Un informe realizado a nivel nacional por la Coordinadora contra la Represión Institucional (Correpi) y Agencia Walsh sobre la situación de los internos en las cárceles reveló que el sistema carcelario no favoreció la reinserción social y que por el contrario sirvieron al "hostigamiento".
El documento indica que en el lugar, entre 2008 y 2012 se realizaron dos allanamientos sin orden judicial, lo que afectó a la producción de las alumnas. Ambos casos derivaron en denuncias de las mujeres por maltratos. En ese mismo lugar se detectaron ocho muertes en los últimos cuatro años. Ninguna tuvo explicación.
En el primer allanamiento, ocurrido en 2008, más de doce miembros de la "patota de requisa", como se refiere el informe a los integrantes del Servicio Penitenciario Federal, ingresaron al Centro Universitario de Ezeiza y obligaron a las internas a desnudarse total y parcialmente.
El espacio educativo pertenece a la Universidad de Buenos Aires (UBA). Este motivo otorga cierta autonomía frente a otras dependencias en ese penal. Este es un dato importante, ya que la condición "impide a la policía ingresar, entre otras restricciones", según indica el trabajo.
Pese a esto, en diciembre de 2012, una nueva requisa sin orden judicial, esta vez por parte de la Gendarmería Nacional, volvió a invadir el espacio de la UBA.
Otro de los motivos por los que se apunta a la cárcel de Ezeiza son las muertes sin causa definida. Según el informe, hay un "ensañamiento contra las mujeres en prisión".
A principios de 2009, el Servicio Penitenciario Federal "inicia la matanza, directa o tercerizada, de chicas cautivas en la ex Unidad 3, más conocida como Cárcel de Mujeres de Ezeiza", destaca el trabajo.
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