Ante un pronóstico de caída en el consumo de turismo interno a favor de los destinos del extranjero, la provincia de Buenos Aires se prepara para dar batalla no solamente desde la costa atlántica, sino desde los poblados en donde las fiestas populares reciben cada vez más visitantes.
En materia de turismo el fuerte de la provincia de Buenos Aires siempre estuvo en los argentinos que desde distintos puntos de nuestro país llegaban a las playas, en donde la variedad en la oferta hacía que cada uno pudiera encontrar el lugar que necesitaba para poder descansar al menos durante una quincena. Las cuestiones macroeconómicas a nivel nacional y el anuncio de un incremento del 20% en las tarifas con respecto a la temporada 2015/2016, hacen prever una caída a favor del turismo en el extranjero, en donde a muchos destinos se puede acceder pagando en cuotas y con la tarjeta de crédito.
Estudiando cómo combatir este augurio agorero está el licenciado Ignacio Crotto, titular desde hace 7 años del área de Turismo bonaerense, que no solamente ve a la provincia como un lugar donde hacer turismo tres meses al año, sino que trabaja para ponerla en la oferta de enero a enero.
– ¿Qué cambió en materia turística en estos 10 meses de la gestión Vidal?
– Joaquín de la Torre, el ministro de Producción, del cual depende la Secretaría de Turismo, vino con una impronta mucho más territorial y de gestión y política. Hoy tenemos tres objetivos: el de corto plazo en la temporada de verano, que es lo más urgente de todo, donde hay medidas macroeconómicas que indicarían que no va a ser un verano exitoso, pero vamos a hacer todo el esfuerzo con seguridad, eventos culturales y deportivos y la campaña de promoción que va a empezar en algunos días; en el mediano plazo, cuando termine la temporada de verano empezar a trabajar con las distintas acciones de lo que viene durante el año; y en el largo plazo lo que es hasta el último día de la gestión de la gobernadora.
– ¿Cómo se trabaja el turismo fuera de las temporadas?
– Seguimos trabajando con el tema capacitaciones, junto con la Nación en el tema de turismo de reuniones, con el turismo social, con la accesibilidad, con el programa Pueblos Turísticos, con las Rutas Gourmet, con la categorización y recategorización hotelera, con todas las áreas y tratando de generar programas nuevos. La gobernadora nos pidió trabajar sobre destinos emergentes y al haber habido varios cambios de intendente, muchos le apuestan al turismo como actividad económica que genera empleo cuando antes no querían hacerlo. Vamos a reforzar el trabajo sobre el interior, porque tanto la gobernadora como yo creemos que la provincia tiene muchísimo potencial turístico, que tiene muchísimo para trabajar y que todavía va a llevar un tiempo.
– ¿En los últimos años han proliferado las fiestas populares en el territorio provincial?
– Ese es otro tema que le interesó al ministro Joaquín de la Torre, para ver cómo apoyarlas cada vez más, teniendo en cuenta que tenemos más de 1800 fiestas populares durante el año en la provincia de Buenos Aires y queremos ayudarlas con distintas cuestiones. No sólo con lo económico, sino también con la logística y la difusión o promoción de cada una de las fiestas. En la logística tenemos una capacitación muy buena de fiestas populares, donde a veces indicándoles tres o cuatro cosas, cambia mucho el tema de la fiesta, como por ejemplo estacionamientos, seguridad, ambulancias, baños químicos, ubicación, organización. Muchas veces los poblados pequeños por no asumir riesgos se quedan cortos o por asumirlos en demasía se quedan con un sobrante importante. A veces la promoción supera la previsión de la gente. Ha pasado por ejemplo en la fiesta del mondongo y la torta frita en Santa Coloma, Baradero, que es un pueblito de 200 habitantes que está dentro del programa de Pueblos Turísticos y después de hacer mucha difusión fue más gente de la que podían abarcar y a las dos de la tarde ya se habían quedado sin porciones de mondongo. Obviamente eso hace que la gente se vaya enojada y es contraproducente para una fiesta.
– ¿Se trabaja para que la ayuda no sea sólo la difusión?
– Ese tipo de cuestiones son las que trabajamos para que no solo sea la ayuda en la difusión, sino en la previsión de la cantidad de público que puede llegar, para que no los exceda y termine siendo contraproducente, porque casi siempre termina yendo más gente que la que vive en el pueblo y hay que tener un refuerzo en seguridad, salud, ambulancias, baños químicos. Depende que tipo de temática tenga, porque no es lo mismo una fiesta en donde hay microemprendedores, que una fiesta en donde va un artista de primer nivel con un escenario grande. No es lo mismo cuando el fuerte es durante el día o durante la noche. Son muchas las cuestiones para tener en cuenta y no solamente decir “organizo una fiesta y listo”, no es tan sencillo como muchos creen y a veces generan esto que es contraproducente.
– ¿Cómo se trabaja para evitar que el bonaerense haga turismo en el extranjero?
– Hay que renovarse. Cuando uno habla de vacaciones el argentino las piensa principalmente en la playa, entonces ¿por qué tiene que venir a las nuestras y no a las de otros países? Por muchas cuestiones, si todos conocen algún lugar de la costa atlántica bonaerense, Mar del Plata, Villa Gesell, Partido de la Costa, Pinamar, Miramar, Necochea, Monte Hermoso o el que sea, la idea es demostrarle por qué tiene que volver si ya fue hace uno, dos, cinco o diez años atrás. Tenemos que ver que opciones hay desde la Provincia y los privados para que esa gente se divierta, la pase bien, pueda disfrutar, disfrute la playa.
– ¿Qué pasa con los precios?
– El tema precios y la forma de pago, que hoy es un factor determinante a la hora de elegir. No es lo mismo tener que hacerlo en efectivo antes de llegar al destino, que poder hacerlo en 12, 18, 24 y hasta 36 cuotas. Cuando hablamos de tener precios accesibles y competitivos, también hay una realidad de cómo comunicar las cosas, a veces hay maldad de algunos medios como el que dijo que una carpa en Mar del Plata para este verano sale 42 mil pesos, y recién en el anteúltimo párrafo aclara que es para el marplatense que alquila desde octubre hasta Semana Santa. Sólo son dos los balnearios que cobran eso y el resto maneja montos menores, pero yo no conozco a nadie que se pueda tomar vacaciones desde octubre hasta Semana Santa.
– ¿Y las comparaciones?
– A las comparaciones también hay que prestarles mucha atención. Muchas veces se compara una residencia frente al mar en Cariló, con un departamento de dos ambientes en un país vecino que está a 5 kilómetros de la costa. Los servicios que tienen las playas argentinas casi no existen en ningún lugar del mundo. Hoy hay playas en la provincia de Buenos Aires con spa, guarderías para chicos, pileta climatizada, wifi, cochera techada, servicio a la carpa de gastronomía, canchas de fútbol, padel, tenis y una gran cantidad de servicios que tienen un valor, hasta llegar a la playa pública que tiene lo mínimo que es guardavidas, sanitarios y seguridad. En el medio tenés una variedad enorme de balnearios con diferente calidad en los servicios y precios. Por eso buscando con el teléfono o la tablet uno puede acceder a los valores y la gente no es tonta y sabe cuánto sale una pizza o un hotel en la costa u otros lugares. Pero si uno se mueve y busca un poco va a encontrar un destino acorde a sus posibilidades económicas por la gran variedad que hay. En Mar del Plata, la cantidad de plazas hoteleras o las casas y departamentos en alquiler, la gran cantidad de balnearios, de oferta gastronómica, de museos, parques, toda la costa tiene una gran cantidad de servicios y hablar de un porcentaje de aumento o hablar de un precio es muy erróneo.
– ¿Entonces cómo deja a la temporada las declaraciones que anticipan un 20% de aumento?
– Cuando se habla del 20% es con respecto a enero de la temporada pasada, pero ¿cuánto aumentó la gaseosa, la obra social, el colegio, el seguro del auto, la nafta, cuánto aumentó todo con respecto a esa fecha? capaz que ese mismo 20% lo aumentó alguno de esos productos de manera escalonada durante todos estos meses, entonces pasa más desapercibido. Por eso cuando hablan de un aumento choca, aunque en muchas cosas los precios han subido un poquito más o menos, pero escalonado durante todo el año.
– ¿Qué diferencias puede marcar con la gestión de Daniel Scioli en materia turística?
– Para mí el pedido de continuar fue algo inesperado. Lo hablé entonces con el gobernador Scioli que me dio todo su apoyo para que tome la decisión que quiera y hasta me aconsejó aceptar. Y primero con Jorge Elustondo como ministro y ahora con Joaquín de la Torre, cada uno con su perfil, estoy muy cómodo. Me están dando mucha libertad, yo le estoy presentando -a de la Torre- muchísimos actores tanto del sector público como privado y él me está dando más confianza de la que esperaba en el tema turístico, estoy más que conforme en ese sentido. Hoy Nación, Ciudad y Provincia por primera vez en muchos años somos del mismo partido político y eso hace que trabajemos más cosas con Ciudad, que las veníamos trabajando en la gestión anterior, pero hoy lo podemos hacer mejor. Hay una orden desde presidencia de trabajar cada vez más codo a codo con las provincias y -en ese sentido- Buenos Aires tiene una importancia muy grande.
Comentá la nota