El índice oficial de precios que excluye tarifas, otros regulados y productos con estacionalidad cayó 10 puntos porcentuales en febrero. Los aumentos de marzo
Por Mariano Boettner
El Gobierno completó en la última semana un movimiento de piezas en su política económica que combinó una marcada baja en la tasa de interés de referencia por parte del BCRA y un mega canje de su deuda en pesos, mientras recibió, con buenos ojos, una variación del índice de inflación de febrero más bajo de lo que esperaba el mercado.
A partir de ahi, en el equipo económico se envalentonan ahora con que marzo tenga una suba de precios, sin considerar el efecto de arrastre del mes anterior, cercano a un dígito porcentual mensual cuando aún resta conocer el impacto de los nuevos aumentos de tarifas de energía.
El Indec comunicó el último martes que la inflación de febrero fue de 13,2% mensual, una suba por debajo de lo que marcaba el consenso de mercado según el REM del Banco Central (15,8%). Con alguna cautela el Gobierno celebró el dato y ahora cree que hay espacio para que marzo, un mes que estacionalmente tiene componentes que empujan el índice al alza, muestre indicios de que la suba de precios viaje a ritmo de un dígito mensual.
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Así lo manifestaron tanto el presidente Javier Milei como el ministro de Economía Luis Caputo. La lógica es que si se quitara del índice el componente de arrastre estadístico -es un ejercicio teórico ya que el índice que elabora el Indec no lo cuantifica- la velocidad a la que se mueve el ecosistema de precios está más cerca del dígito mensual.
Por lo pronto, la expectativa privada es que marzo marque un 14,3% en la variación del IPC, aunque el antecedente de un índice que termina siendo menor a lo esperado por consultoras y bancos podría anticipar una cifra más baja.
El Banco Central, por lo pronto, aseguró que el número al que prestará especial atención para determinar su política monetaria será el de la inflación núcleo, que por definición busca descartar precios estacionales y también los regulados, para vislumbrar una tendencia más estable en la variación general de la mayor parte de los precios al consumidor de bienes y servicios.
“Tras el lanzamiento del ajuste inicial de precios relativos en diciembre 2023 se observa una pronunciada desaceleración de la inflación, a pesar del fuerte arrastre estadístico que acarrea la inflación en sus promedios mensuales. Los relevamientos de precios de mayor frecuencia han resultado útiles para apreciar la dinámica mensual punta a punta. Seguirán, por lo tanto, ofreciendo una herramienta complementaria en el diagnóstico de la trayectoria de la inflación”, planteó el Banco Central en su último comunicado en el que decidió la baja de tasas de interés de política monetaria, a 80% nominal anual.
“La trayectoria de la inflación minorista, por un lado, representa una visible disminución del pass-through cambiario en relación con experiencias previas y, por otro lado, una trayectoria inferior a la de las proyecciones implícitas en el memorando de políticas económicas y financieras acordado con el Fondo Monetario Internacional. Durante los próximos meses las autoridades del Banco Central pondrán el foco en la evolución de la inflación núcleo, en vista de los ajustes de tarifas reguladas de servicios públicos anunciados”, mencionó.
El IPC núcleo dio en marzo 12,3%, casi un punto porcentual menos que lo registró el índice general. En enero, por caso, había sido de 20,2%, bien cerca del 20,6% que marcó la inflación mensual y en diciembre, el primer mes de mandato del gobierno libertario y como efecto de las primeras medidas económicas, entre ellas la devaluación, el IPC núcleo fue de 28,3%, por encima de la inflación general que fue de 25,5 por ciento.
El IPC núcleo dio en marzo 12,3%, casi un punto porcentual menos que lo registró el índice general, fue similar al que dejó el gobierno anterior
Ese índice, en rigor, comenzó a ser elaborado por el organismo estadístico 20 años atrás, cuando el BCRA solicitó tener como referencia una cifra de precios que pueda descartar factores de volatilidad para elaborar su política monetaria.
El Indec exploró en ese momento distintas alternativas, desde indicadores que utilizan el nivel general del índice de precios pero con la exclusión de alimentos y energía; un índice que no tome en cuenta los grupos de bienes con precios más volátiles y otras alternativas “calculadas a partir de la distribución de cambios de precios truncada con distintos porcentajes de truncamiento”, según documentos oficiales del organismo.
Durante los próximos meses las autoridades del Banco Central pondrán el foco en la evolución de la inflación núcleo que mide el Indec desde hace poco más de 20 años (EFE)
“Los resultados de este análisis mostraron la complejidad que supone hallar un indicador que permita anticipar la evolución futura de la inflación. Esta composición está asociada a distintos factores, comenzando por el hecho de que la inflación núcleo es una componente no observable de la inflación”, mencionó el Indec. Finalmente, los técnicos terminaron por dividir los bienes y servicios medidos por el IPC en tres subrubros: regulados, estacionales y núcleo.
Sobre este tema, el economista de Libertad y Progreso, Lautaro Moschet, consideró que “los precios regulados quedaron muy rezagados y se ven actualizaciones de gran magnitud. Entre ellas se encuentran, las tarifas eléctricas, el transporte público, prepagas, etcétera”.
“De hecho, si uno toma los últimos 3 meses, la inflación núcleo acumulada fue de 73%, mientras que los regulados crecieron 85%”, midió Moschet.
El Banco Central bajó fuertemente la tasa de interés y dijo que observará el IPC núcleo en los próximos meses (Reuters)
“Esto nos indica que está saliendo a la luz la inflación reprimida de los últimos años y se están normalizando los precios relativos. Aún sabiendo que marzo es un mes difícil, debido a que el factor estacional suele generar presión sobre el IPC, es posible que la tendencia a la baja continúe”, concluyó Moschet.
C&T Asesores Económicos, por su parte, también puso de manifiesto que en febrero se desplomó la inflación núcleo: “mientras hubo descongelamiento de precios regulados, que lideraron la suba, con 21,1%, en tanto que la inflación núcleo fue de 12,3%, una fuerte baja respecto del 20,2% de enero”.
Para este mes, la consultora que dirigen María Castiglioni y Camilo Tiscornia, anticipó que “el seguimiento de precios en el Área Metropolitana de Buenos Aires muestra una fuerte incidencia del aumento de la educación y de la electricidad implementado a medidados de febrero. Frente a esto, en algunos productos de consumo masivo se verifica una moderación en la segunda semana del mes. Preliminarmente, la inflación de marzo podría ubicarse en torno al 14 por ciento”.
Preliminarmente, la inflación de marzo podría ubicarse en torno al 14 por ciento (C&T)
El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) que dirige Hernán Letcher, en tanto, hizo un listado de los regulados que con sus incrementos tendrán fuerte incidencia en el IPC de marzo. Respecto a las tarifas, enumeró que “la boleta de la luz tendrá aumentos de, al menos, 140% para los titulares de ingresos altos (N1) y comercios e industrias”. Para el caso de prepagas, estimó una “actualización de cuotas de prepagas del orden del 21%-23% en marzo”.
Para el transporte, naftas y peajes, indicó que en marzo se aplicó un aumento de 7,5% de ajuste de naftas y que, en ese sentido, se prevén dos aumentos de 4,4% (cada uno), abril y mayo, correspondientes al resto de la actualización del congelamiento del impuesto durante el 2023.
“Se suman, además, aumentos en taxis (30%) y peajes de Aubasa (35%)”, concluyó CEPA.
El Ministerio de Economía aseguró, tras la publicación del IPC de febrero, que continuará con el ancla fiscal y monetario como drivers para la desaceleración inflacionaria, que impulsan Luis Caputo y Santiago Bausili (Reuters)
El Ministerio de Economía aseguró, tras la publicación del IPC de febrero, que continuará con el ancla fiscal y monetario como drivers para la desaceleración inflacionaria, que impulsan Luis Caputo y Santiago Bausili.
Es en ese marco que el BCRA decidió un fuerte recorte de la tasa de interés nominal desde 110% a 80% nominal anual a 30 días. Frente a ese movimiento, un importante banquero manifestó: “Creo que bajan la tasa porque vieron que la inflación baja más rápido de lo esperado”.
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