En Roma y en Buenos Aires están en alerta por el resultado y la performance de Javier Milei. ¿Cómo cayó el acuerdo con parte del PRO? Las rencillas no resueltas con Sergio Massa, los nexos y el riesgo de la sobreactuación. Las dudas por la visita del Papa Francisco.
Por: Federico Mayol.
En su homilía del pasado domingo, en pleno proceso electoral, antes del batacazo de Sergio Massa, de que Javier Milei cayera al segundo lugar y de que el libertario sellara un acuerdo posterior con Mauricio Macri y Patricia Bullrich, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, fue lo más directo que pudo. “Un modo de vida es muy distinto a un rejunte. Hoy los fariseos y los herodianos se están juntando, peleadísimos entre ellos, pero se juntan con tal de hacerle daño a Jesús. Y le quieren endulzar los oídos, y por eso le dicen a Jesús, y cito textualmente: ‘Maestro, sabemos que eres sincero y enseñas con toda fidelidad el camino de Dios, porque no haces acepción de personas’. Le están endulzando los oídos al señor, le están diciendo cosas lindas porque tiene que ver con esto de la trampa. Alguna vez hablaba yo que tengamos cuidado con el canto de sirenas, el canto de sirenas que nos endulza el oído. El Papa Francisco ha hablado también en reportajes últimamente: ‘Cuidado con el flautista de Hamelin que nos termina llevando a todos al precipicio’”, resaltó el arzobispo en la Catedral porteña mientras cerraban los comicios, en un mensaje que fue grabado el día anterior.
Como aludió García Cuerva, menos de una semana antes de su homilía y de la votación, el Papa Francisco también se había referido, sin mencionarlo, al candidato presidencial de La Libertad Avanza en una entrevista que Bernarda Llorente, la presidenta de la agencia Télam con la que mantiene un vínculo estrecho, le realizó en Roma semanas atrás. El material, según pudo reconstruir este medio, iba a emitirse después de las elecciones, pero con el guiño del Vaticano se decidió adelantarlo para seis días antes del 22 de octubre.
“No tengamos miedo a que salgan los verdaderos valores de un país. Las crisis son como voces que nos señalan dónde hay que proceder. En cambio, los problemas que a veces están un poco tapados o guardados, son como el flautista de Hamelin, que tocan la flauta, vos creés que todo es flauta, vas allá y todos se ahogan. Yo le tengo mucho miedo a los flautistas de Hamelin porque son encantadores. Si fueran de serpientes los dejaría, pero son encantadores de gente. Y las terminan ahogando. Gente que se cree que de la crisis se sale bailando al son de la flauta, con redentores hechos de un día para el otro”, aseguró Francisco.
No hay un recuerdo cercano de estos últimos años de la Iglesia como centro de la campaña, en este caso por los reiterados ataques al Papa por parte de Milei y de algunos de los dirigentes que lo rodean, y frente a la posible visita de Francisco del próximo año, un viaje que el propio Pontífice reconoció como un deseo para el 2024 -”sí, me gustaría ir”, dijo en la entrevista con Télam- pero que desde algunas usinas eclesiásticas volvieron a ponerle un manto de duda en estas semanas de cara al balotaje del 19 de noviembre.
Foto de archivo del candidato presidencial Javier Milei. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni
En fuentes oficiales abundaron que la visita está en agenda y García Cuerva también se refirió al eventual viaje en la réplica del arzobispo al referente libertario Alberto Banegas Lynch, que en el cierre de campaña de LLA consideró, sin que Milei ofreciera luego ninguna retractación, que el país tenía que suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano: el arzobispo porteño dijo sentirse “azorado” por esa idea.
Sin embargo, fuentes de Casa Rosada aseguraron a Infobae que un viaje de esa magnitud necesita meses de preparación y que, por el momento, no se registró ninguna avanzada por parte de la secretaría de Estado vaticana en el país. A principios del mes pasado, al final de la extenuante gira por Mongolia, Francisco, que arrastra públicamente averías en su salud, explicó que “hacer un viaje ahora no es tan fácil como al principio”: “Tengo problemas al caminar que limitan, veremos”, dijo. Cuando le preguntaron por una posible visita a Vietnam, aseveró, risueño: “Habrá que ir, pero no sé si seré yo o Juan XXIV”.
No se trata de una excusa -según trascendió, por ahora solo tiene en la agenda para el próximo año un viaje a un país europeo-, pero sus problemas de salud -a mediados de diciembre cumplirá 87 años, hace rato que usa bastón y se traslada de a ratos en silla de ruedas por la dolencia en la rodilla derecha por lo que ya no tiene las mismas energías físicas que a comienzos de su pontificado, en el 2013- podrían justificar sin ningún tipo de reproche local la suspensión de la promocionada vuelta a la Argentina que meses atrás sobrevoló en la conversación que García Cuerva mantuvo en Olivos con el presidente Alberto Fernández, de cara a un escenario político nacional que, en la Iglesia, no genera ningún tipo de euforia. Más bien, todo lo contrario.
Es que a la “amenaza” libertaria se sumó esta semana parte de la cúpula del PRO, representada por Macri y Bullrich, que acordaron con el economista trabajar en conjunto para derrotar a Massa en la segunda vuelta. ¿Cómo cayó esa alianza en la Iglesia? Hasta este fin de semana no hubo ningún pronunciamiento.
La relación del ex presidente con Francisco era mala desde antes de que el fundador del PRO llegara a la Casa Rosada, y empeoró cuando Macri intentó avanzar con la despenalización del aborto. Desde el momento en que Fernández impulsó ese proyecto, en vísperas de la Navidad del 2020, el vínculo entre el jefe de Estado y el Vaticano también se resintió, y se terminó de quebrar por el estilo de conducción del mandatario, que pidió ser recibido por el Papa en mayo del año siguiente cuando desde Roma enviaban señales para que no solicitara esa audiencia.
En el caso de Bullrich, el acuerdo con Milei llegó justo cuando la ex candidata presidencial de Juntos por el Cambio, agnóstica confesa, ensayó en la campaña un acercamiento con la Iglesia: tuvo un cruce por carta con el Papa por intermediación de José María del Corral, de Scholas Occurrentes.
Este fin de semana, el acuerdo entre Milei y Macri marchaba con prisa. Según confiaron fuentes al tanto de las tratativas, al senador José Torello, muy cercano al ex presidente, le habían confiado la articulación con LLA. Por su parte, Eduardo Bastitta, un joven empresario que también orbita en torno a Macri, estaría ligado a la fiscalización libertaria de cara al balotaje, debajo del paraguas de Guillermo Ferraro, potencial ministro del economista en caso de ganar las elecciones.
García Cuerva y Sergio Massa
Lo cierto es que, frente a los ataques libertarios, los esfuerzos del candidato presidencial de UxP, que en su festejo electoral del pasado domingo y en las últimas semanas desde su entorno se refirieron al objetivo de que el Papa visite el país, aún no terminan de despertar mayores entusiasmos en la Iglesia.
Desde que asumió su pontificado, en marzo del 2013, Francisco nunca recibió a Massa. El papa arrastra una vieja y profunda rencilla que data desde su época en el Arzobispado porteño, por asuntos internos del episcopado que el Papa nunca terminó de digerir.
En los últimos años, el ministro no hizo más que esfuerzos por acercar posiciones, y se intensificaron en estos tiempos. “Eso quedó en el pasado. Sergio es muy respetuoso de Francisco y lo admira, lo considera en serio el argentino más importante de la historia. Vamos a trabajar para que visite Argentina”, resaltó esta semana a este medio un colaborador del candidato que trabaja con esa hoja de ruta.
Las mismas palabras que utilizó Massa frente a la militancia que lo esperaba en las afueras del complejo C, en Chacarita, en la madrugada de los festejos del pasado domingo. Antes, en la puesta en escena sobre el escenario que pareció estar, en parte, orientada en ese sentido, el candidato se mostró sobrio, sin estridencias -según dicen, los asesores brasileros le recomendaron que se ría menos-, rodeado por su familia y con un llamado a la “unidad nacional”.
Desde Roma, devolvieron gentilezas: el diario vaticano -Vatican News- se hizo eco del resultado electoral y reflejó la victoria de Massa, un gesto que fue interpretado como una señal. Según fuentes oficiales, esa publicación no pudo haberse realizado sin el visto bueno del Sumo Pontífice.
Semanas atrás, en el debate presidencial de Santiago del Estero, el primero después de las PASO, el ministro-candidato había aprovechado su pregunta a Milei para pedirle que le ofrezca disculpas públicas a Francisco por sus constantes ataques. La semana previa a las elecciones generales, cuando se manfiestó “azorado” por la afrenta pública del libertario Banegas Lynch en el estadio Movistar Arena de Villa Crespo, García Cuerva -en los próximos días tiene previsto viajar a Roma- también cuestionó la utilización “oportunista” en la “pregunta y la respuesta” de ese cruce.
En ese contexto, en despachos oficiales y en fuentes vinculadas a la conferencia episcopal -Oscar Ojea volvía en estos días de la capital italiana, tras participar del sínodo de obispos- circuló en estas semanas cierta alerta al riesgo de la “sobreactuación” por parte del candidato presidencial de UP.
Fue, por ejemplo, lo que fastidió a García Cuerva cuando Francisco lo designó en el arzobispado de Buenos Aires: desde el massismo inundaron las redes con imágenes del arzobispo y de Massa, algunas de ellas de la asunción del obispo en Santa Cruz, en marzo del 2019, cuando el ex intendente de Tigre viajó especial al sur para participar de la ceremonia. Otros tiempos.
En el massismo aseguran que no hay “un” nexo con el Vaticano, y fuentes oficiales explicaron que, frente a la posibilidad de que Milei gane las elecciones, un hipotético triunfo de Massa podría llegar a reencausar la relación, al menos desde los canales “institucionales”.
Según trascendió de fuentes oficiales, existieron en estos meses algunos dirigentes que quisieron acercar su colaboración para reencarrilar esa vinculación. Por ahora, confiaron, nadie movió sus fichas. Se mencionó, entre ellos, a sindicalistas como José Luis Lingeri, Ricardo Pignanelli y Héctor Daer. De esos tres, el único con vínculo directo con Francisco es el jefe de SMATA. En el caso de Lingeri, el titular del gremio de Obras Sanitarias solo llega a Roma a través de Luis Libermann, rector del Instituto Universitario del Agua y el Saneamiento, que tiene acceso al Papa sin intermediarios. Gustavo Martínez Pandiani, embajador en Suiza y asesor en temas internacionales de Massa, fue, en tanto, durante una década decano de la Universidad Jesuita de El Salvador, por entonces bajo el liderazgo de Jorge Bergoglio.
De todos modos, el funcionario con más y mejor relación con Francisco es Juan Manuel Olmos, el vicejefe de Gabinete que, por fuera del universo massista, se convirtió en una pieza clave del candidato en su armado político. Olmos tiene múltiples vinculaciones, sobrevuela todos los temas y tiene una llegada privilegiada a Roma. Por ahora, según pudo saber este medio, el funcionario, que de ganar Massa tendría un buen lugar reservado en la estructura de gobierno -cedió a colaboradores de su riñón su vuelta al Consejo de la Magistratura porteño-, no se inmiscuyó para recomponer los lazos entre Tigre y la capital italiana. Profesional de la política, Olmos sabe que ese es un rubro con el que no se juega.
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