El asalto perpetrado a la agencia de turismo Ceferino, en pleno centro de la ciudad, se suma a la gran cantidad de hechos de asalto a mano armada, no solo a comerciantes, sino también a casas particulares.
Basta como ejemplo el hecho ocurrido el martes en la agencia de turismo Ceferino cuando los delincuentes armados entendieron que el dinero que se llevaban era poco y por eso efectuaron un disparo que aún no se sabe si fue intimidatorio o un tiro errado. El asalto fue perpetrado a plena luz del día, y a pesar de la cantidad de cámaras de seguridad del local y de la puerta restringida, no se pudo evitar. Aparte del dinero que se llevaron, un empleado resultó lesionado al recibir un culatazo.
Otro hecho de magnitud vivieron los propietarios y empleados de la pizzería Bairoletto ubicada en la avenida Kennedy. El asalto fue perpetrado hace menos de un mes por dos individuos que con armas de fuego amenazaron al propietario y su esposa embarazada para llevarse el dinero. A pesar de que el comercio estaba lleno de gente en ese momento, los delincuentes exigieron el dinero. Luego de recibir unos 5.000 pesos que entregó el propietario, le apuntaron a su esposa para obligarlo a entregarles más. El hombre contó que debió rogar por la vida de su señora explicando que no tenía nada más.
Pero estos casos no fueron los más destacados, también hace un par de semanas hubo un violento asalto a mano armada al local de La Chacha ubicado en la avenida Rivadavia, donde los peligrosos delincuentes huyeron y a los tiros intentaban evitar la persecución de los uniformados. En este caso los delincuentes fueron detenidos y puestos a disposición de la justicia, no así en los anteriores mencionados. Pero de todos modos subyace la duda para los vecinos sobre la aplicación de un plan de seguridad que sea verdaderamente efectivo.
Un “Plan de Seguridad Integral” que no parece muy efectivo
Si bien en varias oportunidades tanto el secretario de Seguridad José Glinsky como el jefe de la Unidad Regional comisario mayor Luis Buttazzi, se refirieron al Plan de Seguridad Integral aplicado desde la provincia, lo cierto es que en contrapartida el incremento de los asaltos a mano armada parecen desvirtuar este plan o al menos desnudar sus falencias. Entre los enunciados del Plan de seguridad se menciona el concepto de “seguridad integral” donde el accionar policial ya no se ve como la única herramienta de prevención del delito. Este Plan presenta al Estado como parte de un sistema desde el cual se aborde el problema combinando los recursos existentes en todos los ámbitos. Así la seguridad incluye una variedad de factores e intervenciones posibles ya que tiene por destinatarios tanto a instituciones públicas y privadas dedicadas a la prevención y contención social como a la comunidad en general.
No obstante este plan de seguridad choca en primer término con la intervención judicial que hasta acá no parece brindar las garantías necesarias. En muchas oportunidades desde estas páginas damos cuenta de operativos en los que son detenidos peligrosos individuos que en pocas horas recuperan su libertad en virtud de los amplios criterios de algunos jueces. Si a estas personas que cometen un delito la justicia no les señala su conducta con una sanción, el peligroso mensaje que se envía a la sociedad es el de la impunidad. Peor todavía, ese individuo vuelve a las calles para continuar con su accionar delictivo. Y en estos casos no hay institución o estamento gubernamental que intervenga de modo que haga a la prevención futura del resto de la sociedad. De esta manera, cualquier plan de seguridad no puede tener resultados.
Cabe mencionar que no resulta ser la justicia la única responsable, ya que si entendemos por Plan de Seguridad solo incrementar los patrulleros y la cantidad de personal, es evidente que hay mucho más que está faltando. Tal vez por esto no es de extrañar que cada vez que se produce un hecho de asalto a mano armada, nuevamente se vuelva a plantear el tema prevención, y se muestren las graves falencias del sistema al respecto, más allá de que las autoridades busquen señalar a uno y otro lado las verdaderas causas de la inseguridad que azota a Comodoro y que preocupa cada vez más a los vecinos.
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