La importación de productos lácteos desde Argentina, el segundo mayor proveedor después de Nueva Zelanda, registró una caída de 50% en octubre, en comparación con el mes anterior, de acuerdo a cifras oficiales del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de ese país. De haberse comprado 5.604 toneladas en septiembre por un monto de ,1 millones, en octubre se redujo a 2.794 toneladas por ,6 millones.

En lo que va de 2013 se han importado 48.461 toneladas en productos lácteos desde Argentina, de los cuales 39.882 toneladas corresponden a leche en polvo completa y 300 toneladas a leche en polvo descremada; mientras que en 2012 se importó un total de 105.144 toneladas, correspondiendo 79.811 toneladas a leche en polvo completa y 2.405 toneladas a leche en polvo descremada.

El índice de escasez de 22,4% registrado en octubre es el más alto desde que el Banco Central de Venezuela (BCV) comenzó a medir este indicador en 2008. La leche es precisamente uno de los productos que más cuesta conseguir en los supermercados.

El año pasado Venezuela destinó un total de 6 millones para la importación de productos lácteos desde el país austral, siendo el principal comprador de lácteos argentinos al acaparar 27,4% de la participación, mientras que en los primeros 10 meses de 2013 ha disminuido la participación a 17,8%, resultando desplazada Venezuela del primer lugar por Brasil, que está comprando 23,9% de los lácteos argentinos.

Si se compara con el mismo periodo del año anterior, se aprecia una reducción aún mayor, toda vez que en octubre de 2012 se importaron 10.171 toneladas y en octubre del año en curso la compra fue apenas de 2.794 toneladas.

Vale recordar que de las 212.000 toneladas de leche que importó Venezuela el año pasado, cerca de 40% provenía de Argentina. Nueva Zelanda aparecía como el principal proveedor con 49% de la participación, mientras que Uruguay, Chile y Brasil aportaron el 11% restante.

De acuerdo a las declaraciones ofrecidas el 5 de noviembre por Jorge Roig, presidente de Fedecámaras, Venezuela consume 3.000 millones de litros de leche al año, de los cuales solo la mitad es producida por el sector privado, quedando en manos del Estado el abastecimiento de la mitad de la leche que se consume en el país, pero la capacidad productiva del sector público sería apenas de 20%, ya que según afirmó Roig, 80% de la leche que distribuye el Gobierno es importada.