EL HERALDO habló con expertos sobre los impactos que traería esta medida, de ser aprobada, para la industria y los consumidores.
La designada ministra de Salud, Carolina Corcho, anunció este martes en medio de la cumbre del Pacto Histórico en Medellín que propondrá la implementación de un impuesto a las bebidas azucaradas.
Lo que se busca es que este gravamen se incluya en el paquete de medidas de la reforma tributaria que la bancada de Gobierno tramitará este año en el Congreso.
“Los impuestos a las bebidas azucaradas, además de tener impactos favorables en la salud pública, porque desincentiva el consumo de gaseosas y azúcares, y reduce las enfermedades crónicas no transmisibles, podría ser una opción de recaudo para el sistema de salud colombiano”, expresó la ministra entrante.
Esta iniciativa no será nueva en el Congreso, pues ya ha sido presentada cuatro veces, desde 2016, sin prosperar.
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La organización Educar Consumidores fue la que impulsó la propuesta por primera vez. Su directora Esperanza Cerón, quien es médica cirujana, especialista en derecho ambiental y doctora en educación, contó en diálogo con EL HERALDO cómo nació el primer proyecto de ley.
“Esto empezó por una recomendación de la Organización Mundial de la Salud, que preocupada por el aumento de casos de obesidad y sobrepeso en niñas, niños y adolescentes diseñó unas políticas y propuso a todos los Estados miembros una serie de medidas, entre esas la del impuesto a las bebidas azucaradas”, dijo Cerón.
En ese momento, la OMS sugirió que reducir el consumo de estos productos y por lo tanto la prevalencia de la obesidad, la diabetes de tipo 2 y la caries dental, se debería aplicar un aumento de al menos el 20 % del precio de venta al público de las bebidas azucaradas.
“El primer proyecto de ley se hundió en el Congreso y volvimos a presentar la iniciativa en la legislatura siguiente, donde conseguimos que a las bebidas gaseosas se les pusiera el impuesto de valor agregado (IVA). Con esto obtuvimos una victoria parcial, pero que no resuelve el tema de fondo”, indicó la especialista.
Resaltó que los llamados “impuestos saludables” no son nuevos y que ya se han aplicado “en 75 países” del mundo. Asimismo, celebró el anuncio de la próxima Ministra de Salud y se mostró optimista frente al nuevo intento por la implementación de la medida a las bebidas azucaradas.
“Las empresas no van a quebrar”
Diana Vivas, abogada e investigadora de Educar Consumidores, aclaró en conversación con este medio que lo recomendado a nivel internacional es que el aumento del valor de la bebida sea asumido por los consumidores y no por las empresas productoras, precisamente porque de esta manera se desestimula la compra de estos productos.
“Esta no es una medida para sancionar a los productores de bebidas azucaradas. La propuesta es que ese incremento se refleje en el precio final que pagan los consumidores para que una vez vean que es un poco más costoso, se detengan a ver si mejor optan por otro tipo de bebidas”, indicó.
Sobre los cuatro fracasos que ha experimentado la iniciativa, Vivas aseguró que “el impedimento mayor siempre ha sido el ‘lobby’ que ejerce la industria en el Congreso”.
“Lo hacen porque son conscientes de que al desincentivar el consumo los clientes obviamente van a optar por otro tipo de bebidas, que eso es lo que más repercute en temas de salud para el bienestar de la gente”, señaló.
Respecto al impacto económico que les espera a las empresas de aprobarse esta medida, la abogada dijo que no es cierto que vayan a ir a la quiebra por el descenso de compra de las bebidas azucaradas.
“Los industriales no han querido aceptar que tampoco ellos van a perder, tal como lo anuncian. En ningún país que ha implementado este impuesto las empresas han quebrado. Lo que les toca es ofrecer productos menos dañinos o reinventar su oferta”, afirmó.
Habla nutricionista
EL HERALDO consultó a Rubén Orjuela Agudelo, nutricionista, dietista y magíster en gestión de políticas de alimentación infantil, para conocer los efectos de este tipo de productos en la salud de las personas.
Al respecto, el profesional aseveró que “hay estudios contundentes libres de conflictos de interés que han mostrado que las bebidas endulzadas y azucaradas causan daños a la salud como exceso de peso, obesidad, diabetes, enfermedades coronarias, hipertensión e incluso se han relacionado con algunos tipos de cáncer”.
En ese sentido, mostró su respaldo a la iniciativa que será impulsada por Carolina Corcho y precisó que “el impuesto a las bebidas azucaradas se ha propuesto como una de las medidas más costo-efectivas para tratar de reducir o detener el problema de la obesidad y el exceso de peso desde hace años”.
Para Orjuela, es de suma importancia tomar medidas que ayuden a desestimular el consumo de estas bebidas teniendo en cuenta que la problemática del exceso de peso ha estado en incremento en las últimas décadas.
“Según el ‘Atlas de la Diabetes’ en Colombia hay al menos cuatro millones de personas con diabetes, entonces la problemática no es menor”, puntualizó.
También destacó que el recaudo del impuesto puede contribuir a que “el gobierno tenga algo más de caja para hacer programas y así el tributo redundará en mejores condiciones de salud para la población y menor gasto en salud para el Estado”.
El nutricionista argumentó que esta medida “es necesaria”, pero que no es la única en la que se debe pensar para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
“Hay que continuar con las políticas que ya se están empezando a implementar, pero que necesitan un refuerzo como lo es el etiquetado frontal de advertencia, proteger a los niños y las niñas de la publicidad de productos comestibles ultraprocesados o comida chatarra, promover la lactancia materna y generar sistemas alimentarios que sean favorables para que la gente se alimente mucho mejor”, especificó.
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