En Santa Cruz no hay atributos que entregar, y el artículo 116 de la Constitución sólo habla de la jura ante la Asamblea Legislativa. La organización del acto está en manos del Gobierno entrante y desde el saliente aseguran que no ha existido comunicación aún, sobre si será requerida o no la presencia de Peralta. De no ser así, el gobernador podría no asistir al acto.
En medio de una puja sin parangón a nivel nacional por el traspaso de los atributos presidenciales, la sorpresa en Santa Cruz vino de parte del interrogante que se abrió sobre la presencia o no de la figura del gobernador Daniel Peralta en la jura de su sucesora.Hace décadas que Santa Cruz no vive un traspaso institucional como el que hiciera el gobernador Arturo Puricelli a su sucesor, Jaime Del Val, en 1987. En esa ceremonia fue el saliente quien le tomó juramento al entrante.Desde entonces, ya sea por la salida del mandatario por juicio político, o por renuncias anticipadas, ningún otro gobernador, salvo los mandatos con reelección de Néstor Kirchner y Daniel Peralta, logró terminar su mandato para entregárselo a alguien distinto. Cuando asumió Néstor Kirchner en 1991, leyó su juramento ante la Presidencia de la Cámara de Diputados. Pero inmediatamente después, y frente a la Escribana Mayor de Gobierno, el diputado Marcelino García, quien estaba a cargo de la Gobernación hasta ese momento, firmó la correspondiente acta de traspaso de mando.En 1995 y 1999 el traspaso fue unipersonal por ser Kirchner reelecto. Cuando renunció anticipadamente en 2003 para asumir la Presidencia, fue Héctor Icazuriaga, vicepresidente primero de la Legislatura, el encargado de traspasar el mando a Sergio Acevedo, quien renunció dos años y medio después, y en 2007, en medio de la crisis social, Daniel Peralta asume la Gobernación como máxima autoridad de la Cámara de Diputados y fue él el encargado de pasarse a sí mismo y en dos oportunidades el mando. “La organización del acto está en manos del Gobierno entrante, y hasta el momento no se han comunicado con el gobernador sobre si es necesaria su asistencia o no” indicaron a La Opinión Austral desde el entorno de Daniel Peralta, y agregaron que si es requerida su presencia, “asistirá”. En tanto que desde el Frente para la Victoria se confirmó que no hay atributos que entregar en Santa Cruz y que el artículo 116 de la Constitución Provincial claramente sólo habla de que el gobernador debe prestar juramento ante la Asamblea Legislativa, lo demás, sería cuestión de uso y costumbre.Si nos guiamos por las crónicas de cuando lo hizo Puricelli (fue él quien le tomó el juramento de rigor a Del Val) o cuando asumió Néstor Kirchner en 1991, el gobernador a cargo, diputado Marcelino García, firmó posterior a la jura de ley el acta de traspaso de mando. De ahí que exista coincidencia en ambos sectores sobre que no necesariamente debe estar el gobernador saliente, ya que el gobernador electo firmaría el acta “de posesión del cargo” y para ello sólo es necesario su rúbrica.Cabe recordar que no hubo foto de ambos mandatarios (saliente y entrante) de encuentros protocolares de transición y al parecer podría no haberla tampoco el 10 de diciembre, con un mensaje institucional que sólo la sociedad habrá de dimensionar.
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