Pintoresco mediodía de martes en la Cámara de Diputados (aunque con escasa presencia de legisladores), con una cantata, cuadro de baile y ceremonia de pueblos originarios, en reconocimiento, a través de sus diplomáticos, a los 124 países que acompañaron a la Argentina con su voto en la Asamblea General de la ONU en su estrategia contra los fondos buitre.
El homenaje, una mixtura por momentos algo sobreactuada, pretendió exaltar de manera sanguínea la consigna "patria o buitres" que el kirchnerismo soltó tras el fallo del juez de Nueva YorkThomas Griesa. Para ello no sólo reunió a artistas de confesa vocación por la defensa de los patrimonios culturales latinoamericanos, sino que sentó en una misma mesa a Horacio González, de Carta Abierta; Eduardo Sigal y Carlos Ferreyra, principales motorizadores del evento junto con el diputado nacionalJosé Vilariño (FpV, Salta).
El carácter telúrico encendió tempranamente con la irrupción de bailarines del grupo "Raíces" con morenadas y sayas bolivianas en el Salón de los Pasos Perdidos, un recibimiento para la treintena de embajadores y representantes diplomáticos que participó del acto organizado por la "Mesa Ciudadana en Defensa de la Soberanía Popular".
Ya con los funcionarios extranjeros en las primeras filas, la Coral de las Américas bajo la dirección del ex Trovador y autor de "Hermano dame tu mano", Damián Sánchez, selló el inicio formal con la interpretación (a capella y venciendo las limitaciones sonoras de esa sala) del Himno argentino.
Todavía no parecían comprender muchos de los embajadores el horizonte inmediato del show anti-buitres cuando el coro y el Grupo Instrumental de las Américas sumaron a la escena al quintetoTinaja para explorar dos piezas de la Cantata "Pepe" Pancho, que no es otro que el General San Martín, uno de los protagonistas excluyentes de la historia de la independencia de Argentina, Chile y Perú.
Se lamentaba -no sin razón- uno de los asistentes de que no se hubiera aprovechado la presencia de los músicos para enlazar los bailes del altiplano boliviano y evitar de esa manera la fría resonancia de las pistas grabadas.
El sentido político del acto se materializó con los discursos de los organizadores y del embajador de Bolivia, Liborio Flores, quien sostuvo que Argentina "no debe agradecer a los pueblos hermanos que hemos apoyado su justa causa" y consideró que "son otros tiempos donde debemos practicar de manera eficaz esa hermandad y solidaridad y pasar del discurso a los hechos".
El funcionario de Carta Abierta (demoró su llegada hasta avanzada la mitad del homenaje y hubo que anunciarlo con insistencia), puso de relieve que se trata de reconocer la preocupación "por la profunda injusticia cuando se toman decisiones a espaldas de la democracia" y destacó la importancia de que "los oscuros poderes internacionales sean cuestionados porque son una amenaza contra toda la humanidad".
Después hubo entrega a cada uno de los embajadores de un modelo de carta a los presidentes, en la que el Gobierno argentino agradece "ese voto conjunto, que ha dejado una impresión grata y profunda en el mundo", y llama a luchar por una "nueva arquitectura financiera global". Sorprendió la ausencia de la representación de Venezuela, uno de los Estados más alineados con el país en su enfrentamiento con la justicia de los Estados Unidos. Sí, en cambio, participaron delegados de Ecuador, Chile, Perú, Uruguay, Paraguay, Guatemala, Colombia, Egipto, Argelia, Túnez, Rusia, Brasil, Vietnam y Angola.
Quizás aún movilizados por la emoción del telúrico homenaje quedaron al descubierto algunas desprolijidades en esa entrega de agradecimientos, más notorias aún en un evento de estricto orden horario diplomático pre-establecido. Esa algarabía de los organizadores dejó disconforme, por ejemplo, al representante de Angola, quien en un momento se pensó excluído de la lista de homenajeados.
La segunda (y última parte) terminó deslucida por el llamado inexorable de un vernisage montado en la entrada del salón, con sandwiches y gaseosas, que distrajo la atención sobre el cierre musical de la Coral, que no pudo lograr el clima deseado para mostrar la magnífica "Ofrenda", para quena y coro, o "Pregones del Altiplano", el quodlibet más logrado del folclore andino.
Mucho menos clima consiguieron los representantes de los pueblos originarios, que intentaron una "Rogativa de los Pueblos Antiguos" en lengua mapuche. A esa altura la mayor parte de los diplomáticos ya se había trasladado hacia una sala contigua para un brindis con los organizadores.
De todos modos, el éxito de la embestida argentina contra los fondos NML y Aurelius no depende del meritorio homenaje de ayer, sino de los próximos pasos que dará el Gobierno en una eventual negociación, en enero próximo, con el fondo de Paul Singer. Allí se verá si le reconoce la vigencia de la sentencia de Griesa y no el canje de 2005.
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