si fuera poco, en los últimos días llegó una orden de embargo a las cuentas municipales por un total de 63 millones de pesos. La empresa Relisa SA reclama el pago del convenio firmado en octubre de 2016.
López se había comprometido a realizar los pagos de manera semestral y quedaron pendientes los intereses en cuotas que, según los cálculos preliminares, eran de unos 35 millones de pesos, como indica la sentencia del Tribunal Contencioso Administrativo, el municipio elevó la deuda a casi el doble por incumplimientos".
¿Y dónde está el secretario?
A la gravedad del informe publicado, se suma una desprolijidad que tiene más carácter político que económico: apenas llegó la carta de Relisa amenazando con el embargo de cuentas para cobrar la deuda, el licenciado Sebastián Serrano, a cargo de la Secretaría de Finanzas de la comuna, se alejó de su cargo en circunstancias que aún no quedan claras.
Su alejamiento levantó muchas suspicacias y las razones respondieron a una pésima comunicación que la Comuna en medio de una campaña por la reelección hizo del tema: al conocerse la licencia de Serrano, que ni siquiera fue comunicada a pesar de la situación complicada de las cuentas del municipio y las turbulencias en la economía nacional, la reacción fue anunciar que el funcionario estaba en uso de licencia por un tema familiar.
El jefe de gabinete Mario Gygli salió casi de inmediato a declarar en el programa de radio de Jorge Gómez (Voces de la Ciudad, LVQ Radio) que por un tema familiar el secretario de Finanzas había partido con rumbo a La Plata. La versión indicaba una situación familiar en la que el padre del funcionario se veía comprometido.
En el medio, la molestia en los pasillos de la Comuna fue manifiesta y llegó a filtrarse a los medios de comunicación. Aunque algunos intentaron normalizar la situación, su alejamiento fue un cimbronazo que se sintió con fuerza en el enojo de algunos funcionarios que se sintieron completamente desguarecidos y a la espera de alguien que diera instrucciones.
Pasaron los días y la versión de la licencia cambió de forma: esta mañana el intendente Facundo López confirmó en declaraciones al programa de Marcelo Aspiroz (Radio Nexo), que el funcionario se había tomado vacaciones. Aparentemente Serrano se fue al exterior unos días para despejarse en un intervalo dentro de la campaña electoral que, en realidad, no lo mostró en ningún momento.
Si bien es ineludible comprender que la grave situación económica en medio de la crisis afecta el funcionamiento del estado municipal, sin precios de referencia en el centro de una verdadera tormenta inflacionaria, cierto es que el manejo de la comunicación acerca de la licencia/vacaciones alimentó más dudas que certezas, algo que la gestión López haría bien en afinar si busca mejorar el resultado electoral obtenido el 11 de agosto en las PASO.
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