Después de siete fechas sin triunfos y tras la salida de Almirón, el "Rojo" se desquitó ante Tigre en Avellaneda. Fue 1-0, merced a un cabezazo de Lucas Albertengo en la primera parte. Los locales aguantaron los minutos finales con diez por la expulsión de Jesús Méndez
Luego de una álgida semana que incluyó la derrota en el clásico y el posterior alejamiento de Jorge Almirón, Independiente venció a Tigre por 1 a 0 al cabo de un pobre encuentro disputado este sábado en el estadio "Libertadores de América", por la decimocuarta jornada del torneo de Primera División.
Lucas Albertengo anotó el único tanto del partido a los 10 minutos del primer tiempo. El local terminó con un hombre menos por la expulsión de Jesús Méndez a los 36 del complemento.
La incógnita respecto al estilo de juego que adoptaría el local luego de la partida de Almirón y ante la sorpresiva ausencia de Federico Mancuello, quedó inmediatamente disipada.
El dueño de casa no negoció su habitual apego al buen trato de pelota, pero sufrió del mismo defecto que tantos dolores de cabeza le trajo a su ex entrenador: la falta de profundidad. Tigre, fiel al mecanizado estilo de Alfaro, tampoco se apartó de su libreto y solo lastimó mediante algún remate aislado de media distancia.
El gol que definió el cotejo llegó en medio de una ligera supremacía del "Rey de Copas", no la suficiente como para justificar la ventaja. Un preciso centro de Méndez desde la derecha (el mejor jugador del primer tiempo) encontró la cabeza de Albertengo, quien impactó de pique al suelo anticipando a Martín Galmarini, y vulnerando la débil resistencia del guardavalla del "Matador".
Luego de la citada conquista el encuentro ingresó en una marcada mediocridad que lo convirtió por momentos en soporífero, con el aditamento que el juego resultó demasiado interrumpido por recurrentes choques de cabeza que le quitaron ritmo y lo tornaron aún más tedioso.
El ingreso de Lucas Wílchez al inicio del complemento le dio al "Matador" algunas grageas del fútbol que no le aportó Kevin Itabel y Tigre tuvo una cara un tanto más agresiva que en la primera mitad.
Pese a la aludida mejoría la visita no encontró nunca la llave para llegarle a Diego Rodríguez y solo un aislado remate de Marcelo Larrondo, que encontró atento al "Ruso", le pudo haber dado la posibilidad de empatar a los 10 minutos.
El ingreso de Claudio Aquino intentó suplir la falta de tenencia "roja" aunque nunca se advirtió un claro propósito del local por liquidar el cotejo, ni siquiera de conservar la ventaja ejerciendo el control del balón.
Tigre sobre el final fue un cúmulo de voluntades dispersas en su afanosa búsqueda por nivelar el match, aunque las pocas veces que traspasó la línea del mediocampo se encontró con un sólido Cuesta, quien a la postre se convirtió en la figura del "diablo" en el segundo tiempo.
La evitable expulsión de Méndez le agregó dramatismo a la victoria del elenco de Fernando Berón, a la vez que desnudó la pobreza futbolística en la que se encuentra inmersa la formación de Avellaneda.
De haber enfrentado a un adversario un tanto menos rígido desde lo táctico, seguramente hubiera penado por otro resultado desfavorable, a juzgar por las urgencias con las que terminó cerrando un triunfo, tan necesario como deslucido.
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