Por Diego Lanese

Durante la campaña electoral de 1946, que le dio en febrero el triunfo a Juan Domingo Perón, un canto recorría las barriadas del Conurbano bonaerense. “Con tiza y carbón, votamos a Perón”. Es que la propaganda callejera irrumpía en la política nacional, y como no había plata paraafiches, se escribían las paredes. Así nacería esta tradición, que en el sur del Gran Buenos tiene grandes exponentes. Pero el correr del tiempo todo lo cambia, y hoy una campaña electoral es más que pegatinas y pintadas. Las redes sociales ganaron un lugar de privilegio en la discusión y hoy se llega al votante de múltiples formas.

Con la llegada del macrismo a la política, se inauguró una nueva forma de hacer proselitismo. Pese a cierto giro en su simbología, el kirchnerismo mantuvo las bases tradicionales del peronismo. En cambio, el PRO creó -primero en Capital Federal y luego a nivel nacional- una nueva forma de comunicarse con el votante, más cercana, incluso “naif”, pero muy efectiva.

En 2015, el sujeto al que le hablaron los candidatos se fue definiendo según las miradas. Mientras que el actual oficialismo apuntó “al vecino”, la campaña de Daniel Scioli le habló “al militante”. Lo que parece un simple juego de palabras es una diferencia fundamental, que en esta campaña volverá a instalarse.

Esas son las formas. Ahora bien, en los contenidos, la elección aparece como plebiscitaria. El oficialismo buscará juzgar la gestión K, con Cristina Fernández de Kirchner candidata. El Frente Ciudadano apuntará a la actualidad del Gobierno, en especial la economía. El resto de las fuerzas deberán acomodarse en este escenario inicial de polarización para buscar su “nicho” de discusión, con el peligro de quedar afuera de la gran campaña.

Nada es librado al azar. Desde la escenografía de los actos a las fotos y las palabras. Todo está medido. Y cada cosa que ocurra en el país será parte de esta campaña, incluso un hecho trágico como el suicidio de un jubilado dentro de la ANSES de Mar del Plata, utilizado en algunos casos de manera vulgar por algunos sectores. Estamos de campaña, y como adelantó Andrés Calamaro, es tiempo de “alta suciedad”.

Cerca del vecino

Todo lo que sucede en el RPO se le atribuye a Jaime Durán Barba. El ecuatoriano, nuevo gurú del marketing político, parece estar encima de cada detalle. Más allá de esto, es cierto que la campaña anterior de Cambiemos introdujo un tema, si bien no novedoso, muy bien explotado: el timbreo.

La cercanía con el vecino es uno de los ejes del oficialismo. En estos años en el poder, no dejó de hacerlo. Parte de la clave de su éxito es cierta prédica llana que apunta a generar empatía con el vecino. En contraposición, está el discurso duro de la ex Presidenta, que suele ser punzante y, en cierta forma, agresivo, y le cuesta llegar a una masa de votantes medios despolitizados que no comparten su tono crítico, aunque no acompañan a Macri.

Pero para esta campaña esto puede cambiar. Las formas de Cambiemos se mantendrán y tendrán en casi todos los espacios alguna forma similar. El caso del panadero de Santiago del Estero y Cristina Fernández marca el intento de “humanizar” a la ex Presidenta, acercarla a ese votante medio.

En su lanzamiento en el estadio de Arsenal de Sarandí, el Frente Ciudadano usó un escenario circular, y muchos aseguran que es una forma utilizada por Macri en su campaña. Los especialistas afirman que da sensación de contacto directo con todo el público y de estar rodeado de la gente.

“Es evidente que está copiándonos en todo, en este intento de tener cercanía con la gente después de doce años de un gobierno kirchnerista que se aisló", sostuvo en declaraciones periodísticas el ministro del Interior nacional, Rogelio Frigerio.

Para el funcionario, la ex mandataria “ahora descubre la importancia de estar cerca”. “Faltan los globos de color amarillo en el kirchnerismo. Llama la atención que se olvidaron del Frente para la Victoria y La Cámpora. Esas palabras no existen más en el léxico del kirchnerismo”, agregó. En este punto, el nombre escogido por la ex mandataria denota ese giro que afirma Frigerio. Ya no serán los “militantes” los destinatarios del discurso, ahora serán los “ciudadanos”.

Esta polarización parece ser la tendencia de la campaña. En el frente 1País, esa cercanía ya había sido explorada desde el lanzamiento de Sergio Massa como candidato, con los planes para “resolver los problemas de la gente”. Como muestra de esto, la semana pasada el massismo presentó “Alerta Buenos Aires”, una aplicación de teléfonos móviles para luchar contra la inseguridad.

Según explicó el ex secretario de Protección Ciudadana de Tigre Diego Santillán, el sistema permite al vecino o vecina activar una sirena en el caso de un robo o una situación sospechosa. En simultáneo, el software avisa a los demás vecinos, abre la posibilidad de llamar al 911, permite al que la activó que informe a los otros usuarios y abrir un grupo para que estos aporten datos. “Los vecinos están conectados, alertas, generando una zona vigilada y, además, que a través de la tecnología podamos saber los tiempos, quién lo activó, quién no, a qué hora llegó el patrullero. Toda esa información está disponible para que los vecinos se sientan seguros, pero también para controlar a quienes tienen responsabilidades”, remarcó.

En cuanto a app, algunas no dejan de ser singulares. El acto de lanzamiento del frente Unidad Ciudadana fue musicalizado de una forma novedosa, ya que por primera vez en nuestro país se recurrió a la plataforma Spotify para conformar la lista de canciones que funcionaron de banda de sonido en el estadio de Arsenal.

En tanto queen Cumplir, la incógnita aparece en cómo mantener cierta raíz peronista sin utilizar el viejo discurso y la liturgia del PJ, que hoy parece poco efectivo para comunicar y acercarse a la gente. Florencio Randazzo experimentó una conferencia de prensa donde intentó mostrarse relajado, abierto, con el respaldo de su espacio.

Comunicar, muchas veces es mostrar, y en ese punto, el ex ministro de Transporte debe diferenciarse de Massa, que ya fue una “versión mejorada” del kirchnerismo y del peronismoen cuanto a su lenguaje opositor. Ese es el desafío para el candidato, que todavía busca un lenguaje propio.

Ejes de la discusión

Las formas de la campaña pueden ser fundamentales, pero los contenidos serán los que marquen las diferencias. En este punto, en el escenario de polarización está claro cuáles son los temas a los que apuntan oficialistas y opositores. Con Cristina candidata, los gobiernos nacional y provincial buscarán juzgar el pasado, y para eso, nada mejor que el tema de la corrupción como eje.

Por su parte, para el Frente Ciudadano, la economía será un eje vital, que apuntará al deterioro de varios indicadores, como empleo, poder adquisitivo e inflación. La elección de Fernanda Vallejos para encabezar la lista no es casual en este sentido.

En el caso de Cambiemos, la presencia de Gladys González apuntala la idea de poner las mafias y la corrupción como eje, y para eso explotarán su labor como interventora del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), con el fin de revelar lo que ella misma consideró como un sistema de administración “fraudulento” por parte del sindicalista Omar “Caballo” Suárez, quien lideró el gremio desde 1992 y ahora está preso.

Lo mismo sucede con la primera candidata a diputada nacional y ex interventora del PAMI,Graciela Ocaña, quien también parece signar el rumbo de la estrategia electoral de Cambiemos. Ocaña fue ministra de Salud de la propia Cristina de Kirchner entre el 10 de diciembre de 2007 y el 29 de junio de 2009, cuando renunció en medio de sus denuncias sobre le existencia de una mafia de medicamentos falsificados, según su entorno. Desde ese momento, se convirtió en una abanderada de la lucha contra la corrupción y actualmente impulsa varias causas que tienen a exfuncionarios K en la mira.

En tanto, la inseguridad y la desocupación serán los ejes de campaña de Cristina Kirchner. Así lo adelantó el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, quien remarcó que desde que asumió el gobierno Mauricio Macri, el país tiene “la mayor desocupación en diez años”, y precisó: “De cada 100 desocupados en todo el país, 64 viven en el Gran Buenos Aires, Mar del Plata o Gran Rosario”.Asimismo, Sujarchuk vinculó la falta de empleo y los despidos con la inseguridad, al señalar que “la desocupación, la pobreza e inseguridad van de la mano”.

En 1País, la estrategia es mostrar “propuestas y equipo” como eje con el cual sortear la polarización, una “grieta que no es más que el pozo con el que se quieren dividir”, como sostuvo Sergio Massa durante el acto de lanzamiento de este frente, que ya experimentó las primeras grietas con la salida de Libres de Sur y el enojo de varios dirigentes.

En cuanto a Randazzo, los temas parecen no estar definidos, pero su postura crítica sí. “Hoy existe un gobierno insensible, de ricos que gobierna para ricos, que gobierna para pocos, y le ha dado al Estado un rol secundario, sin comprender la importancia que tiene un estado en un país asimétrico, caracterizado por las enormes desigualdades”, dijo en la conferencia de prensa donde rompió el silencio de un año y medio.

El ex ministro del Interior también responsabilizó a la ex Presidenta de que no se haya llegado a la unidad del peronismo, al señalar que, si bien desde el sector que hoy él lidera buscaron “ir a las PASO y dejar la elección de los candidatos en manos del conjunto de la sociedad”, desde el de Cristina “se privilegió el dedo”. Por ello, consideró que “era necesario hacer una reflexión por lo que había pasado, porque se perdió una elección por los errores cometidos”.

El factor Comodoro Py

Si la elección será plebiscitaria, tanto del presente como del pasado, no hay nada más potente para juzgar lo que sucedió que un fallo judicial. Las acusaciones abiertas con el kirchnerismo serán una piedra en el zapato para los candidatos del Frente Ciudadano, que deben esperar que en ningún caso haya novedades escandalosas, porque podrían poner en serios problemas sus chances electorales.

"Lo más importante es que quedó claro cuál va a ser el eje de la campaña y qué se vota en esta elección. Está claro que Cristina necesita los fueros, y por eso decide ser candidata. Está claro también que el Gobierno necesita a Cristina de candidata porque le permite discutir el pasado y no el presente", aseveró Sergio Massa, quien parece ser el que más explota el “efecto Comodoro Py”.

Por eso, su alianza con Margarita Stolbizer, una “denunciadora serial” del kirchnerismo que usará todas esas herramientas para esta campaña. “Vine para ver si Cristina se llevó algo”, intentó bromear al visitar una fábrica de luminarias de San Martín que el día anterior había recibido a la ex Presidenta. “La vamos a seguir de cerca”, prometió la diputada y candidata a senadora, que tiene en su cruzada judicial y moral contra el gobierno anterior la principal apuesta en materia de caudal político y electoral.

Pero la presión judicial sobre Cristina Fernández puede ser contraproducente desde lo político, ya que puede alimentar la imagen de “persecución” que quieren instalar la ex mandataria y los integrantes de su frente.

El juez de la Sala I de la Cámara Federal, Eduardo Freiler, alertó que el presidente Macri “presiona a la Justicia para meter presa a Cristina Kirchner, lo dijo él mismo”. “Hay algunos jueces que quieren meter presa a Cristina Kirchner durante la campaña. Hay una presión", reflexionó. Esta presión quedó expuesta varias veces, la última cuando Elisa Carrió dijo que, si gana el frente Cambiemos, “irán presos” muchos kirchneristas.