La danza de la mano de jóvenes bailarines del Teatro Colón, la frescura de Mili Fernandez, la emoción de los Grillos Sinfónicos & CEMU en su interpretación del himno nacional y el ritmo de los St. Stithians Boys Marimbas Band, hicieron vibrar a más de 2000 personas que asistieron a la primer noche de Iguazú en Concierto.
La sorpresa inicial la dio por si mismo el Espacio Takuapú, más grande, ambientado en su interior con un telón de fondo de 25 metros por 3 metros de altura, diseñado y calado a mano por el artista apostoleño Andrés Paredes. La pieza gigantesca de arte por momentos se convierte en un gran backlight que da un marco de ensueño a los jóvenes que suben al escenario.
Rocio Agüero y Luciano García del Ballet del Instituto Superior de Artes del Teatro Colón deslumbraron con las coreografías Pax de deux y Adolphe Adam – Pas dÈsclave de “El Corsario”.
La ganadora del Iguazú en Concierto Audition, Mili Fernandez, de tan sólo 10 años, sorprendió con su gran voz al público que la ovacionó de pie al interpretar reconocidos temas del folclore nacional.
La primer gala avanzaba en sorpresas y emociones. Cuando fue el turno de los jóvenes misioneros, éstos demostraron su crecimiento musical presentando un repertorio variado y alegre. El público respondió con fuertes aplausos y pedidos de bises. Sin embargo el momento de mayor sentimiento fue cuando los chicos entonaron las notas del himno nacional y el público se puso de pie para acompañar cantando.
La noche finalizó con la alegría y el ritmo de los pequeños músicos sudafricanos de la escuela St. Stithians. Las marimbas ya son un instrumento conocido por los seguidores del festival pero fue justamente esta banda la que en la segunda edición sorprendió con el sonido de estos instrumentos de madera tradicionales del continente Africano.
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