Según los primeros rumores, efectivos de la Policía Federal habrían ido en busca de uno de los capos de la barra del elenco de Sarandí, situación que provocó la violenta reacción de un grupo de bárbaros que, fuera del estadio, protagonizaron los incidentes que obligaron la suspensión del partido.

El árbitro Ariel Penel frenó el encuentro mientras se escuchaban tiros desde las inmediaciones del estadio. El Jefe del Operativo no logró asegurar las garantías al referí, que ante el peligro decidió frenar el encuentro que gana por 1-0 Aldosivi.