El intendente y exministro macrista había dispuesto que todos los empleados de la comuna pasaran a otra obra social. El cambio de decisión se dio tras una fuerte polémica generada a partir de una serie de publicaciones del diario Hoy.
Tras una fuerte polémica, el intendente de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, que había decidido retirar a todos los empleados de ese municipio bonaerense del Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) para transferirlos a otra obra social, debió dar marcha atrás y ahora la Municipalidad dice que los trabajadores podrán quedarse en esa mutual provincial si así lo desean.
Tal como lo informó oportunamente diario Hoy, Iguacel, que fue ministro de Energía durante la presidencia de Mauricio Macri, había logrado que el 5 de este mes el Concejo Deliberante de Capitán Sarmiento (donde tiene mayoría propia) lo autorizara a dar de baja la vinculación del municipio con IOMA y buscar otra obra social que se hiciera cargo de prestar los servicios de salud para los empleados municipales.
La ordenanza aprobada por los concejales no lo dice, pero múltiples fuentes consultadas por este diario coincidían en que la elegida sería la Obra Social de la Confederación de Obreros y Empleados Municipales Argentina (Oscoema). El presunto involucramiento de esa mutual quedó envuelto en una serie de desmentidas y en la difusión de dos notas, una de las cuales sería falsa (ver aparte).
La movida provocó inmediatamente una serie de reacciones. Entre ellas, la de la filial bonaerense de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), que cuestionó con dureza la decisión en general y, en particular, el argumento de Iguacel de que la adhesión de todos los municipios bonaerenses a IOMA había sido de la dictadura de Juan Carlos Onganía. Para ATE, “asociar a nuestro prestigioso Instituto Médico, símbolo de la democracia y de la construcción colectiva”, constituye una “afrenta sin precedentes”. La central de trabajadores consideró “imprescindible” mantener el vínculo con IOMA y acusó al intendente de Juntos por el Cambio de fomentar “el unicato sindical” y de esgrimir “argumentos falaces” para justificar la idea.
A la de ATE siguió la reacción del Consejo Consultivo del propio Instituto, que se manifestó en contra: “No le preocupa (a Iguacel) la salud del pueblo”, argumentó el cuerpo, y advirtió que su iniciativa crearía “un problema político mayúsculo”.
Por su parte, el exintendente de Capitán Sarmiento y ahora diputado provincial Oscar Ostoich (Frente de Todos) anunció que se opondría con firmeza al traspaso: “Le vamos a hacer la guerra, como corresponde”, dijo en aquel momento a este multimedio. Y vaticinó que Iguacel iba a “terminar dando marcha atrás”, lo que, de hecho, ocurrió, al menos en parte.
El miércoles pasado, unos 70 representantes de ATE de distritos cercanos se manifestaron frente a la sede del Concejo Deliberante, en protesta por la desvinculación.
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