El diputado provincial del GEN, Jorge Santiago, expresa su“beneplácito” por la tarea que lleva a cabo la Planta Piloto Multipropósito, proyecto que comenzó en el 2012 y hoy está completamente operativo reciclando pilas en la ciudad de La Plata.
El proyecto de declaración del legislador rojense señala “su beneplácito por la creación de la primera planta de reciclado de pilas de la Argentina, puesta en marcha por la Universidad Nacional de La Plata en Gonnet, partido de La Plata, provincia de Buenos Aires”.
Santiago recuerda que la prueba piloto “comenzó hace cinco años, y recién ahora está completamente operativa. El desarrollo de la planta tiene un costo de 400 mil pesos”.
A la iniciativa se la denomina Plapimu-Laseisic (Planta Piloto Multipropósito y Laboratorio de Servicios a la Industria y al Sistema Científico), y se trata de un centro de investigación y desarrollo de diferentes proyectos perteneciente a la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y a la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), de la provincia de Buenos Aires.
El diputado fundamentó que “la planta fue concebida, diseñada e instalada con un método simple, económico y absolutamente sustentable. Mediante el desarrollo de un proceso que permitiera recuperar los metales presentes en las pilas agotadas, logrando un doble propósito: evitar la contaminación de suelos y aguas subterráneas y al mismo tiempo recuperar los metales para su reutilización, disminuyendo la explotación minera y la contaminación en la producción de los mismos”.
Tras precisar que “la Planta Piloto Multipropósito no es un centro de acopio de pilas sino un laboratorio de investigación y desarrollo”, Santiago resaltó que el emprendimiento “tiene por finalidad el cuidado del medio ambiente, y a futuro se espera que la tecnología empleada allí pueda ser aplicada en distintas provincias”.
El legislador y vicepresidente II de la Cámara baja, reveló que “en el municipio bonaerense de Pellegrini se encuentran trabajando en la construcción de una planta de tratamiento de residuos sólidos y urbanos junto con la Autoridad del Agua de la Provincia, en la cual se incluirá una planta de tratamiento de pilas para ese municipio de 5 mil habitantes”.
Cabe destacar que el término de su vida útil las pilas son consideradas residuos peligrosos: tardan en descomponerse entre 500 y 1000 años (dependiendo del tipo); algunos estudios indican que una micro pila de mercurio puede llegar a contaminar 600 mil litros de agua, y la misma micro pila de zinc-aire contaminaría hasta 12 mil litros; 14 mil litros si se trata de una pila de óxido de plata, y si es una pila común son 3 mil litros de agua los que se pueden llegar a contaminar.
“Solo la Ciudad de Buenos Aires -aclara Santiago- hoy en día cuenta con un plan de recolección de pilas. En el resto del territorio la competencia recae sobre cada municipio, pero es poco lo que se hace”.
Santiago también explicó que “el primer paso del proceso comprende la clasificación por tamaño de las pilas alcalinas agotadas: chicas (AAA), medianas (AA), grande (C) y más grandes (D)”, dando cuenta que la Planta “no procesa pilas reciclables”.
Mediante un método artesanal, se corta la carcasa de hierro que recubre las pilas. Una vez abiertas se recuperan los diferentes componentes: cobertura de acero, algo de papel, el barro interno (debido a que tiene una gran cantidad de carbón), y los metales que se reutilizan como el zinc y el manganeso.
Finalmente, Santiago destaca que “los metales recuperados pueden ser reinsertados en la industria para su uso. De esta manera se transforma un residuo tóxico en algo aprovechable de diversas maneras”.
Comentá la nota