En el comienzo del año se multiplican las licitaciones caídas por falta de proveedores o presupuestos por encima del oficial. La incidencia de la inflación en la redeterminación de precios.
Las 61 intervenciones que diseñó el gobierno para este año parecen tener un fuerte condicionante en estos primeros meses, en los que se multiplican las licitaciones caídas por la falta de oferentes o cotizaciones por encima del presupuesto oficial. Un mal de arrastre.
Hasta el momento se licitaron nueve trabajos del Plan de Construcciones 2023. En cuatro no se presentaron oferentes: la puesta en valor del Polideportivo Camet ($220 millones), el reemplazo de cubiertas en la Casa del Niño Paula Albarracín ($12 millones), el Jardín Municipal N° 24 ($108 millones) y la construcción de baños en Laguna de los Padres ($27,9 millones).
En tanto, por cotizaciones elevadas se desestimaron las ofertas para la ampliación de la Escuela de Formación Profesional N° 3 ($69 millones) y el Centro de Especialidades Médicas y Ambulatorias de Batán ($421 millones). Mientras que, a la fecha, el gobierno adjudicó la construcción de dos módulos del SAME en barrio Libertad ($19.167.430) y Sierra de los Padres ($17.152.440). En el primer caso, con un presupuesto un 46% mayor; en el segundo, con una cotización 41% superior.
Lo mismo se dio con el nuevo Centro de Salud en Belisario Roldán. Con un presupuesto oficial de $125.192.960 se adjudicará la intervención por un monto superior (49%).
Desde la óptica del Ejecutivo, las complicaciones en la macroeconomía son la principal causa de este escenario. Los montos de cada intervención fueron diseñados en octubre del año pasado, ello obliga a constantes redeterminaciones de precios, es decir, ajustes que se les reconocen a las empresas producto de la inflación.
A esto se le suma el financiamiento. Los aportes de Provincia y Nación representan cerca del 70% de lo presupuestado para este año. Si bien el Municipio mantiene un diálogo constante con las jurisdicciones para que se paguen los trabajos, los pasos administrativos dilatan los tiempos.
¿El caso más paradigmático? El Colector Marcos Sastre, la obra más importante del 2022, tuvo un grado de avance del 69%, pero está frenado a la espera del pago de redeterminaciones que ya fueron aprobadas por Nación.
Secretario de Obras: "No es un problema de ahora"
“Esto no es un problema de ahora: entre 2003 y 2011 hubo un crecimiento de la obra pública, luego comenzó a caer”, asegura Jorge González, el secretario de Obras, en diálogo con La Tecla. El funcionario plantea también dificultades para encontrar empresas interesadas. Por los tiempos burocráticos, muchas se vuelcan al sector privado. “Hoy tenemos un universo de 6 - 7 proveedores que suelen presentarse a las licitaciones”, afirma.
Aunque reconoce que es difícil encontrar incentivos en las firmas. “Los presupuestos que diseñamos suelen tener un desfasaje por la incidencia de la inflación. Toma unos cien días completar el proceso administrativo para poder licitar, sumado al mes para cobrar el anticipo financiero. Además, con sistemas de redeterminación como el de Nación, las empresas tardan en cobrar, y eso les genera un quiebre en la ecuación económica”, destaca el titular de Obras.
La preocupación por el ex-FIM
Según supo La Tecla, General Pueyrredon recibirá cerca de $1.500 millones de Gobernación en el marco del Programa Municipios a la Obra, antes, Fondo de Infraestructura Municipal (FIM). Del total, la Secretaría de Obras percibirá $350 millones y el resto lo ejecutará el Ente Municipal de Vialidad y Alumbrado Público (Emvial), principalmente para tareas de bacheo y asfaltado. La administración provincial debería enviar los primeros anticipos financieros el 30 de marzo.
En este marco, y al igual que en 2022, la preocupación en el gobierno es que se trata de una partida fija, sin posibilidad de reajustes por la inflación, clave para que avancen los trabajos. Las diferencias que se generan por la suba de precios las debe asumir la Comuna.
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