La senadora formoseña Adriana Bortolozzi presentó un proyecto de ley para derogar la ley que creó el Instituto y transferir sus atribuciones a las provincias. Asegura que el organismo es “inútil” y “dañino”, ha “servido al acomodo de empleados sin trabajar”, y que mantenerlo “significa dar por sentado que en nuestra patria hay discriminación”.
Sostenimiento
Pero el argumento más llamativo es que, según la senadora, “sostener con el erario público un instituto de esta naturaleza significa dar por sentado que en nuestra patria hay discriminación, xenofobia y racismo”.
“Nuestra Argentina es el país más generoso del mundo con todos los inmigrantes de todas las razas, a los que se les brinda atención hospitalaria de calidad y les abre sus escuelas y sus universidades gratuitas. ¿En qué otro país los extranjeros pueden estudiar gratis en las universidades públicas, y tratarse en sus hospitales? ¿De qué extraños racismo y xenofobia padecemos? ¿A quién discriminamos?”, se pregunta Bortolozzi.
Y sigue: “En la Argentina las personas homosexuales se pueden casar en el Registro Civil, pueden adoptar niños. Con referencia a los indígenas, se hace una discriminación positiva, porque gozan de pensiones y de planes sociales y de viviendas construidas por el Estado, aunque quizás por sus pautas culturales no sean siempre aceptadas y ni siquiera habitadas por ellos, y se acepta esa actitud porque están en su derecho, inclusive a ceder en contrato oneroso la unidad habitacional. La mujer está discriminada positivamente, porque disfruta del cupo en los cuerpos legislativos, una mujer es Presidente, dos mujeres son miembros de la Corte Suprema de Justicia, la violencia doméstica es perseguida y castigada, inclusive la Corte Suprema de Justicia ha organizado oficinas para la defensa de las víctimas”.
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