Por: Rosendo Fraga. El caso de corrupción en Argentina conocido como "Los cuadernos de la coimas" no tiene precedentes, tanto por el nivel de involucramiento del sector empresario como por la profundidad que tiene en el sector político. Sus consecuencias políticas son imprevisibles.
Pero el Lava Jato de Brasil es un punto de referencia, no para pronosticar, sino para conjeturar sobre alternativas posibles. Se trata del mayor caso de corrupción que se ha investigado y comprobado en América Latina. Como el que se investiga en la Argentina, es un triángulo con tres vértices. En el superior está la obra pública, la actividad económica sobre la cual se desarrolla, y en los dos inferiores: el empresariado y la política.
El caso Odebrecht se ha desplegado en 16 países, dado que era la empresa de obra pública más importante de la región, que incluso tenía obras en dos países de África. Las implicancias políticas fueron muy relevantes. Su titular, Marcelo Odebrecht, quien pasó más de un año en prisión pese a haberse arrepentido y sigue en domiciliaria, dijo que habían financiado campañas electorales en todos los países en los cuales habían tenido obras, y que apoyaron económicamente a varios candidatos al mismo tiempo en cada uno de ellos.
En Brasil, el efecto político del Lava Jato precipitó la destitución de Dilma Rousseff -aunque la causa formal haya sido otra- y la prisión del ex presidente Lula da Silva, quien desde la cárcel sigue siendo el candidato con mayor intención de voto, aunque la Justicia le impida presentarse. Pero también ha generado el surgimiento de un fuerte sentimiento anti-política que se evidencia en que las fuerzas políticas tradicionales no tienen candidatos competitivos para las presidenciales de octubre.
En Perú, Odebrecht provocó la destitución de un presidente al frente del poder y la prisión de dos predecesores. En Ecuador, el desplazamiento y la prisión de un presidente en funciones. En Colombia, el ex presidente Juan Manuel Santos perdió varios ministros por esta causa. En México, cuando el procurador comenzó a investigar el caso, fue destituido por iniciativa del actual Presidente y su sucesor probablemente retomará la investigación frustrada. En países de América Central y el Caribe, como Panamá y Santo Domingo, también ha tenido consecuencias políticas relevantes.
Esto significa que un caso como los "cuadernos" puede tener consecuencias políticas y electorales importantes a 14 meses de las presidenciales en Argentina.
Pero es conveniente reparar que el 31 de julio irrumpieron los "cuadernos" en la política argentina y que dos días después, el 2 de agosto, el Procurador General de la Nación firmó el acuerdo con su par de Brasil, que venía demorado desde hace más de un año y medio, por el cual las pruebas aportadas por los funcionarios arrepentidos de Odebrecht en Brasil sobre el pago de sobornos en Argentina serán válidas en ella, sin que sean perseguidos ante la Justicia local por ellas. Es así como están convergiendo en nuestro país al mismo tiempo los "cuadernos" con Odebrecht, con lo cual el impacto político de las causas de corrupción será muy fuerte en Argentina.
La primera visión sobre las consecuencias en la política argentina muestra que el kirchnerismo queda muy debilitado y la ex presidenta, Cristina Kirchner, amenazada. No ha perdido apoyo entre sus propios partidarios, pero aumentó el rechazo entre los votantes independientes que necesitaría para imponerse en la segunda vuelta. En cuanto al oficialismo, si bien en el corto plazo no parece sufrir impactos negativos, el desgaste del empresariado para un gobierno que ha surgido de este sector puede implicar riesgos. Para el peronismo antikichnerista, el desgate del kirchnerismo puede beneficiarlo, pero no es un juicio definitivo ni mucho menos.
Respecto a si en Argentina puede surgir un fenómeno de la anti-política, ello no está claro. Este tipo de situación se da cuando la sociedad llega a la conclusión de que "todos son iguales" y se produce un cuestionamiento a las élites, y no solo políticas y empresarias.
Catorce meses es mucho tiempo en términos electorales y también lo es para las alternativas de una causa judicial en Argentina.
El país, como sucedió en Brasil, se encuentra frente a la mayor causa de corrupción de su historia. Pero sobre el futuro político nada es definitivo y solo cabe conjeturar sobre alternativas, posibilidades y probabilidades.
Comentá la nota