A Eduardo "Wado" de Pedro nunca le gustó la definición de "operador", ni siquiera en un sentido positivo. Se define como un escudo protector para Cristina Kirchner, y un puente hacia los sectores de los que se distanció la Vicepresidenta.
Analía Argento
A Eduardo ‘Wado' de Pedro nunca le gustó la definición de "operador", ni siquiera en un sentido positivo. Prefiere ser un escudo protector para Cristina Kirchner y ser un puente hacia los sectores de los que se distanció la Vicepresidenta. Busca ser el moderado entre los más duros.
No es, insisten los que lo conocen, "una patrulla perdida". Trabaja bajo las decisiones políticas de la jefa del espacio y para ampliar las alianzas del kirchnerismo, engrosar el volumen político K y deconstruir la imagen negativa que pesa sobre ellos como ‘los malos de la película'. "Está convencido de que hay que ganar la próxima elección y trabaja para eso", destacan además los que lo frecuentan y que en los últimos dos años vieron su cambio de imagen en pos de una posible precandidatura presidencial.
En la campaña del 2019, allá lejos y hace tiempo, De Pedro acercaba empresarios al búnker electoral de Alberto Fernández sobre la calle México. Con poca relación y a distancia del Presidente, ahora trabaja full time para Cristina Kirchner.
Cada reunión que tiene con algún empresario que no lo conoce arranca con el mismo comentario: "Vengo a derribar prejuicios de los dos lados". Después deja su número de teléfono y pide que si alguien tiene alguna duda o escucha algún rumor, lo llame. No hace mucho a algunos de esos encuentros iba acompañando a Máximo Kirchner.
UNA INVERSIÓN FRUSTRADA
De Pedro suele contar una anécdota. En el último año del segundo gobierno de Cristina Kirchner un supermercado contrató a una consultora para definir si hacía una inversión de $ 5000 millones. La empresa siguió el asesoramiento y no arriesgó capital.
Cinco años después el ya ministro del Interior se entrevistó con esos empresarios. Le transmitieron que estaban convencidos de que mientras gobernara el kirchnerismo Argentina sería Venezuela. "Qué lástima que no hablamos antes", le dijeron. Y De Pedro remarcó que "otros construyen nuestra imagen", frase con la que también busca convencer a los propios para que no se encierren. "El rompió el aislamiento" lo elogian los más cercanos.
En los últimos días esa predisposición al diálogo generó desconfianza. Bien cabe recordar que por lo mismo el kirchnerismo castigaba a Daniel Scioli tanto en sus tiempos de Vicepresidente como de gobernador de Buenos Aires.
Wado de Pedro en la cena de Expoagro donce conversó con el CEO de Clarín
FOTOS INCÓMODAS
Los hechos públicos mostraron a De Pedro participando el último lunes de la cena de Expoagro. Fue el funcionario de mayor rango del Gobierno por lo que le pidieron que diera un discurso. Y lo sentaron junto al CEO de Clarín Jorge Rendo.
La foto circuló en redes sociales y no pocos se preguntaron si contaba con la aprobación de Cristina Kirchner después de que en diciembre, condenada en la causa Vialidad, le apuntara a Héctor Magnetto, del mismo grupo Clarín. "No voy a ser su títere", alzó la voz contra el empresario y anunció que no sería candidata a nada, ni siquiera a cargos legislativos con fueros.
En paralelo el kirchnerismo duro avanzó en la Cámara de Diputados contra empresarios del mismo multimedio -Rendo entre ellos- que organizaron un viaje a Lago Escondido con jueces y el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires. Esta misma semana la discusión por los chats y conversaciones filtradas volvieron a discutirse en el Congreso. Rodolfo Tailhade, Leopoldo Moreau y Eduardo Valdés, tres diputados nacionales alineados con el Instituto Patria, dan esa pelea que tiene corto vuelo porque no les alcanzan los votos.
Con menos de 24 horas de diferencia, sucedió la cena y una pegatina de afiches contra Magnetto, autoría de La Patria es el Otro, una especie de frente que nuclea a varias agrupaciones kirchneristas. Lo comanda Andrés ‘El Cuervo' Larroque que los juntará a todos este sábado en Avellaneda con el fin de pedir la candidatura presidencial de Cristina Kirchner.
¿Cristina Kirchner y Máximo Kirchner avalan a Wado y a El Cuervo al mismo tiempo? Nadie cree que ninguno de los dos haga nada sin sus consentimientos.
Las señales desde el Poder Judicial, como desde la política, obligan al kirchnerismo a ampliar hacia los márgenes y dejar de sumar enemigos. Ya en el Senado se rompió el bloque y se perdió la mayoría. Encima Alberto Fernández se planta en sus ansias reeleccionistas y no lo pueden bajar. En ese marco cuanto más volumen tenga el kirchnerismo, más condiciones pondrá a la hora de definir candidaturas en caso de que CFK no se presente. Incluso si Wado de Pedro se anota como precandidato, se vuelve una herramienta de poder y negociación, sea candidato o no. Es un nuevo escenario después de años de imponer acuerdos.
De forma sutil uno de los más duros entre los duros, Gabriel Mariotto que integra "Soberanxs" con Amado Boudou y Alicia Castro, plantó una queja. "No a los monopolios. Sí a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual" escribió el exvicegobernador bonaerense que trabajó en aquella norma y tuiteó la foto de De Pedro con Rendo. "Por las dudas hay que aclarar, hay mensajes confusos", apuntaban desde Soberanxs.
El día después de la cena De Pedro recorrió la Expoagro en el predio ferial y autódromo de San Nicolás. "El campo no son sólo las cuatro entidades, por qué vamos a regalar el simbolismo del diálogo con el campo a Cambiemos", machaca en privado el ministro del Interior que también es, como su familia, un productor mercedino de trigo, maíz y vacunos.
Por si quedaba la duda sobre su sintonía con Cristina Kirchner fue uno de los más visibles en la reaparición de la Vicepresidenta en un acto con Abuelas de Plaza de Mayo. Se sentó en la primera fila del Salón Azul, hizo palmas y cantó a viva voz "Presidenta, Cristina Presidenta".
Ya había sido su enviado, junto a Horacio Pietragalla, a la Casa de las Abuelas para bajar la tensión después de que Estela de Carlotto le tirara las orejas al kirchnerismo. Así se desistió de llevar a Plaza de Mayo el 24 de marzo una consigna a favor de la candidatura de CFK.
Ese miércoles llegó al acto del Senado desde San Nicolás, sede de la exposición productiva. En el stand de YPF Agro, junto a dos kirchneristas, el exministro de Ciencia y Tecnología y actual titular de Y-TEC, Roberto Salvarezza y el secretario de Provincias Avelino Zurro, había vuelto a pedir la reconciliación con el campo.
"Que determinadas discusiones demasiado ideologizadas no generen una falsa división que no hay. El campo es parte esencial de la identidad de los argentinos, el desafío es como podemos producir y exportar" señaló mientras contenía con éxito su disfluencia. Y pidió "no entrar en falsas dicotomías" además de acuerdos entre los distintos sectores.
De Pedro también esta misma semana destacó que siempre le puso el cuerpo a la política y dejó clara su disciplina partidaria. "No tengo problema en ser parte de un espacio colectivo desde el lugar que me convoquen", resaltó y subrayó que hará lo que el espacio al que pertenece le indique. "Tengo mi ego bien domesticado y domado", agregó. También aprendió a domar sus enojos, salvo alguna excepción como el día que quedó fuera de la visita de Lula Da Silva a Casa Rosada. La declaración no excluye la posibilidad de que sea precandidato, incluso presidencial.
Tan pragmático es De Pedro que habla con la oposición pero no filtra sus conversaciones. Como Máximo Kirchner tiene un buen vínculo con Juan Grabois a pesar de que el líder del frente Patria Grande no se lleva bien con toda La Cámpora. Dieron juntos siete charlas-plenarios en Tucumán, Corrientes, Gualeguaychú (Entre Ríos), Catamarca, Chaco, Trelew (Chubut) y Bariloche (Río Negro). A veces viajan ambos y a veces el ministro se conecta vía zoom.
Wado de Pedro junto a Agustín Rossi y Omar Perotti en medio de la pelea por la lucha contra los narcos
Pero así como intensifica el vínculo con el amigo del Papa (a quien visitó recientemente en una audiencia privada y sin fotos) también tiene un diálogo más fluido con el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, que no es K y cada vez está más distante del albertismo. Los últimos hechos vinculados con la lucha contra el narcotráfico lo demuestran pero el gobernador no tuvo ningún problema y firmó en el Ministerio del Interior un convenio para instrumentar tecnología que permita el reconocimiento facial.
No estuvieron ahí ni el Presidente ni el ministro de Seguridad Aníbal Fernández.
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