Se trata de un proyecto en el que participan chicos de diferentes barrios de la ciudad y diversas entidades. Se capacitan, aportan sus conocimientos y generarán ingresos económicos. Trabajan en la creación de un prototipo de sistema constructivo.
Aunar conocimiento, instruirse y crear un método para construir viviendas con madera local. Ese es el objetivo principal de una propuesta que jóvenes de Bariloche y distintas organizaciones llevan adelante.
La iniciativa fue impulsada hace dos años en el marco de un proyecto de investigación del CONICET, que tiene la intención de recuperar el uso del pino ponderosa y otras especies.
Diferentes actores que forman parte de la propuesta se reunieron la semana pasada en el Taller San José del barrio Malvinas. Con máquinas y herramientas, carpinteros experimentados de la ciudad trabajaron codo a codo con los chicos en la construcción de un prototipo de sistema constructivo para viviendas.
Empezaron a confeccionar varias partes de una estructura en forma de pórtico. Más adelante, otro de los pasos será agregar paneles prefabricados, revestir con chapas y finalmente lograr una edificación sólida.
Virginia Martínez, miembro del CONICET y una de las organizadoras de la iniciativa, explicó a ANB que el proceso comenzó hace dos años. Dijo que en primer lugar convocaron a la Comisión Forestal y Maderera de Bariloche -perteneciente a la Cámara de Comercio loca-, y al INTA, que fueron los primeros que se sumaron. Con el correr del tiempo se fueron incorporando distintos organismos estatales e independientes y escuelas de oficios, entre otras instituciones.
Sostuvo que se busca recuperar la utilidad del pino ponderosa y otras especies, y a la vez “lograr fuentes de trabajo”.
Mariel Trigos, integrante del Instituto Municipal de la Tierra y la Vivienda para el Hábitat Social (IMTVHS), participó del encuentro en Malvinas y destacó la importancia de “poner de pie el uso de la madera de la zona”.
En tanto, Fernando Fernández Herrero, director de la Casa Educativa Terapéutica (CET) de la Sedronar que funciona en Bariloche y referente del Taller San José, señaló a ANB que “lo positivo de este espacio es que muchos chicos van a poder seguir aprendiendo sobre el oficio y tendrán la posibilidad de contar con un ingreso económico a partir de su trabajo”. Dijo que “es muy bueno que se use el pino ponderosa, una especie que no es demasiado aprovechada”.
”Es un proceso de construcción colectiva en el que participan chicos y entidades”, remarcó Martínez.
Los jóvenes ya trabajan en el primer gran desafío: construir un centro comunitario en el barrio 96 viviendas, el cual prevén terminar antes de fin de año. Ese, aseguran, será uno de los tantos logros.
Comentá la nota