Por Macarena Ramírez

Si hay un mar de dudas por las indefiniciones respecto de cómo resolverá el Frente de Todos su estrategia electoral y las candidaturas a nivel nacional, en los municipios de Buenos Aires la incertidumbre tiene el tamaño de un océano. En las intendencias corren interrogantes que deberán tener respuestas en los próximos días o, a más tardar, semanas. ¿Podrán los intendentes ir colgados de todas las boletas si hay interna a nivel nacional? ¿Tendrán que elegir bando y competir contra otra opción en los distritos que gobiernan? ¿Podrá el Movimiento Evita presentar candidaturas en una veintena de distritos? ¿La Cámpora jugará internas?

Todas esas preguntas aguardan desenlace. Mientras tanto, cada cual juega su juego en las mesas de rosca ardiente a lo largo y ancho de la provincia y en selectos despachos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La primera duda que quieren despejar los intendentes y las intendentas del oficialismo para cerrar los armados en los distritos y trazar la estrategia es saber si habrá competencia en las PASO para definir quién será el candidato presidencial. Hasta el cierre de esta nota, se sostenían dos vertientes, cada una con sus postulaciones: el tándem kirchnerismo/Frente Renovador, para el que se perfilan Wado de Pedro y Sergio Massa (o alguien surgido de las provincias para acompañar al primero) y el team del presidente Alberto Fernández, en el que rankea el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli. Juan Grabois y Agustín Rossi, ambos lanzados, se diluirían con un esfuerzo mínimo de ambas partes.

¿Los intendentes irán colgados de ambas papeletas? Ante la pregunta de Letra P en despachos distritales, la respuesta fue que un grupo de intendentes ya hizo llegar a oídos de Cristina Fernández de Kirchner la preferencia por aquella opción. No quieren competencia local, ni siquiera contra alguien que lleve en la cabeza de la boleta otro candidato presidencial.

Ese deseo del territorialismo parece difícil de cumplir. El kirchnerismo insiste con que, si no hay candidatura de consenso, cada cuál tendrá que armar sus propias listas para todas las categorías, una forma de presionar a Scioli para que se baje, aunque, como adelatnó este medio, el embajador y su coequiper Victoria Tolosa Paz ya empezaron a sumar dirigentes. La ministra de Desarrollo Social competiría por la gobernación, contra Axel Kicillof.

Si los intendentes debieran elegir bando –la mayoría está alineada con CFK–, se le abre una posibilidad al Movimiento Evita, que busca poner en cancha a una veintena de figuras, entre las que sobresale Patricia Cubría –esposa de Emilio Pérsico– en La Matanza. Si el Evita jugara con Scioli, ¿en qué situación quedaría, por ejemplo, la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, de estrecha relación con Máximo Kirchner? Y si los intendentes logran ir con las dos boletas, ¿hay lugar para el Evita? Más preguntas sin respuestas.

De haber interna en todas las categorías (presidencial – gobernación – intendencias), los lugares donde ubicar a los diferentes actores del peronismo se multiplicarían; pero, ¿si hay candidato de consenso? En ese caso, la pregunta válida pasaría a ser si se abren o no las internas distritales y en qué casos. ¿Les plantarán candidaturas a los intendentes o se abrirá la competencia sólo donde gobierne la oposición?

Hurlingham es una situación compleja de resolver. En ese distrito, La Cámpora buscará competir contra el intendente Juan Zabaleta. “Si ellos compiten en Hurlingham, ¿cómo hace Máximo para bloquear después internas en otros distritos?”, plantea a Letra P un dirigente que fomenta las internas.

También habrá que tener en cuenta las apetencias de otros sectores, como el Frente Renovador, que si bien pretende centralmente mantener sin mayores inconvenientes las intendencias que ya tiene, quiere competir en Tigre con Malena Galmarini, desafiando al peronista Julio Zamora. La fuerza que lidera Massa va por Lanús con Nicolás Russo y pretende competirle a Mariel Fernández en Moreno con Damián Contreras.