Entre los tripulantes de barco se encuentran los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi. Los militantes de la ONG no cuentan con la visa de sus pasaportes, que certifica la entrada legal al país.
Los abogados de la organización solicitaron a las autoridades rusas la posibilidad de abandonar el país de uno de los 26 miembros extranjeros de la tripulación del "Arctic Sunrise", intervenido por un comando ruso tras una protesta contra una plataforma petrolífera en el Ártico.
La Comisión de investigación rusa adelantó a los activistas que "no eran libres de abandonar el país", sin brindar detalles sobre cuándo podrían hacerlo.
Según la organización, Rusia ignora así la decisión del Tribunal Internacional del Derecho del Mar, que instó a Moscú en noviembre a permitir que los tripulantes extranjeros pudieran volver a sus respectivos países. Rusia indicó que no reconocía la competencia de este tribunal en el caso de Greenpeace.
Los militantes de la ONG se encuentran en libertad bajo fianza desde noviembre, tres estar detenidos en San Petersburgo. Sin embargo, todavía no cuentan con la visa de sus pasaportes que certifican la entrada legal al país. Por este motivo, no pueden salir al exterior.
El jefe de la administración presidencial rusa, Serguei Ivanov, indicó en noviembre que los detenidos podrían abandonar el país "en cuanto las cuestiones (jurídicas) sobre la forma en que podrán salir de Rusia hayan sido resueltas", en referencia a la falta de visas rusas para los miembros extranjeros de la tripulación.
Los activistas de Greenpeace se enfrentan a una pena de hasta siete años de prisión por el cargo de "vandalismo" que se les imputa.
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