El impuesto a las bebidas azucaradas ha sido un éxito rotundo. Ahora se sugiere extenderlo a la sal

El impuesto a las bebidas azucaradas ha sido un éxito rotundo. Ahora se sugiere extenderlo a la sal

El azúcar de los refrescos se redujo en un 44%.

Por: Gabriela Gottau.

En 2018, como parte de una política antiobesidad del gobierno de Reino Unido, se ha establecido el impuesto al azúcar que se aplica a las bebidas azucaradas que se producen o importan al país. Dicho impuesto ha sido un éxito rotundo y ahora se quiere extender a la sal.

Con el objetivo de incentivar a los fabricantes a reducir el contenido de azúcar en sus bebidas y crear igualdad de condiciones entre productos saludables y poco saludables, en Reino Unido se aplica un impuesto a las bebidas azucaradas desde el 2018, que implica pagar 18 peniques por litro para bebidas con 5 gramos o más de azúcar y menos de 8 gramos por cada 100 ml, o 24 peniques por litro para bebidas con 8 gramos o más de azúcar por cada 100 ml.

El éxito del impuesto a las bebidas azucaradas

Hace pocos días atrás, Chris Hilson, profesor de la Universidad de Reading, reunió la prensa y presentó un informe en el que se analiza el impuesto al azúcar del Reino Unido, revelando el éxito del mismo.

En concreto, el informe señala que el contenido de azúcar de las bebidas azucaradas se ha reducido en un 44%, y sugiere que:

"es vital extender el impuesto al azúcar a todos los alimentos procesados. El impuesto actual ha logrado reducir el azúcar en los refrescos, pero necesitamos ver el mismo éxito en productos como batidos, galletas, yogures y cereales para el desayuno, para mejorar la salud pública"

Además, señala que los diputados deberían considerar medidas obligatorias en el sector alimentario como por ejemplo un impuesto a la sal, ya que regulaciones  más estrictas podrían traducirse en un ambiente más sano así como en una población más sana.

En este sentido, los autores del informe señalan que medidas como las etiquetas informativas de los envases no han logrado abordar los graves daños ambientales y las malas condiciones de salud a nivel de la población, por lo que se insta a una normativa más estricta y abandonar el enfoque actual que se basa más en medidas voluntarias.

¿Un nuevo impuesto a la sal?

La profesora Christine Riefa afirmó que el informe del Programa para la Transformación de los Sistemas Alimentarios del Reino Unido titulado "Ferramientas regulatorias para una dieta saludable y sostenible" ofrece un conjunto de herramientas regulatorias que permitirían transformar el panorama alimentario del Reino Unido.

En este sentido y teniendo en cuenta el éxito es el impuesto a las bebidas  azucaradas que ha permitido reducir el contenido de azúcares en dichos productos en un 44%, se sugiere un enfoque similar en otros tipos de alimentos, como por ejemplo la introducción de un nuevo impuesto a la sal.

Reducir el consumo de sal ha demostrado ser una de las formas más sencillas de  controlar la hipertensión arterial y de esta forma de reducir el riesgo  cardiovascular. Asimismo, según las encuestas disponibles, aproximadamente  70% de las sal que consumen las poblaciones occidentales proviene de los alimentos procesados (aunque esto no es fácil de evaluar).

Sin embargo, teniendo en cuenta que el agregado de sal a las comidas en la mesa  está asociado con una reducción en la esperanza de vida de más de dos años en hombres y alrededor de un año y medio para las mujeres, sin duda promover una menor ingesta de sal puede ser favorable para nuestra  salud.

Por otro lado, hay evidencia científica que constata que este tipo de medidas pueden tener un impacto muy positivo y verdaderamente ser efectivas para reducir el consumo de determinados nutrientes que en exceso nos perjudican y a largo plazo, sirven optimizar la salud de la población.

Por todo esto, se piensa en un impuesto que ayude a reducir la sal en  determin ados alimentos procesados tal y como se hizo con el azúcar de los refrescos,lograría mejorar la calidad de la alimentación y la salud de la población.

Comentá la nota