Apenas transcurridas pocas horas desde su entrada en vigencia ayer, el régimen de declaración anticipada para las importaciones, que establece un mecanismo de “ventanilla única electrónica”, cosechó críticas y generó incertidumbre en el sector industrial.
Fue más allá y recordó que “el Estado argentino ha sido altamente burocrático en el desempeño de cualquier trámite, y este es un trámite que exige agilidad”. Se refirió así a la medida dispuesta por la Administración Federal de Ingresos Públicos, reglamentada el 23 de enero último mediante la Resolución 3255 y que crea “una herramienta informática adecuada para facilitar la transferencia ininterrumpida de información comercial”.
El nuevo régimen para las importaciones de bienes de consumo implica que, quienes deseen ingresar productos a Argentina, deberán presentar una Declaración Jurada Anticipada de Importación, información que será analizada por diferentes organismos estatales que validarán la operación en un plazo de tres a diez días.
“Antes, un importador concretaba la compra y sabía que cuando llegaba estaba aprobada. Hoy se agregan días a esa demora y la posibilidad de que el Estado tenga que interpretar de qué producto o insumo se trata y explicarlo ante la dependencia estatal correspondiente”, advirtió el empresario e integrante de la plana directiva de la UICh.
Expectativas negativas
Por otra parte, alertó que la nueva medida proteccionista “generará pérdidas económicas y expectativas negativas respecto de lo que imaginábamos como inversiones que este año podían darse en equipos nuevos, mercados y productos”. “Cualquier decisión que tomen las empresas estará impactada por esta medida, hasta tanto se conozca que funciona adecuadamente y que no se transforma en un planteo burocrático”, acotó.
Por otra parte, si bien destacó y valoró la política del gobierno argentino de defensa de la industria y del mercado nacional, consideró que “indudablemente esta medida no va solo en ese terreno y genera dudas”. “Casi todas las industrias vía insumos o equipos están vinculadas con el comercio exterior. Todas van a pasar por la declaración jurada (que debe presentarse ante la AFIP)”, sostuvo.
“En el caso del Chaco, no tenemos la dificultad de las automotrices argentinas, que están poco integradas en el país y tienen la dificultad de que la mayor parte de las autopartes son importadas, pero además no manejan grandes stock y tienen altos costos financieros. No estamos así, pero de todas formas utilizamos algún insumo externo”, contrastó.
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