Desde las entidades financieras creen que mientras no se dominen los precios habrá poca demanda. “Es difícil que el cliente se anime hoy”, advierten los escribanos.
Un grupo de seis bancos comenzará a ofrecer, a partir del lunes, la nueva línea de créditos indexados lanzados por el Banco Central, cuya particularidad es la creación de una unidad de cuenta (UVI) que habilita el ajuste de las cuotas por inflación. El mecanismo, que permitiría ampliar el universo de potenciales tomadores porque reduce el ingreso mínimo necesario y también el monto de las cuotas, genera sin embargo algunas dudas en el mercado.
Esencialmente, se pone en tela de juicio las chances de éxito del sistema lanzado en pleno pico inflacionario, cuando difícilmente quienes hoy no pueden acceder a una vivienda se arriesguen a endeudarse en esas condiciones.
El planteo surgió en las conversaciones que tuvieron los ejecutivos de los bancos que participan con el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger. Los representantes de las propias entidades que ofrecerán estos préstamos –Banco Provincia, Ciudad, Macro, Galicia, Hiptecario y Santander– le expresaron al titular de la entidad monetaria sus reparos. También en el sector inmobiliario y entre los escribanos se reprodujeron las dudas.
“En la medida que no se domine la inflación, es muy difícil que prenda un plan de estas características. El perfil del gran consumidor de créditos hipotecarios es alguien que necesita medir sus gastos y hoy tiene que calcularlos todos los días. Es difícil que se anime con los actuales niveles de inflación, en los que es imposible calcular algo”, aseguró Carlos Allende, presidente del Colegio de Escribanos, la entidad recibió la noticia del Banco Central en plena celebración por sus 150 años. “Las decisiones inmobiliarias se toman muy meditadamente, pero lamentablemente va a costar unos meses, quizá hasta fin de año o el próximo”, dijo Allende.
El argumento del escribano es el mismo que esgrimieron los bancos ante Sturzenegger. Por más beneficios que presente el nuevo sistema, en el que se requiere un ingreso mínimo de $ 8.056 para acceder a unos $ 300 mil con cuotas que partirían hoy de los $ 2.417, “el consumidor argentino no tiene cultura de indexación porque ha pasado por malas experiencias”. Uno de los ejecutivos, incluso, sostuvo que tal vez era necesario empezar a aplicar el sistema por los créditos prendarios. “En ese segmento, los compradores están más acostumbrados a que el valor de las cuotas se ajuste según el valor del auto, como piloto, podía ser una buena medida”, explicó la fuente a este diario. Pero el presidente del Banco Central descartó los planteos y recordó la experiencia de la línea Mi Casa, lanzada durante su gestión en el Banco Ciudad, en épocas de cepo y también alta inflación, cuyas cuotas ajustan por un índice porteño.
Reconocen en el Central, sin embargo, que hará falta un “esfuerzo informativo”.
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