Según el gobierno es la obra de ingeniería “mas importante de los últimos 50 años”. ¿Cómo se gestó el gasoducto? ¿Cómo impacta en la producción de energía? ¿Cuáles son sus principales riesgos y beneficios?
Ivo Cortazzo
A partir de hoy -martes 20 de junio del 2023-, quedará habilitado el primer tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), cuando la empresa Energía Argentina S.A (ENARSA) -la única empresa estatal que realiza obras de infraestructura energética - apruebe el apto de funcionamiento del mismo y, de esta manera, el gasoducto ya se encuentra habilitado para transportar gas.
El Ministerio de Economía, la Secretaría de Energía y ENARSA se adelantaron con un comunicado conjunto para afirmar que “se ha cumplido el objetivo propuesto y el próximo martes 20 de junio se abrirá la válvula y comenzará el proceso de llenado del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner”.
La obra, que permitirá transportar y fomentar la producción del gas no convencional situado en Vaca Muerta -una de las principales reservas de hidrocarburos no convencionales del mundo- y que contribuye a reducir la dependencia energética de argentina para con el exterior, tiene fecha de finalización en invierno del 2024.
La construcción del gasoducto está planteada en tramos y etapas. La primera etapa une la localidad neuquina de Tratayén con Salliqueló -provincia de Buenos Aires-, atravesando las provincias de Río Negro y La Pampa. La segunda etapa se encargará de unir los puntos entre Salliqueló y San Jerónimo -localidad ubicada en el sudeste de Santa Fe-.
El segundo tramo del GPNK está planteado con vistas a la exportación de gas. En enero de este año, Luiz Inacio Lula da Silva y Alberto Fernández se refirieron en público a la posibilidad concreta de avanzar en la construcción del segundo tramo del GPNK, lo que permitiría exportar gas a Brasil.
La construcción del gasoducto está acompañada de la implementación del Plan Gas, un “programa de estímulo a la producción de gas natural, cuyo objetivo es asegurar el abastecimiento del mercado interno”, y a través del cual se alcanzarían los objetivos de volumen necesarios para el transporte vía gasoducto. Según el ministro de Economía, Sergio Massa, “lo más importante que produce este programa es el cambio en la matriz del producto bruto interno de la Argentina. En el 2026, si seguimos adelante con este programa, las exportaciones del sector de hidrocarburos van a llegar a pesar en nuestras reservas y en nuestra balanza comercial lo mismo que pesa todo el complejo soja”. Estas declaraciones van en línea con las realizadas por la secretaria de Energía, Flavia Royón, quien aseguró que “las nuevas obras van a posibilitar que podamos exportar gas primeramente a los países vecinos y después al mundo. Y así nuestra balanza energética va a pasar de ser negativa este año a estar en equilibrio y de ahí empieza a ser positiva hasta 2030, en que proyectamos un ingreso de US$ 18.000 millones. El sector energético se va a consolidar como el segundo sector generador de divisas para nuestro país.”
Se estima, de manera oficial que, durante la etapa uno, la capacidad de transporte de gas aumente, de manera progresiva, hasta llegar a los 24 millones de metros cúbicos por día. El objetivo es llegar a los 44 millones de metros cúbicos diarios de capacidad de traslado una vez finalizada le etapa dos.
El jefe de gabinete Agustín Rossi, el 13 de junio pasado afirmó ante la cámara de Diputados que el GPNK “en la segunda mitad del año nos va a permitir un ahorro de 2.000 millones de dólares en importaciones, que el año que viene subirá a 4.000 millones. Y en un futuro, cuando se finalice la segunda etapa del gasoducto, serán otros 3.500 millones de dólares de ahorro, a lo que se sumará la posibilidad de exportar a países vecinos”. Es necesario aclarar que el monto exacto del ahorro no se conoce porque depende del precio del millón de BTU -unidad en la cual se mide el gas y el GNL- y de la producción final.
En el caso de este año, al inaugurarse una vez comenzado el invierno, se estima, de manera oficial, que el gasoducto permitirá ahorrar, aproximadamente, USD 2.000 millones.
¿Cuál es la historia del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner?
En base a una recopilación realizada por Chequeado, es posible hacer un paso a paso en la construcción del gasoducto desde su convocatoria a licitación. En julio de 2019, el ex presidente Mauricio Macri firmó un decreto para convocar a licitación pública e internacional con el fin de construir un gasoducto que conectara Tratayén con Salliqueló. Sin embargo, el proceso de licitación fue postergado en varias ocasiones y finalmente fue derogado por la secretaría de Energía en diciembre de 2020. Bajo la gestión de Alberto Fernández, se declaró la promoción de la producción de gas natural como interés público y se otorgó a ENARSA la responsabilidad de construir el gasoducto y las obras del Programa Transportar.
El 3 de junio de 2022, en un contexto en el cual las obras del gasoducto comenzaban a demorarse más de lo esperado, la vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner criticó con dureza la importación de tubos provenientes de Brasil para la realización de una parte del proceso. Esta crítica estaba dirigida al por entonces ministro de Producción, Matías Kulfas quien aseguró que en Argentina se iba a empezar a producir chapa naval y ese tipo de chapa “perfectamente se puede usar para construir gasoductos”. Dicho enfrentamiento terminó con la renuncia de Kulfas al ministerio de Producción.
Ya con Massa como ministro de Economía, el 10 de agosto del 2022, se firmaron los contratos para la realización de las obras civiles de la primera etapa del GPNK. Al mismo tiempo se comenzaría a construir una planta compresora en la cabecera del gasoducto Mercedes-Cardales.
Al mes siguiente, ENARSA realizó el llamado a licitación para la segunda etapa del GPNK que unirá Salliqueló con San Jerónimo. Esta etapa tiene fecha de finalización para el invierno de 2024.
En noviembre del año pasado, se adjudicaron obras para construir dos plantas compresoras más en Tratayén y Saliquelló. Las plantas compresoras son necesarias para poder transportar el gas a través del gasoducto.
El 12 de mayo de este año se realizó la “última soldadura” del primer tramo del GPNK. Esta última soldadura dio paso a un proceso de pruebas hidráulicas para garantizar la ausencia de pérdidas o fisuras y garantizar el proceso de llenado del gasoducto para el correcto y eficiente transporte del gas.
El 20 de junio de 2023 -el día de hoy- ENARSA aprueba el apto de funcionamiento del GPNK y comienza con el proceso de llenado del mismo.
Guido Perrone, investigador del Centro de Estudios sobre Desarrollo, Innovación y Economía Política (CEDIEP) de la Universidad Nacional de Quilmes, dijo que “es una obra que está largamente demorada ya que uno de los principales conflictos siempre el esquema de repago. Entre 2018 y 2019 no se sabía con certeza si iban a estar dadas las condiciones para el llenado dado el esquema de producción de ese momento”.
¿Cuáles son las potenciales consecuencias de la puesta en marcha del gasoducto Néstor Kirchner?
La obra de ingeniería realizada para la construcción del primer tramo del GPNK es una de las más importantes de los últimos 50 años no solo por su plazo de concreción -10 meses- sino porque permitirá transportar un volumen de gas no convencional que, sumado al Plan Gas, promete modificar la matriz energética del país. Esto reduciría, significativamente, el grado de exposición de la Argentina frente a la volatilidad de los precios internacionales de la energía. Durante 2022, la balanza comercial energética fue deficitaria en, aproximadamente, USD 5.000 millones producto del aumento de precios producido por la guerra entre Rusia y Ucrania.
“El gasoducto viene a eliminar tensiones en el mercado gasífero y eléctrico (en Argentina, la mayoría de la energía eléctrica se genera a partir del gas) acomodando un poco la disponibilidad y habilitando futuros desarrollos tanto aguas arriba como aguas abajo. Un ejemplo de esto es la empresa Profertil (dedicada a la producción de fertilizantes para los cultivos) que tiene planteada, hace muchos años, la duplicación de su capacidad instalada y nunca lo hizo por la falta de garantías en términos de abastecimiento de gas” aseguró Perrone. También agregó que “se va a reemplazar volúmenes importantes de importación y, si no fuera por Vaca Muerta, el año que viene podríamos sufrir cierto desabastecimiento ya que Bolivia no va a tener disponibilidad de gas para vendernos”.
Además del ahorro de divisas que esto supondría, el hecho de incrementar la producción -oferta disponible- de gas debería generar un precio de venta más competitivo. De esta manera disminuiría el costo fiscal ligado a la asignación de subsidios energéticos a los hogares y empresas.
La producción de gas va de la mano de la de petróleo ya que ambos son hidrocarburos. En este sentido, también se proyecta un incremento en la producción del “oro negro” para el año 2030. El objetivo es llevar a 1.000.000 de barriles diarios la producción que hoy se encuentra en, aproximadamente, 300.000.
El hecho de poder contar con energía barata es importante, no solo para los consumidores sino para las empresas. La energía es el costo de los costos y tener un precio competitivo en este segmento, permitiría desarrollar una estrategia industrial sólida con un consecuente cambio en el modelo de inserción internacional -empezar a exportar más productos industriales y no depender tanto del modelo de exportación primario-.
Si bien la realización del gasoducto es una obra de suma importancia, no está exento del riesgo de profundizar una matriz energética poco sustentable. En este sentido, Ariel Slipak, economista coordinador del área de investigación de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), opinó que “Argentina necesita transicionar de una matriz energética, en donde preponderan los combustibles fósiles y fundamentalmente el gas, hacia una matriz donde tengan mayor preponderancia las energías renovables. En este aspecto podría haberse fomentado dicha transición a través de un esquema de subsidios a las energías renovables que no se hizo.” A su vez, el economista agregó que “las empresas que están operando en Vaca Muerta, no tenían manera de despachar el gas, entonces, al tener todo el gas en la zona de Fortín de Piedra -área de Vaca Muerta-. Con la construcción del gasoducto, comenzaron a acelerar la operatoria de perforaciones y set de fracturas, lo cual ha generado una importante cantidad de sismos en la zona de Sauzal Bonito, provocando daños en las casas de quienes habitan la zona”.
Además del riesgo ambiental de no transicionar correctamente hacia la producción de energías renovables, las necesidades de corto plazo del país en términos de falta de dólares e inestabilidad macroeconómica pueden atentar contra los objetivos de largo plazo. En este sentido, existe un riesgo de que el incremento en la producción de hidrocarburos sea utilizado, principalmente, como un mecanismo directo de obtención de dólares a través de su exportación directa y no sea pensado como un insumo de la industria.
Un ejemplo de algo similar fue lo que sucedió en los Países Bajos en la década de 1960. En esos años se descubrió un gran yacimiento de gas natural cerca del Mar del Nore, lo cual trajo consigo un incremento considerable en las exportaciones del país. El extraordinario ingreso de divisas generó que el florín -moneda holandesa de ese momento- se apreciara de sobremanera, perjudicando las exportaciones del resto de los bienes y servicios -cuando la moneda local se aprecia, los bienes del país se hacen mas caros con respecto al resto del mundo-. Este fenómeno, llamado enfermedad holandesa llevó a la quiebra a más de un centenar de compañías.
Es por esto que resulta importante tener definido cual es el modelo de país a seguir. Si es un modelo basado en el desarrollo industrial con la energía barata como insumo principal o si, el incremento en la producción de hidrocarburos, viene a consolidar el modelo de exportación de bienes primarios a través del cual, Argentina se ha insertado en el mercado mundial.
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