La primera Inca Kola se comercializó el 18 de enero de 1935, cuando Lima celebraba sus 400 años de fundación.
La reconocida gaseosa a nivel mundial, Inca Kola, gracias a su sabor y olor único, se instauró en el Perú como un elemento infaltable en la gastronomía nacional, convirtiéndose en la bebida más solicitada, incluso frente al gigante de los refrescos, Coca Cola.
Este éxito se le atribuye a Isaac Lindley, visionario empresario peruano, hijo de José Robinson Lindley y Martha Stoppanie. Lindley desde los 8 años trabajó como lavador de botellas en la fábricas de Aguas Gaseosas de la Santa Rosa, la cual fue fundado en 1910, por su padre.
Al morir Robinson, la cabeza de la familia, y sus cuatros hermanos, Isaac asumió el liderazgo de la empresa familiar por los 40 años siguientes y fue el responsable de que la famosa bebida amarilla se convierta en el sello nacional del Perú.
¿Cómo nació Inca Kola?
El matrimonio británico Lidnley se instaló en tierras peruanas a principios del siglo XX. El creador de la gaseosa fue Joseph Robison Lindley, padre de Isaac, y su creación fue en homenaje al país que lo recibió junto a su familia.
El nombre surgió para valorizar la cultura inca y el color amarillo, es representativo del metal más usado en la cultura, el oro.
La primera Inca Kola se comercializó el 18 de enero de 1935, cuando Lima celebraba sus 400 años de fundación, según La República.
Las estrategias detrás del éxito
Es importante resaltar que, en 1936, nueve años antes de que Isaac asumiera la dirección de la empresa familiar, había ingresado una nueva gaseosa al mercado peruano y buscada posicionarse como la líder en el Perú, Coca Cola.
Frente a esto, la compañía formó alianzas con las fábricas embotelladoras locales para producir la bebida amarilla, entre ellas Casinelli en Trujillo, Panizo en Ica, Siu en Cusco y Arequipa, Martorell en Tacna y Moquegua y Higushi en la selva central. Lo cual, sería la base para convertir a Inca Kola en la gaseosa número uno del Perú.
Posteriormente, el principal cambio que realizó Isaac, como parte de las estrategias para posicionar la bebida, fue renovar la imagen de Inca Kola. Es así, que nace una nueva botella que tenía gravada en alto relieve el nombre de la gaseosa. Esto lo acompañó con uno de los primeros slogans que sería recordado: “Inca Kola solo hay una y no se parece a ninguna”.
Una bebida cargada de cultura
Parte de las estrategias, era crear la imagen de Inca Kola como símbolo del nacionalismo peruano, el cual prevalecía en la década de los 40s, lográndolo con mucho éxito.
Asimismo, Lindley tenía claro que la publicidad sería su gran aliado y haría que la bebida se mantenga como líder. Para esto, formó una alianza con Genaro Delgado Brant, principal accionista del canal 13, hoy Panamericana Televisión.
Juntos, dieron origen a los primeros comerciales de Inca Kola, asociándola a los platos más tradicionales de la gastronomía peruana, a la cultura y sobre todo a ambientes familiares.
Dentro de los slogans más recordados de la empresa destacan: “El sabor de la alegría” (1980-1985), “El sabor de lo nuestro” (2000-2001), “El sabor del Perú” (2003-2005) y “El sabor de la creatividad” (2007).
Coca Cola se rindió ante Inca Kola
En la década de los 90s, la gran empresa transnacional estadounidense Coca Cola, no pudo enfrentarse y vencer el éxito de Inca Kola, desde su ingreso en el mercado peruano.
Coca Cola Company, en 1999, compró el 49% de las acciones de la empresa Lindley, por 200 millones de dólares, convirtiéndose en dueño de Inca Cola.
A pesar de la compra, la gaseosa peruana siguió manteniendo su nombre y hasta la actualidad se mantiene como la favorita de los peruanos.
Poco éxito en el mercado extranjero
Si bien es cierto, Inca Kola es la gaseosa principal del Perú, no sucedió lo mismo en el mercado exterior.
Renato Peñaflor, profesor de marketing de la Escuela de Negocios de la Universidad ESAN, según el diario La República, en una entrevista para América Economía comentó que el éxito de esta bebida se debe a las particularidades del consumidor peruano, el cual se liga muy fuerte con los productos que representan su identidad, conseguido por Inca Kola.
Además. sumado a esto, está el fracaso que tuvo Inca Kola al lanzar La Moradita, una gaseosa con sabor a chica morada.
Finalmente, en octubre de 2015, la empresa Lindley vendió lo que le quedaba de capital accionario a la mexicana Arca Continental, quien compró 47.52% de acciones por 760 millones de dólares.
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