“Me importa tres carajos lo que piense Lousteau”: el viaje de Milei a Corrientes abrió una interna en la UCR

“Me importa tres carajos lo que piense Lousteau”: el viaje de Milei a Corrientes abrió una interna en la UCR

Gustavo Valdés recibió este lunes en su provincia al Presidente y se justificó con críticas muy duras hacia el senador y titular de su propio partido. La charla privada que tuvo con Milei y cómo sigue el conflicto entre la Nación y las jurisdicciones.

Mauricio Caminos

La visita de este lunes de Javier Milei a Corrientes generó un inesperado ruido hacia el interior de la UCR. El gobernador Gustavo Valdés, de extracción radical, salió con los tapones de punta contra Martín Lousteau, presidente del partido, senador nacional y muy crítico del Gobierno.

“Me importa tres carajos lo que piense Lousteau, yo represento a los correntinos”, escupió el mandatario local al justificar su recibimiento a Milei, a quien acompañó personalmente en la llamativa exposición que dio para una fundación libertaria. El jefe de Estado cerró el décimo aniversario del Club de la Libertad, un think thank local con el que tiene vínculo desde sus inicios. Allí soltó duras críticas contra la política e incluso los gobernadores, justo cuando la Nación está en tensión con las provincias por los fondos públicos.

“Cuando viene un Presidente lo voy a atender, sea o no de mi signo político y genere desconfianza a cualquiera”, dijo Valdés este martes en una entrevista a la radio local Sudamericana. “Lousteau era ministro de Economía de Cristina Kirchner, a mi no me va a marcar la cancha dentro del radicalismo”, aseguró sobre el senador y comentó aún con más énfasis: “Si hay desconfianza la pueden tener sobre Lousteau, yo hace 40 años soy radical”.

En el entorno de Valdés comentaron a elDiarioAR que entre el gobernador y Lousteau “debe haber pasado algo” por la virulencia de sus dichos. El correntino no es un dirigente conocido por sus expresiones públicas tan crudas, sino que tiene un perfil más dialoguista. De hecho en la campaña electoral supo hacer equilibrio en la virulenta interna que tuvieron Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Y cuando Milei ganó las elecciones rápidamente lo felicitó. 

En el despacho del senador, a su vez, buscaron desentenderse de la polémica, aunque la cuña entre Valdés-Lousteau se abrió tras el fracaso de la Ley Ómnibus en Diputados. El senador y titular de la UCR fue mucho más beligerante contra Milei, mientras el gobernador siempre buscó tender puentes con la Casa Rosada. Tenía como socio en esa estrategia a otro gobernador radical: el mendocino Alfredo Cornejo, con un fuerte vínculo con la ministra Bullrich.

“Milei tiene el sueño de la casta propia”, llegó a decir Lousteau la semana pasada contra el Presidente, a quien también criticó por la demora en la conformación de la bicameral de DNU o sus ataques a Lali Espósito. Sus dichos expusieron la división interna del radicalismo, que ya se había reflejado en la votación en Diputados de la Ley Bases. Mientras la mayoría de los 34 diputados votaron a favor en general, un grupo comandado por Facundo Manes –de vínculo con Lousteau– votó en contra. En el medio quedó el cordobés Rodrigo de Loredo, jefe de la bancada en la Cámara baja. 

La fractura del radicalismo frente al Gobierno es parte de la crisis existencial que atraviesan todos los socios de lo que fue Juntos por el Cambio. De hecho Valdés y Cornejo tributan en la liga de gobernadores cambiemitas que también integran otros mandatarios cambiemitas como el radical Maximiliano Pullaro (Santa Fe) o los amarillos Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Jorge Macri (CABA). Pero ese bloque no tiene un espejo en las bancadas parlamentarias: el interbloque de JxC ahora está descompuesto en los bloques de la UCR, el PRO y el heterogéneo Hacemos Coalición Federal, que capitanea Miguel Pichetto. En el Senado los gobernadores opositores tampoco tienen influencia directa sobre los legisladores de la oposición más cercana al oficialismo.

La ofensiva discursiva de Valdés tras la visita de Milei también dejó tela para cortar sobre cómo encara el Gobierno la relación con los mandatarios provinciales. El Presidente invitó al gobernador a acompañarlo en el viaje por auto desde el salón donde dio su conferencia hacia el aeropuerto. Allí también viajó Karina Milei, secretaria general de la Presidencia. El correntino contó que la charla versó sobre las cuentas de la provincia y le hizo un reclamo puntual sobre la demora en la construcción de la Autovía 12, una ruta nacional que la comitiva justamente recorrió para llegar al aeropuerto.

“Lo que ve Milei es que los recursos del estado están agotados y que recibió un país devastado. Cuando la Nación tenga el ministro de Infraestructura designado, nos sentaremos a conversar e insistiremos en cómo resolver esta cuestión”, reveló Valdés en la entrevista radial. Y expuso que le pidió al Presidente la posibilidad de que la provincia se haga cargo de la obra con sus propios fondos locales.

El ajuste en la obra pública nacional es uno de los puntos que generan tensión en la relación Nación-provincias. Este martes el Gobierno buscaba armar una mesa política con otro grupo de gobernadores para encontrar alternativas al conflicto: la vicepresidenta, Victoria Villarruel, y el ministro de Interior, Guillermo Francos, viajaron especialmente a Salta para conmemorar un nuevo aniversario de la Batalla de Salta y en ese marco reunirse con el gobernador local, además de sus pares de Misiones, Tucumán, Catamarca y Jujuy.

“Desde que se creó el puerto de Buenos Aires en 1853, la pelea de Unitarios y Federales, la lucha por los recursos es fundamental. El Presidente no reconoce la plata, pero reconoce las responsabilidades de los gobernadores”, lanzó Valdés sobre Milei, y consideró: “Para asumir las responsabilidades hay que tener solvencia. Para cumplir con las responsabilidades de salud, educación, infraestructura, necesitamos recursos. No voy a ceder gratuitamente los recursos que son los correntinos”.

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