Con la Cooperativa 7 de Febrero desempeñando un rol fundamental de apoyo al área de Ambiente de la Municipalidad, se llevó a cabo un trabajo coordinado para la gestión de residuos en cada uno de los patios de comida, peñas y puestos instalados a lo largo del Recorrido Peñero, lo que permitió recolectar 1.200 kilos de residuos y casi 700 litros de aceite vegetal usado, todo ello, con el fin de su reciclado para una segunda utilización, según se informó ayer desde el Ejecutivo local.

“Las cifras dan cuenta de un incremento en la recolección de esos elementos del 50 por ciento respecto a la edición 2022 del evento, ya que, en febrero del año pasado, las trabajadoras de la Cooperativa habían logrado reunir unos 800 kilogramos de desechos con posibilidad de ser reintroducidos en el sistema”, se precisó.

En un comunicado se indicó que, “durante las noches peñeras, personal auditor de la Secretaría de Ambiente, Obras y Servicios Públicos recorrió los patios y peñas, recordando a los responsables de cada espacio la necesidad de que dieran cumplimiento a la ordenanza 7.599 de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos”.

Cada puesto separaba sus residuos

“De esta manera, cada uno de los puestos separaba sus residuos y, al finalizar la jornada, miembros de la Cooperativa 7 de Febrero realizaban la recolección, depositándolos en un contenedor habilitado a tal efecto”, se expresó.

Y se agregó que, “una vez completada la carga, cada contenedor fue trasladado al Predio del Centro Urbano Gestión Ambiental, ubicado en avenida Presidente Perón”.

Mediante este sistema, se lograron cargar tres contenedores, el equivalente a 1.200 kilogramos de material plástico, que volverá al circuito productivo con la posibilidad de que se le den diferentes usos, entre ellos la fabricación de ladrillos.

De aceite a biodiésel

Además, a través del emprendimiento 3R Servicios, ganador del concurso Emprender con Conciencia Ecológica, durante las jornadas peñeras se llevó a cabo la recolección de los mencionados 700 litros de aceite vegetal usado para la elaboración de alimentos, un residuo que ahora será utilizado para la producción de biodiésel de segunda generación.

Dicho emprendimiento fue seleccionado en el marco del concurso que se llevó a cabo meses atrás mediante el Programa de Desarrollo Integrado, con financiamiento de la Unión Europea, y  cuyo objetivo principal es acompañar a emprendedores que cuenten con proyectos de innovación en el desarrollo de la economía circular, agregando valor al residuo como recurso.