Insisten con la candidatura de la vice, aunque ven que se aleja cada vez más esa posibilidad. La posibilidad de Kicillof reemplazando a Cristina. Presión a Massa para controlar los precios.
Por: Gimena Fuertes
El kirchnerismo entró en una etapa de recálculo luego del discurso de Cristina Fernández del jueves en el Teatro Argentino de La Plata. Por lo pronto, a la llamada «mesa kirchnerista” que se reúne habitualmente en Ensenada le empezó a caer la ficha de que a su opción A, que sostiene la candidatura presidencial de Cristina, hay que sumarle una opción B, que es cumplir con la decisión orgánica de sostener al candidato que ella elija para el sector.
Sin embargo, este grupo autopercibido como el “kirchnerismo puro” todavía no desiste de su idea original, que piensan sostener hasta que ella se pronuncie de manera taxativa. Hasta el momento, en medio de los reacomodamientos, lo único firme es que van a pedir la implementación de la suma fija en salarios y el congelamiento de precios.
Si Cristina no es
La denominada mesa de Ensenada se volvió a reunir este martes por la tarde en el camping de Punta Lara. Desde las tres hasta las seis charlaron, medialunas y café mediante. En ese lapso se conversó sobre cómo sostener la candidatura de Cristina ahora que los vientos cambiaron.
El argumento más fuerte es que ella es la única que puede garantizar un triunfo en primera vuelta. En caso de balotaje, se verá. El objetivo principal es cuidar la provincia de Buenos Aires, donde Axel Kicillof se encamina a reelegir. Sin embargo, la discusión sobre la posibilidad de llevarlo al territorio nacional aparece todas y cada una de las veces en que se analiza el escenario sin Cristina candidata. Esto último es algo no se expuso a opiniones en esa mesa kirchnerista. Pero sí se coló en las conversaciones previas y posteriores.
Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof, uno de los participantes de la mesa kirchnerista de Ensenada.Foto: Prensa Frente de Todos
Fueron alrededor de 25 personas entre los que estuvo el gobernador Axel Kicillof, la vice Verónica Magario -fórmula que aspira a repetirse en la provincia-, junto a dirigentes y dirigentas como el interventor del Enre Jorge Ferraresi, los intendentes de Berisso Fabián Cagliardi, de Villa Gesell Gustavo Barrera y Tapalqué Gustavo Cocconi, Mario Secco en calidad de anfitrión y titular del Frente Grande, Carlos Castagneto de Kolina, Martín Sabbatella de Nuevo Encuentro, el titular de la Federación Gráfica bonaerense Héctor Amichetti junto a Mario “Paco” Manrique del Smata, ambos de la Corriente Federal, Hugo Yasky y Roberto Baradel por la CTA, Andrés “Cuervo” Larroque por La Patria es el Otro y La Cámpora.
Por lo pronto, el cronograma kirchnerista sigue con la movilización del 25 de mayo, para recordar el día fundacional del espacio político, la asunción de Néstor Kirchner. En un principio estaba confirmado que se iba a llevar a cabo en la 9 de julio. Sin embargo, algunos sectores plantearon ir a Plaza de Mayo o incluso consideraron la posibilidad de hacerlo en un estadio. Otros mantienen la idea inicial.
Es que ahora tampoco es probable que la vicepresidenta en el acto. “No es lo mismo un acto con o sin Cristina. La capacidad de movilización te cambia”, analizaban en Ensenada.
Magario – Kicillof, la fórmula para la Provincia que no se mueve a menos que Cristina mueva el tablero.Suma fija y congelamiento de precios desde Ensenada
Más allá de las diferencias, en donde sí hubo acuerdo es en sostener el reclamo por la suma fija, pero con congelamiento de precios, “para que no se lo lleven cuatro vivos”, parafrasearon. Es que, hasta el momento, la conducción económica del gobierno está centralizada en Sergio Massa, que cosecha los apoyos de parte de la CGT que se opone a esa medida de urgencia.
Habrá que ver si el ministro ve con buenos ojos la propuesta de congelamiento de precios, similar al acuerdo que intentó con Matías Tombolini, pero con una rigidez mayor impuesta desde el Estado. Esta mesa “kirchenrista pura” propone implementarlo de manera temporaria para resguardar la suma fija y que no ayude a espiralizar los precios, tan mentado temor neoliberal.
La frase de Cristina sobre el aumento de trabajadores registrados pobres, los envalentonó. “Hay margen para implementarlo porque la rentabilidad de las empresas es brutal, están llenos de plata y con el congelamiento seguirían ganando también un montón”, sintetizan.
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