El suministro de agua potable en Iguazú se vio condicionado en los últimos días por un desperfecto técnico que fue atendido de inmediato por el Instituto Misionero de Agua y saneamiento (IMAS).
Sin embargo y debido a la amplia demanda de consumo que generó el flujo de visitantes con motivo de la semana santa el equipamiento de emergencia dispuesto por el organismo provincial ajustó la producción a su potencial funcionamiento, hasta tanto se produjera el recambio requerido.
Hay que considerar que recién el último Viernes Santo por la tarde se estabilizó la energía eléctrica a lo que se sumó un problema de presión cuya solución se vio imposibilitada por la ocupación hotelera que impidió parar el bombeo como la situación requería.
Por otra parte, la planta potabilizadora ubicada sobre Avenida Victoria Aguirre que abastece a la zona centro y alrededores está en proceso de transformación por lo que los barrios más afectados temporalmente son abastecidos por una provisión alternativa.
En la proyección inmediata se están agregando motores más grandes y recibiendo equipos que pronto serán instalados en la balsa de la toma del río Iguazú, a los que se sumarán los destinados a la estación de rebombeo nueva.
Ante este contexto, desde el IMAS trabajaron en simultáneo tanto en el aspecto técnico como en la gestión para garantizar la provisión del líquido vital a sus usuarios. Vale destacar que esta situación extraordinaria coincide con el proceso de inversión que se está ejecutando en Iguazú para dar una solución definitiva al abastecimiento de agua potable por un período de 20 años.
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