El edil de Crear Juntos levantó suspicacias al retirarse de una votación clave. “Hay posibilidad de repatriarlo”, admitieron en Juntos, aunque no hay nada cerrado. Un funcionario bajo la lupa.
Mientras todas las miradas se depositaron en los últimos días en la escalada de tensiones entre el gobierno y el sector más duro de la oposición, con la polémica en torno al giro del expediente de las fotomultas y el freno en el debate presupuestario, por lo bajo y en silencio se comenzaron a dar movimientos que podrían cambiar drásticamente le mapa político del Concejo Deliberante.
Y el martes hubo una primera señal pública, que no pasó desapercibida y que todos, con esperanza –en unos- y con preocupación –en otros-, comienzan a seguir de cerca. Tras un duro debate en la primera sesión del año del Concejo Deliberante sobre el expediente de las fotomultas, Nicolás Lauría se retiró minutos antes de la votación luego que su compañero de bancada, Alejandro Carrancio, encabezará los cuestionamientos al gobierno, señalando el lado B detrás en torno al negocio de las infracciones de tránsito.
Según pudo constatar La Tecla Mar del Plata, las especulaciones en torno a un posible acercamiento al gobierno de Lauría y su espacio político, Creciendo Juntos, conducido por su suegro Daniel Luna, tienen sustento. “No hay nada cerrado”, reconocieron fuentes el oficialismo, a la vez que afirmaron la existencia de conversaciones. “La repatriación de Lauría no es imposible”, se esperanzan.
La posibilidad de sumar un concejal al espacio oficialista es crucial para el gobierno. Actualmente con un interbloque de once ediles, representaría la posibilidad de retomar el control del Concejo Deliberante, luego que el propio Lauría y Carrancio abandonaran las filas de Juntos a mediados de 2021. También sería un alivio para el intendente Montenegro: el exbasquetbolista es el primero en la línea de sucesión –al encabezar la lista de conejales en 2019-, por lo que el jefe comunal hoy no podría tomarse licencia ya que el Ejecutivo quedaría en manos de la oposición. La situación ya ocurrió: en febrero de 2021 falleció el padre de Montenegro, quien se tomó tres días de licencia y Lauría asumió interinamente la intendencia.
Los rumores incluso van más allá y hasta en el Palacio Municipal se echó a rodar la versión de, en caso de avanzar las negociaciones, un eventual arribo de Lauría al Ejecutivo. Y las miradss apuntan al Emder, donde en las últimas semanas su titular, Andrés Macció, sumó varios traspiés.
Por un lado, el gobierno marplatense volvió a estar expuesto a nivel nacional por el precario estado del Minella. Sin campeonatos de verano nuevamente –el principal se jugó en La Plata, destino nada vinculado a la emporada estival- y en los últimos días trascendió el intento de Aldosivi de mudar a la capital bonaerense su localía ante Boca, ante la imposibilidad de vender más entradas a neutrales por la clausura de la platea techada. La agenda compleja del Estadio Único evitó que el trascendental partido se fuera de la ciudad.
Y en los últimos días hubo un nuevo paso en falso, luego que Mar del Plata perdiera la oportunidad de ser sede de la próxima ventana de la clasificación al Mundial 2023 de básquet. El Polideportivo Islas Malvinas picaba en punta, pero la falta de gestiones vinculadas a la disponibilidad de plazas hoteleras y la necesidad de pequeñas refacciones le hicieron perder la oportunidad. En el partido de la última semanaentre Peñarol y Boca –de gran audiencia nacional-, en una jornada de lluvia, se volvieron a ver filtraciones que afectaron a los espectadores.
Ese importante partido tuvo como espectador a Lauría, un conocido en la disciplina. Pero el edil de Crear Juntos, aseguran muchos, juega su propio partido. Uno mucho más importante para el futuro de los ex Partido Fe.
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